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Te invitamos a conocer en el siguiente artículo cuáles son las leyendas de terror largas más impactantes de todos los tiempos. Esas historias creadas a base de sucesos imaginarios y que cautivan a más de uno. Quédate con nosotros y descubre más a continuación.

Leyendas de terror largas

Leyendas de terror largas

En esta oportunidad hemos querido compartir con ustedes algunas de las principales y más conocidas leyendas de terror largas, las cuales te recomendamos que leas con mucha calma desde inicio hasta el final. Ciertamente son historias un poco largas pero que a la vez resultan bastante amenas e interesantes. Estamos seguros que las disfrutarás.

Es importante señalar que la gran mayoría de estas historias son leyendas de terror, sin embargo, también en nuestra lista incluimos algunas leyendas que tienen mucho suspenso y misterio, así como sucesos paranormales. Entendemos que las leyendas son historias que pueden narrarnos cosas extraordinarias y muy macabras, aunque en el fondo tengan algo de verdad.

¿Por qué son tan fascinantes?

Para nadie es un secreto que las leyendas en general están constituidas como relatos creados a partir de hechos imaginarios en determinado contexto histórico. Se tratan de historias que tienen la particularidad de cautivar a los lectores, debido principalmente a que explican acontecimientos fantásticos o hechos misteriosos ya sea de personas o lugares. Ejemplo son las leyendas de los dioses griegos o las leyendas de terror largas de brujas

Las leyendas de terror son las más populares

En cada una de las culturas del mundo, las leyendas de terror se constituyen como las más populares y comunes y son además las que resultan más atractivas para todas las personas. La mayoría de estas leyendas tienen la particularidad que se van transmitiendo de generación en generación, bien sea de manera escrita, oral o auditiva. Hoy en día las redes sociales son una excelente opción para transmitirlas.

Leyendas de terror clásicas

Entendemos por leyendas clásicas o antiguas a aquellas historias que tienen siglos circulando y que a pesar del tiempo transcurrido aún continúan estando vigentes, dado a que las personas las siguen difundiendo de generación en generación. Existen leyendas que son ampliamente conocidas alrededor del mundo, por ejemplo, las de vampiros o brujas.

Leyendas de terror largas

Leyendas de terror urbanas

Las leyendas de terror urbanas son otro tipo de relato y está basada en una creencia popular sobre un personaje o acontecimiento ficticio y que es presentado como un hecho real.

Creepypasta

Las creepypasta también están constituidas como un tipo de leyenda de terror urbana, sin embargo, son colaborativas, esto quiere decir que se comparten únicamente a través de las redes sociales o el internet. Estas leyendas son las del momento porque se convierten en virales por parte de la comunidad de jóvenes y adolescentes.

Leyenda de terror el libro de biología

La historia que les vamos a contar a continuación tuvo lugar no hace mucho tiempo atrás en una universidad y podría ser una de las leyendas de terror largas y reales más impactantes.

Ocurre que para ese momento era el inicio del año escolar y los estudiantes de nuevo ingreso se estaban acomodando cada uno en los dormitorios. Una de las alumnas era Lucía, quien llegó temprano con la intención de tener todas sus cosas organizadas antes de que comenzara el ajetreo de las clases.

Esta estudiante tomó la cama ubicada al fondo del dormitorio dado a que estaba muy cerca de la ventana y si había algo que a ella le encantará era sentarse a la luz de la luna a escribir sus encantadores poemas en sus ratos libres.

Después de transcurridas aproximadamente cuatro horas fue que llegó otra estudiante al lugar. Se trataba de Clara, quien obviamente se convertiría en su compañera de habitación.

-Buenas tardes, mi nombre es Lucía ¿Tú debes ser Clara?

-Hola que tal

Esas fueron las únicas palabras que se dijeron ambas al menos durante la primera semana de encuentro. Los demás estudiantes notaron desde el primer momento que estas dos chicas eran como el día y la noche, es decir, no tenían nada en común y no compartían muchos gustos. No obstante, fueron transcurriendo los meses y una bonita amistad empezó a formarse entre ellas.

La amistad se profundizó dado que a Clara se le dificulta demasiado la asignatura de biología. Un día, mientras estaban en una de las clases, el profesor les recordó que a la semana siguiente tendrían que presentar su examen bimestral.

– Se me olvidó por completo que la prueba es el próximo jueves, dijo Clara. Su amiga le contestó – Pero si las fechas de exámenes se pegaron en el periódico mural hace más de una semana.

-Ay amiga, tú porque te detienes a leer cualquier cosa, yo en cambio quiero asistir al baile de disfraces. Respondió Clara – ¿Cuál? ¿Acaso hablas del rodeo que va a organizar la escuela? – Sí, ahí va a estar Marcos y presiento que es mi oportunidad de hacerme su novia, pues acaba de romper con Karen.

– Te aconsejo que no vayas y mejor te quedes estudiando conmigo. Si no pasas ese examen, tendrás que repetir el curso y estoy segura de que tus papás no les va a gustar para nada esa idea.

Clara dijo “A ellos ya les pediré perdón, pero no voy a desperdiciar la oportunidad de estar con el hombre de mi vida”. – Como quieras, yo solo digo que debes de comenzar a elegir mejor tus prioridades, le dijo su amiga. Clara le contestó “Está bien, me quedaré a estudiar contigo”.

Ese día en que se llevaría a cabo el evento, en los pasillos de la Universidad se podía ver a los estudiantes disfrazados con trajes de vaqueros y se disponían a acudir al auditorio para comenzar la celebración.

Sin embargo, Lucía cerró la puerta de su habitación, prendió la luz y tomó un gran número de libros y empezó a estudiar.

Por su parte, Clara solo se limitaba a hojear su libreta de apuntes.

–  Se la deben estar pasando genial. Escuché que a las 10 de la noche iban a comenzar a contar leyendas de terror con las luces completamente apagadas. Y con lo que a mí me fascinan las historias de espantos y de fantasmas. Dijo Clara

– Puedes ir a la fiesta, siempre y cuando te aprendas los fenotipos que van a venir en el examen.

– Eso me lo hubieras dicho desde antes. Ahorita mismo me pongo a memorizarlos.

Cuando el reloj marcada justo las 10:45 de la noche, su amiga le demostró a Lucía que ya se sabía por completo la lección de biología, por lo cual podría asistir a la fiesta de estudiantes sin temor a sacar una mala calificación. – Tal vez a la hora que regreses, yo ya estaré dormida, pero en la mañana me cuentas como te fue en la fiesta.

Clara tuvo una de sus mejores noches de toda su vida, no sólo porque logró hacerse novia del hombre a quien tanto amaba, sino también porque fuera nombrada la reina del baile. Después de la fiesta, Clara regresó a los dormitorios de la universidad. Eran aproximadamente las tres de la mañana y antes de entrar al cuarto, se quitó los zapatos para no hacer ruido.

Ayudada con su teléfono, alumbró un poco el cuarto y vio cómo su amiga se había quedado dormida boca abajo con la cara entre las páginas de uno de sus libros.

Pensó que lo mejor era no despertarla, ya que mejor sería hacerlo por la mañana y así pedirle que le ayudara a repasar de nuevo la lección. Amaneció y Clara despertó apenas salió el primer rayo de sol.

Se paró de la cama y corrió a despertar a su amiga quien continuaba en la misma posición, algo que le llamó la atención porque Lucía solía dormir de lado. – Levántate floja, tienes que ayudarme a estudiar. Al ver que no recibía respuesta, la sacudió del hombro con fuerza pero el cuerpo de su amiga estaba como un hielo. Acercó una de sus manos a la cabeza de lucía y sólo sintió algo húmedo y viscoso.

Cuando levantó la mirada observó con terror como una de las paredes de la recámara estaba escrita una oración con sangre: “Tú también debiste de ir a la fiesta, pero preferiste quedarte estudiando. Éste es el precio que tuviste que pagar”. Cuando Clara volteó el cuerpo de su amiga vio como la cara de Lucía estaba repleta de heridas y golpes.

Del área de su abdomen salían borbotones de sangre e incluso se llegaban a asomar algunas de sus vísceras. La joven desconsolada se tiró al piso pataleando y rompiendo en llanto como una niña. Sus gritos fueron escuchados por las autoridades universitarias quienes avisaron a las demás autoridades, incluyendo la policía, de lo que estaba sucediendo.

Los funcionarios policiales no pudieron hallar a ningún responsable, pues los interrogatorios dijeron que no notaron nada anormal esa noche. Las cámaras de seguridad tampoco registraron alguna actividad extraña. Luego se supo que Clara, en su adolescencia, había sido internada en una clínica psiquiátrica por problemas de esquizofrenia y doble personalidad.

Leyenda de terror al sonar timbre

En la actualidad es costumbre que los niños vivan con uno de sus padres dado a que las tasas de divorcios se han incrementado considerablemente durante los últimos años. La leyenda de terror que vamos a contarles a continuación comienza en una noche de abril cuando Fernanda veía un juego de fútbol en compañía de su adorado padre.

“Interrumpimos esta transmisión para informarles que de acuerdo con la redacción de este canal, hace unas horas se escapó un enfermo del hospital psiquiátrico. Les recomendamos no salir de sus casas, ya que este individuo es extremadamente peligroso. Si tienen alguna información sobre su paradero, por favor comuníquese a esta estación”:

–  Papá tengo demasiado temor. Te ruego que por favor esta noche no salgas a trabajar.

– Hija, no puedo hacer eso, soy velador. Además en este mes ya he faltado dos veces debido a que tú te enfermaste la semana pasada. Si lo vuelvo hacer, es posible que me corran y entonces tendrás que vivir con tu madre hasta que vuelva a encontrar otro empleo.

– No papá, no quiero irme con mamá. Comprendo lo que me dices, pero por favor ten mucho cuidado.

– Sí Fernanda, no te preocupes, cerraré la puerta incluso con la cadena. Sólo te pido que me prometas una cosa. Pase lo que pase, no te acerques a la puerta aunque oigas sonar el timbre ¿Me lo prometes?

– Claro papá. ¿Pero qué pasa si hay un incendio?

 

– Ya lo sabes, hay un duplicado de las llaves encima del refrigerador, pero únicamente debes usarlo en caso de que suceda algún siniestro.

Fue en ese momento cuando la niña de once años le dio un beso de despedida a su papá y se dirigió a su habitación a continuar viendo la televisión. Una vez más puso el canal de noticias, en donde se enteró que el desquiciado del manicomio continuaba suelto. “Nos informan que el maniático que se fugó esta tarde se le vio cerca de la calle de los Robles”:

El miedo se apoderó por completo de Fernanda debido a que sabía que esa calle se encontraba a unas cuantas cuadras de su casa. Decidió apagar la tele y las luces para dormir, sin embargo, no podía cerrar sus ojos, pues a su cabeza venían situaciones horribles en las que aquel maniático ingresaría a su casa y la mataría. Cuando eran casi las 10 de la noche, el sonido del timbre la despertó.

–  ¿Quién es? Preguntó Fernanda

– Soy yo hija abre pronto, dijo una voz sombría y tétrica

Fernanda no hizo caso y volvió a su cuarto rápidamente. Después escuchó las sirenas de muchas patrullas que aparcaban a las afueras de su domicilio. Fue otra vez a la puerta y escuchó a uno de los policías que decía:

–  Métanlo en la camioneta y llévenlo de regreso al hospital psiquiátrico. Trae una sábana para tapar el cuerpo, no quiero que los fotógrafos vean cómo terminó este pobre hombre.

La niña fue hasta la cocina, jaló un banco y se subió en él para buscar las llaves que estaban sobre la nevera. Después abrió la puerta y lo único que pudo ver fueron un par de camillas. En una de ellas estaba un hombre amarrado gritando incoherencias.

En la otra camilla, estaba el cuerpo sin vida de un hombre. Supo que era su padre, pues reconoció la esclava de oro que colgaba de aquel brazo lleno de sangre.

Leyenda de terror El último suspiro de la reina

Europa del este se caracteriza por tener registros de muchas historias espeluznantes. En esta ocasión vamos a compartir una de esas tantas historias y es la de la reina malvada. La leyenda narra que en una región montañosa había una monarca que era temida por todo su pueblo. El tiempo de tener descendencia ya se le estaba agotando y sin embargo o encontraba a quien desposar.

Entonces su secretario organizó un evento social al cual acudirían jóvenes casaderos de la región. Los muchachos se iban presentando uno a uno y la soberana se limitaba a mirarlos con desdén. Hasta que un chico hizo que sus pupilas se posaran sobre él. La monarca pidió que lo llevaran rápidamente hasta donde ella estaba:

–  Hoy debe ser el día más afortunado de tu vida, pues te he elegido como consorte real. Dijo la monarca.

– De ninguna manera me casaré con usted, después de lo que sus lacayos hicieron con mi familia.

– ¡Insolente! ¿Cómo te atreves a hablarme así? No sabes que por menos que eso puedo pedirle a uno de mis verdugos que te corte la cabeza. Además, ignoro de qué me acusas.

El chico expresó que por responsabilidad de la monarca, su padre había sido azotado hasta causarle la muerte, al no haber podido pagar la cuota de impuestos. Su padre le suplicó clemencia y sólo le pidió unos días más de plazo para liquidar la deuda, no obstante, el personal de la monarca no hizo caso y alegó que se trataba de una orden.

–  ¿Te sobrevive algún pariente?

– Si, mis dos hermanas menores, su majestad.

– Al casarte conmigo, ellas formarán parte de la corte, lo que significa que su condición de vida mejorará marcadamente. De lo contrario, yo misma haré que los soldados queman sus tierras y las dejen viviendo en la miseria, mientras tú te pudres en una cárcel.

El chico pidió que no le hiciera nada a sus hermanas por lo que la monarca ordenó que enviarán al joven a una húmeda mazmorra hasta que cambiara de parecer y dijo que lo alimentan únicamente con un mendrugo de pan y un vaso con agua al día. Así transcurrió una semana y el chico no pronunciaba ni una sola palabra. Los días fueron pasando y la situación era la misma.

La monarca pensó que ya había soportado mucha burla y se trasladó hasta la celda donde estaba el chico para darle un ultimátum. Le dijo que le daría una última oportunidad para aceptar el trato de casarse con ella en buenos términos. Le dio un plazo hasta las siete de la mañana del día siguiente para que diera una respuesta, de lo contrario, procedería en contra de sus hermanas.

Llegó la hora y el joven fue sacado de su celda y llevado hasta el patio central del castillo donde ya se hallaba un encapuchado vestido de negro y sus dos consanguíneas frente al cadalso. Mataron a sus hermanas y el joven le advirtió que debería cuidarse pues su venganza sería mortífera. Fue llevado otra vez a la celda pero ahora sólo le darían agua.

A los pocos días murió de inanición, dejando a la monarca sola y buscando alguien para poder casarse. Todo lo que había acontecido llegó a los oídos de un viejo hechicero, quien había sido buen amigo de la familia del joven. Pensó que era imperdonable lo que la monarca había hecho con todos ellos, sobre todo con ese joven que lo único que hacía era el bien.

Dijo que tenía que buscar la forma de devolver al joven al plano terrenal para que pudiera tomar venganza. Buscando entre sus libros de terror, encontró en uno que se usaron brebajes, los cuales permitían a las ánimas convertirse en fantasmas. No ocurrió nada del otro mundo, sin embargo, a partir de aquel hechizo la monarca comenzó a tener muchas pesadillas y a sentir que alguien la perseguía.

La monarca aseguraba que cada noche soñaba con alguien que quería asesinarla pero nunca podía verle el rostro a esta persona. En oportunidades sentía la respiración de ese ser en su nunca. Intentó dormir y fue allí cuando vio cómo se materializaba la figura del muchacho que hacía unos meses había muerto en uno de sus calabozos.

El fantasma del chico procedió a estrangular a la monarca sin que ésta pudiese gritar ocasionándole la muerte de manera rápida. Así fue cómo el hombre pudo tomar venganza de todo lo que había hecho la monarca a su familia de manera injusta.

El niño de la cachucha verde

La historia habla sobre un hombre llamado Erasmo quien junto a su esposa subió a un carro con la intención de trasladarse a la playa dado que no habían tenido tiempo para disfrutar sus vacaciones por tantos compromisos laborales. La esposa le dijo que no le gustaba salir de noche en carretera por miedo a que ocurriese un accidente de tránsito

Erasmo le pidió que se calmara porque él iba a conducir tranquilamente y despacio. Prendieron la radio del carro para escuchar algo de música hasta que la mala recepción de la antena lo impidió.

La pareja había olvidado el USB en la casa por lo que no tenían como escuchar música durante el trayecto. Para evitar que su esposo se quedara dormido manejando, la mujer decidió empezar una conversación con él.

–  ¿Recuerdas aquellas historias de terror que escuchábamos por internet?

– Claro, eran demasiado buenas. Me encantó la del fantasma que se aparecía en aquella casa abandonada cada vez que llegaba una nueva familia con la intención de matarla.

– Imagínate los escalofríos que deben haber sentido los niños

El silencio se apoderó del lugar cuando tocaron el tema de los niños debido a que la pareja había intentando muchas veces quedar embarazada pero a pesar de la ayuda médica, nunca habían corrido con la bendición de procrear. En eso la mujer de Erasmo volteó su cabeza y vio que estaba un niño sacando la cabeza por la ventana de otro carro.

–  ¿Qué niño? Preguntó Erasmo

– Ahí Erasmo, no me digas que no viste al niño de gorra verde que viene en el auto que se encuentra a mi derecha.

– Amor, creo que te hace falta dormir. Esta carretera está más sola que un panteón, quiero decir a excepción de nosotros no está circulando nadie más.

– Llámame loca o lo que quieras pero yo vi al niño y al carro.

Pasó un tiempo y Erasmo detuvo el carro sorpresivamente dado que había observado un cuerpo tirado en la rampa de auxilio.

-¿No es el niño de la cachucha verde? Le preguntó a su esposa.

– Sí, parece que es él ¿Por qué no te bajas para ayudarlo? Puede estar herido, le dijo la mujer a su esposo.

Erasmo se bajó de su carro y se acercó hasta donde estaba el niño. Lo levantó con mucho cuidado y notó de que una de sus piernas estaba rota, diciéndole al pequeño que no se preocupara pues lo iban a llevar hasta el hospital.

El miedo se apoderó de Erasmo cuando notó un olor putrefacto que emanaba del cuerpo del niño. Quiso gritar pero la voz no le salía.

Cuando fue a levantar la gorra del niño y observar su rostro quedó impactado al ver que aquello era un cráneo lleno de agujeros. Después de eso se subió al carro y condujo hasta llegar al destino planeado.

La pareja tuvo mucha suerte pues según narra la leyenda, el niño de la cachucha verde ya ha cobrado la vida de más de 20 conductores en esa misma carretera.

Leyenda de la casa de las rosas

La mayoría de los habitantes de la colonia “Las Fuentes” estaban conscientes de que no podía colocar un pie en aquella propiedad dado que tenía muchos letreros de advertencia por considerarse monumento histórico, pero además la construcción era ruinosa y deplorable, todo lo opuesto a lo que fue una vez el edificio en sus épocas de gloria cuando le habitaba una reconocida actriz.

La fachada colonia y ostentosa aún se notaba, sobre todo porque no hacía juego con el entorno, que había ido cambiando con el transcurrir de los años.  Los más antiguos habitantes recordaban la trágica historia de la joven que vivió en ese lugar, quien se casó cuando estaba en la cumbre de su carrera actoral.

No tuvo tiempo de disfrutar de su matrimonio dado a que su esposo se suicidó durante la luna de miel, regresando triste y sola a su casa, donde se encerró hasta el día de su muerte.

Para algunos, las advertencias les parecen retos, sobre todo cuando de jóvenes se trata. Unos desafiaban a otros para entrar a la propiedad y robarse alguno de los carísimos objetos que aún quedaban dentro de la mansión. Carlos era un muchacho nuevo en la localidad así que le obligaron a entrar a la antigua casa, a manera de iniciación. Él no conocía el lugar por lo que le fue fácil perderse, tomando en cuenta que la mansión era un gran laberinto.

Carlos buscaba desesperadamente la salida y de repente una hermosa mujer de piel blanca, con gran cabellera negra brillante se le apareció. Tan impresionado estaba el joven con la belleza de la mujer que se olvidó de la realidad, solamente caminaba detrás de ella, perdido en sus encantos, ignorando el grito de sus compañeros, que a través de las ventanas le pedían regresar.

Ciertamente sus amigos no podían ver a la mujer, solo a su nuevo vecino caminando hechizado entre los escombros, desconectado del mundo. Ellos sabían que algo mal estaba ocurriendo. A pesar de sus esfuerzos de gritarle a Carlos, todo era inútil, pues él no escuchaba nada, estaba atrapado en la belleza de aquella mujer que no podía descansar en paz. Dicen que Carlos tenía mucho parecido con quien alguna vez fue el esposo de la actriz.

Parece que Carlos le devolvió la vida a la mujer pues desde aquel día, los jardines de la mansión volvieron a florecer, se llenaron de rosas, coloridas y hermosas. De repente, las risas de una pareja feliz inundaron todo el lugar. Quienes se atrevieron a mirar por la ventana dijeron haber visto al pobre Carlos consumiéndose en los brazos de aquel espectro, que le robaba la vida poco a poco.

Hoy en día las cosas han cambiado mucho. Nadie se acerca a la casa de las rosas, como es llamada ahora, porque se habla de una pareja de espectros que bailan y ríen a rienda suelta todas las noches.

Leyenda de la casa cuna de Cádiz

En el año 1947 ocurrió una impresionante explosión en las cercanías de los Astilleros Echevarrieta Larrinaga, de Cádiz, considerada como una de las más grandes e importantes empresas en construcciones navales. La explosión provocó la destrucción por completo de la Casa Cuna y terminó con la vida de un total de 19 jóvenes, nueve niñas, doce sirvientas y cinco monjas.

Una gran parte de los cuerpos sin vida no pudieron ser identificados dado a que los cadáveres se encontraban aplastados, mutilados e irreconocibles por completo por lo que tuvieron que ser sepultados en fosas comunes. Por su parte también hubo cuerpos que nunca fueron encontrados y se les dio definitivamente por desaparecidos.

En la década de 1621 se fundó la Casa Cuna como hospicio de la ciudad de Cádiz. Su finalidad era principalmente la de acoger a niños recién nacidos llevados por sus madres, por estar estas imposibilitadas desde el punto de vista económico. A estos niños se les llamada “Niños del Hospicio”, criados, cuidados y educados por monjas de la caridad apoyadas por enfermedades amas de leche y cuidadoras.

Luego de aquella explosión, las autoridades decidieron demoler por completo los restos del edificio y en ese lugar se levantó una nueva construcción que fue la Institución Generalísimo Franco, que años después pasó a llamarse Institución Provincial Gaditana.

Era una escuela de sólo mujeres y dirigida por religiosas, con la particularidad de que algunas alumnas se quedaban internadas en sus dormitorios.

Los dormitorios se ubican en el mismo lugar donde un día estuvieron los de la Casa Cuna, dando paso así al nacimiento de una leyenda. Las alumnas comenzaron a decir que escuchaban voces, sonidos, llanto de niños y hasta podían ver sombras en las ventanas, incluso, esa misma sensación la comenzaron a sentir los familiares que iban de visita al lugar.

Las monjas prohibieron en una ocasión hablar del tema para evitar temor entre las alumnas, pero éstas no hicieron caso y continuaron con los cuchicheos entre ellas, contando cada una cuentos de terror hasta que los hechos comenzaron a hablar por sí solos.

En una oportunidad, una de las alumnas fue a su cuarto y se lanzó por la ventana, sin sufrir daños físicos mayores. Cuando le preguntaron por qué lo había hecho dijo que fue empujada al vacío.

Algunos decían ver el espectro de una monja vestida a la antigua en el patio del colegio. Luego en la década de los 90, este edificio se convirtió en la sede de Radio Onda Litoral y esta vez los testigos de los hechos anteriormente descritos fueron sus propios trabajadores. Veían a un grupo de niños con vestiduras de varias décadas atrás que corrían a través del pasillo.

La hipótesis que se tiene de esta leyenda es que los niños que trágicamente desaparecieron aún siguen deambulando por ese lugar con sus llantos, sin encontrar el consuelo ni el descanso eterno que necesitan.

Leyenda de la condesa sangrienta

Conozcamos la historia de una mujer llamada Erzsébet Báthory, más conocida por sus amigos como “La Condesa Sangrienta” debido a sus macabros y sádicos crímenes cometidos en su búsqueda por conservar la eterna juventud. Ella nació en la década de 1560 en la región de Transilvania y formaba parte de una de las familias más poderosas y ricas de Hungría.

Desde joven recibió una educación de alto nivel, cuando muchos nobles no sabían ni quiera leer, ella ya hablaba perfectamente húngaro, latín y alemán. Cuando cumplió sus 15 años fue obligada a casarse con el conde Ferenc Nadasdy, mejor conocido como “El Caballero Negro” por su forma tan cruel de dirigirse en la batalla. Después de la boda se fueron a vivir en el sombrío castillo de Csejthe en los Cárpatos.

En ese castillo la mujer pasada el mayor tiempo en compañía de su despreciada suegra Úrsula. En sus ratos libres compartía con su esposo técnicas de castigo y tortura que luego eran aplicadas a sus criados. La ausencia de su marido fue la causa de que Erzsébet buscara refugio en muchos amantes de ambos sexos de los cuales se aburrió muy rápido, buscando entonces entretenerse con prácticas esotéricas.

Su esposo murió en 1604 y tras su muerte se muda al castillo una de sus mejores amigas conocida como “La bruja del Bosque”. Corrió del lugar a su suegra, montó un siniestro laboratorio en los sótanos del castillo para dedicarse a las prácticas de magia negra en búsqueda de la eterna juventud, dado que para ese momento tenía 44 años y su enorme belleza se estaba escapando.

Creó un aparato de tortura llamado “La virgen de Hierro”, era una muñeca de tamaño natural que se usaba en los ritos de sangre. Era de metal, con cabello rubio, joyas, maquillaje y siempre estaba desnuda. En su interior estaba forrada por puñales, ganchos y otros que eran calentados a rojo vivo. Allí podía meterse una persona y cuando la muñeca era cerrada, la persona sufría el apuñalamiento junto con otros dolores hasta provocarle la muerte.

Con la ayuda de su sirvienta, cometió muchos crímenes dado que estaba convencida que la única manera de evitar el envejecimiento era bañarse o beber sangre de estas doncellas. La mayoría de las víctimas era mujeres de entre 12 y 18 años quienes eran puestas a disposición de su alma. Las llevaban al sótano para darles mordiscos y masticar la carne arrancada.

Las que se negaban eran llevadas a la fuerza. Los primeros cadáveres fueron enterrados con cuidado en las cercanías de la fortaleza pero al final solo eran dejados en los campos sin ningún problema. El pueblo sabía de estas prácticas y mostraba rechazo pero Erzsébet gozaba de impunidad por su alta cuna, hasta que una vez el rey Matías envió al conde Thurzo para investigar uno de los casos.

Entró con sus soldados en el castillo y allí pudo observar a simple vista varios cadáveres torturados, sangre derramada y la propia condesa disfrutando de uno de sus depravados baños. En el juicio, Isabel no quiso declarar. Fue condenada a cadena perpetua, mientras que sus cómplices murieron ejecutados. Ella nunca se arrepintió de lo que hizo. Finalmente murió el 21 de agosto de 1614.

Se dice que cometió más de 600 crímenes, convirtiéndose de esa manera en uno de los asesinos en serie y obteniendo el título de la peor depredadora que haya tenido la historia del crimen. Todo por una macabra búsqueda de la belleza.

La leyenda de la ahorcada María

Narra la leyenda que hace muchos años atrás en las instalaciones del antiguo convento de la Concepción, las monjas del lugar afirman sufrir de apariciones de una blanca y espantable figura en hábito de monja, que estaba colgada de uno de los arbolitos de durazno.

Cada vez que una monja cruzaba el patio en horas de la noche y se detenía a mirarse en las aguas cristalinas de la fuente, se topaba con aquella misteriosa figura.

Detrás de ellas, podía ver a la novicia pendiendo de una soga, con sus ojos salidos de las órbitas y con su lengua fuera de los labios retorcidos y resecos, sus manos juntas y sus pies apuntando hacia abajo. Las monjas corrían del miedo invocando la ayuda de Dios y cuando iban acompañadas de la madre superiora, simplemente la tenebrosa figura se había esfumado.

Así ocurrió por muchas noches. Se dice que la figura fantasmal quería solamente que se supiera la verdad de lo que había suscitado hace muchos años atrás, cuando la joven y bella doña María de Ávila se enamoró de Joaquín Urrutia, un hombre de posición social muy inferior a la de ella y que trataba de convertirla en su esposa para así ganar mujer, fortuna y linaje.

Los hermanos de esa joven muchacha rápidamente supieron las verdaderas intenciones que tenía Joaquín y le ofrecieron una gran cantidad de dinero a cambio de que se marchara para siempre de la ciudad. El joven aceptó la propuesta y se fue sin decirle nada a la mujer que tanto lo amaba.

La mujer cayó en una gran depresión y sus hermanos tuvieron que convencerla para que entrara de novicia al convento de la Concepción, diciéndole que su enamorado había muerto.

Ella entró al convento sufriendo por aquel amor. Se cuenta que cuando descubrió la traición de sus hermanos, tomó un cordón y caminó hasta la fuente donde se reflejó por última vez. Ató la cuerda a una de las ramas del árbol de durazno y pidió perdón a Dios por lo que iba a hacer. Luego se lanzó, golpeando sus pies en el borde de la fuente. Allí quedó, balanceándose como un péndulo blanco movido por el viento.

Transcurrido un mes del suicidio de la mujer, una de las novicias del convento observó por primera vez la horrible aparición de su espíritu reflejado en las aguas de la fuente del lugar. Las apariciones continuaron con frecuencia, al punto que las monjas prohibieron las salidas a la huerta después de la puesta de sol.

Después de investigar, los hermanos de aquella mujer fueron sentenciados a muerte y fueron degollados por considerarse que eran culpables del suicidio que había cometido su hermana.

Hacer pagar a los culpables era la única manera que el alma de la monja pudiera descansar en paz según cuenta la leyenda. A pesar de ello, el fantasma de María seguía apareciéndose en el árbol o en las aguas de la fuente. Luego decidieron tumbar el árbol y destruir la fuente para acabar con el fantasma, pero eso no fue suficiente, ya que el fantasma de María siguió apareciendo, ahora pendiendo del aire.

Leyenda del barco fantasma Mary Celeste

Para quienes no lo sepan, Mary Celeste fue un bergantín construido en la década de 1861. Algunos tenían la visión de que este barco era de muy mala suerte debido a que sus dos primeros capitanes habían muerto ahogados antes y durante el viaje inaugural del navío.

En 1872 zarpó desde la ciudad de Nueva York, transportando hacia Italia, un total de 1.701 barriles de alcohol. Al frente de la embarcación iba el capitán Benjamín Briggs, junto a su mujer e hija de dos años, más la tripulación de siete hombres.

Horas después el barco fue encontrado a la deriva y sin ninguna persona a bordo. El hecho ocurrió el 5 de diciembre de 1872. Se dice que la comida estaba servida y aún caliente, la ropa y pertenencias, estaban en su lugar, pero nadie entendía o podía explicar la desaparición de la tripulación completa. Quienes abandonaron el barco lo hicieron a toda prisa, sin recoger provisiones, pero llevado consigo los documentos del barco, el sextante, el cronómetro.

Al no encontrarse La Yola se cree que huyeron en ella y al ser ésta muy pequeña, la sobrecargaron y lógicamente volcó, dando un trágico final a toda la tripulación. De acuerdo a la versión oficial, una fuga de gases del alcohol que estaba siendo transportado, provocó que el capitán pensara que podría ocurrir una explosión o envenenamiento y ordenó desalojar el barco de manera inmediata.

A parte de esa versión, también existen otras tantas. Por ejemplo se cuenta que el barco fue abandonado en un momento de pánico ante el peligro de naufragar frente a una tormenta. Pero los botes salvavidas estaban aún en el barco y presentaba ningún tipo de destrozos. Además se dijo que la tripulación de este barco pudo ser capturada por una banda de piratas, un OVNI e incluso una monstruosa criatura marina hambrienta conocida como Kraken.

Otra versión un poco más tenebrosa cuenta que los marineros, en medio de una borrachera con el mismo alcohol que trasladaban, procedieron a matar al capitán y su familia, huyendo a bordo de otro barco. También se dice que la comida pudo estar contaminada y causó alucinaciones y trastornos mentales que llevaron a todos a lanzarse por la borda.

Otros dicen que uno de los tripulantes de la embarcación vendió su alma al Diablo a cambio de permitirle escapar de la cárcel y cuando Satanás se presentó a cobrar la deuda, dejó pensando aquella alma en la embarcación, y ante los extraños ruidos que se escuchaban cada noche, los miembros de la tripulación, muertos del miedo, abandonaron el barco.

El barco, después de los misterioso sucesos, pasó por varios propietarios, llevándose a vender incluso muy por debajo de su valor, ya que nadie quería comprar un barco embrujado como era llamado. Finalmente llegó a manos de Parker quien se encargó de destruirlo en un intento de fraude al seguro. Al poco tiempo Parker murió, uno de sus cómplices se mató y otro murió en un hospital psiquiátrico.

Leyenda del Submarino UB-65

En la década de 1916, Alemania comenzó la construcción de una nueva flota de submarinos, en Brujas, Bélgica. En uno de ellos, el UB-65, una viga se deslizó y aplastó a dos hombres, provocando la muerte de uno de ellos.

Se convirtió así en la primera víctima de una cadena de extrañas muertes que empezaron a suceder en relación a esta nave. Después de eso, otros tres tripulantes murieron asfixiados al llenarse de gases la sala de máquinas. Parecían simples accidentes, pero en realidad era el comienzo de una gran historia de terror.

Al momento de hacer su primera salida al mar, antes de sumergirse, el entonces capitán pidió a un marinero que fuera a proa a hacer una inspección de las escotillas, algo que tenía que hacerse de manera rutinaria, sin embargo, el marinero saltó por la borda y fue atrapado por un remolino del submarino y se consideró el hecho como un suicidio. Cuando comenzó la inmersión, el capitán ordenó estabilizar la nave.

No obstante, los mandos se bloquearon y nada funcionaba. La embarcación no logró conseguir estabilidad y fue cayendo a la profundidad hasta chocar con el fondo del mar, quedando inmóvil alrededor de 12 horas, sumergido en el fondo del mar. Comenzó a llenarse de gases, pero en ese momento, tan extrañamente como se había hundido, comenzó a moverse y ascendió a la superficie.

Después de estos misteriosos sucesos fue enviado a los astilleros para ser revisado en seco. A los pocos días fue declarado apto para el servicio. Durante el abastecimiento del submarino, un torpedo explotó súbitamente, dando muerte en el acto al segundo teniente y ocho marineros.

Fue remolcado al dique donde un marinero aseguró haber visto al segundo teniente (el que había muerto en la explosión) de pie en la proa y con los brazos cruzados, otro marinero vivió días después la misma situación y desertó.

Más allá de todo lo que había ocurrido, el UB-65 era una nave aprobada para navegar y acudió a un servicio en el estrecho de Dover. E una de las noches en el cuarto de vigilancia, dos marineros aterrados fueron a hablar con el oficial al mando para contarle que habían visto al segundo teniente fallecido.

Sin explicación el fantasma se paró, se volvió y se quedó observándola de brazos cruzados, mirándola muy fijamente. Dos días más tarde, el fantasma reapareció, siendo visto por el comandante esta vez se ordenó una investigación. Para tranquilizar a la tripulación, el submarino fue exorcizado, pero las apariciones del fantasma continuaron.

Cuando volvieron a la base, ésta estaba bajo un fuerte ataque aéreo, lo cual no afectó a la tripulación debido a que lo único que deseaban era abandonar la embarcación. Justo cuando el capitán bajaba la pasarela, fue muerto al ser alcanzado por la metralla. A la posterior misión del UB-65, otro tripulante se suicidó, un artillero se volvió loco y el primer maquinista estuvo a punto de perder su vida en un accidente.

El 10 de julio de 1918, el L-2 un submarino americano, se encontró al UB-65 navegando a la deriva frente a las costas de Irlanda y creyó que estaba abandonado. Decidieron remolcarlo y cuando el capitán miró por el periscopio vio una extraña figura que permanecía de pie, con los brazos cruzados en la proa de la nave remolcada. Entonces el UB-65 explotó de repente y se hundió. A bordo de él había 34 marinos.

La investigación prosiguió después de la guerra pero ningún nuevo elemento pudo explicar lo que había pasado. El UB-65 y su tripulación fantasma, tal vez siga navegando en las profundidades los mares eternamente.

El fantasma del Castillo de San Servando

En la localidad de Toledo se encuentra ubicado el Castillo de San Servando, un lugar a que lo largo de toda su historia ha tenido variados habitantes desde su remonta construcción. En la época árabe, cuando estuvo bajo el cobijo de los Caballeros Templarios, se originó la leyenda que vamos a contarte a continuación. Todo ocurrió en una noche bastante fría con vientos que alborotaban la lluvia.

Los vigías y Don Nuño Alvear hacían la guardia mientras los demás se encontraban descansando. El centinela vigilaba desde una pequeña habitación y casi caía dormido al no tener más entretenimiento que observar la danza de fuego en su pequeña chimenea, pero junto a los silbidos del viento creyó haber escuchado una misteriosa y estremecedora voz. Después de eso, alguien llamó a la puerta.

Pensó que se trataba de alguna persona que estaba en necesidad, pero no había que confiar en los que andaban errantes a tan altas horas de la noche.

El recién llegado conversaba con los soldados de la entrada rogando albergue, mientras Don Niño, intranquilo, escuchaba tras la puerta. Su voz tenía un acento. Más tarde se presentó en la cámara del Templario, un viejo canoso de larga y blanca barba.

Las manos de este anciano sostenían a duras penas el báculo de peregrino, y sus pies descalzos se arrastraban penosamente por las losas del pavimento.

Don Nuño, lleno de miedo, se colocó sobre sus pies, llevando su temerosa mirada hacia el anciano, que le dijo: Por fin me presento ante vos ¿De dónde venís y a dónde os dirigís? – preguntó el guardián con voz temblorosa, – De dónde vengo es un enigma, pero allí he de regresar de nuevo – confesó el viejecillo.

En ese momento Don Nuño no logró entender las palabras del visitante, pues estaba muy asustado como para ponerse a pensar.

Con sus manos se frotaba sus ojos para descartar que se tratara de un sueño y al saber que no, preguntó otra vez al viejo – Dime, ¿Quién eres y para qué has venido= – Por ti. O mejor aún, por tu alma, que escapa de nuestro pecho como el humo escapa de la llama. Ahora estás en mis manos ¡Soy nuestra muerte!

El cuerpo de Don Nuño fue invadido en ese instante por un gran escalofrío que le obligaba a gritar por ayuda – Es inútil, en vuestro pecho no queda fuerza para el más leve soplo. Debes afrontar tu destino, decía pacíficamente el señor de barbas blancas – ¡Os lo ruego, -dejadme! – suplicaba Don Nuño, – De nada sirven vuestros ruegos ante los testimonios de los que os acusan ante Dios. ¡Mirad, mirad!

Entre las llamas de la chimenea, se reflejaron dolientes rostros. Don Nuño los reconoció a todos, cada uno de ellos había sufrido a manos del cruel Templario. Había musulmanes a quien crucificó, doncellas que arrojó por un precipicio al negarse a satisfacer sus sucios deseos, los pacíficos peregrinos que huían humeando en carne viva al serle derramado aceite hirviendo desde lo alto de las torres del castillo.

Cada una de esas escenas fueron revividas por Don Nuño, que cayó al piso echándose las manos a los ojos sintiendo que le ardían las entrañas, se le nubló la vista, el corazón comenzó a agitarse de manera acelerada y un zumbido retumbó en su cerebro.

Al despuntar el alba uno de los soldados se dirigió a la cámara de Don Nuño, comprobando con espanto que éste se hallaba muerto en el piso, con el pelo más blanco de lo normal y con abundante sangre que salía de su nariz, boca y ojos. Del peregrino no se supo más nada.

La cueva de la muerte

El presidente municipal había dado la orden de comenzar a trabajar en un nuevo camino, con la intención de unir una apartada comunidad de la sierra con los vestigios de civilización más cercanos, dado que hasta ese entonces solo se podía llegar ahí bien sea caminando o en caballo. Los lugareños eran personas de bien que se dedicaban a cultivar y a criar animales.

Entre los pocos que no estaban a gusto con la construcción del camino era Bernardo, quien aseguraba que el ruido de las máquinas hacía que los animales estuvieran inquietos y que sus vacas no querían dar leche dado a que sus animales eran los que estaban más cerca al área de trabajo. Al ver que nadie lo tomaba en cuenta, tuvo que buscar una solución por sus propias manos.

Encontró un lugar despoblado a donde llevaba los animales a pastar, donde el ruido era menor, pues estaba entre dos pequeños cerros que evitaban que el sonido entrada directamente. El hombre decidió mudarse de manera temporal a esa zona hasta que los trabajos de construcción del camino terminaran. Colocó algunas cosas en su carreta y se fue con sus animales. Llegó al lugar planeado y comenzó a trabajar, necesitaba corrales para su rebaño, él simplemente dormiría debajo de un árbol.

Cansado de un largo día de mucho trabajo, el hombre se fue a dormir. Logró caer dormido inmediatamente y después de dos horas de sueño, los animales comenzaron a alborotarse. Los animales parecían un tanto nerviosos por lo que Bernardo se levantó de la cama, pensando que podrían ser atacados por lobos, pero en su lugar, vio una túnica negra que se arrastraba entre las piernas de las chivas, las cuales brincaban descontroladas queriendo salir del corral.

Aquella figura se deslizaba a una impresionante velocidad que apenas podía verla, en un instante estaba escurriéndose por un pequeño agujero por el cual Bernardo apenas pudo pasar, iba decidido a echar tiros y matar a la criatura de una buena vez. La figura comenzó a flotar frente a él, de pronto le crecieron pies y manos y mostró su rostro, totalmente desprovisto de carne.

Bernardo reconoció rápidamente a aquella figura diciendo, – Perdone usted gran señora, si esta es mi hora, no me resistiré. Pensó que la muerte venía por él, pero ella por el contrario le dijo que no era su hora y me mostró su gran trabajo, había a su alrededor miles de flacas velas, unas más gastadas que otras, le dijo al hombre, que aquellas eran las almas de todos los que conocía, que cuando la vela se acababa también su vida.

Quedó sorprendido debido a que la mitad de las velas estaban prácticamente en el suelo, se escuchó afuera un tremendo estruendo y las velas por fin se apagaron, cuando salió a ver lo ocurrido, un cerro se había derrumbado sobre aquel pueblo, intentaban usar explosivos para abrir un huevo, pero un error humano aún no había terminado de colocarlos, cuando se accionaron. Bernardo vio trabajar a la muerte hasta el amanecer.

Leyenda de María Angula

Esta historia tiene como protagonista a una niña que llevaba por nombre María Angula, conocida por su manía de lengua larga. Ciertamente una de sus características era la alegría, sin embargo, le gustaba enemistar a las personas llevando chismes de aquí y para allá. Pasaba mucho tiempo en el chisme, tanto así, que nunca aprendió las labores del hogar, ni siquiera algo tan indispensable como el cocinar.

Los problemas comenzaron cuando María se casó con Manuel, debido a que él le pedía todos los días una comida que ella no sabía hacer. Quien siempre la ayudaba era su vecina llamada Mercedes, quien sí era una extraordinaria cocinera. Apenas tenía la receta, salía corriendo para su casa a prepararle la comida a su esposo y llevarse todo el honor y las gracias.

La cocinera Mercedes ya estaba cansada de esta situación por lo que decidió castigar a la irrespetuosa recién casada. En una ocasión, María fue a su casa para pedirle cómo preparar un caldo de tripas con panza. En eso, Mercedes le dice que debe ir al cementerio con un cuchillo afilado para sacarle la panza y las tripas al último muerto del día. Después de eso, tenía que regresar a su casa para lavarlas y cocinarlos con agua, sal y cebollas.

Estando en el cementerio, frente al muerto, María comenzó a sentir mucho miedo y ganas de salir corriendo de allí, pero algo no se lo permitía. En su lugar, para terminar pronto con todo, sacó rápidamente el cuchillo y lo clavó en el cadáver fresco para quitarle las tripas. Esa noche, su marido hasta se relamió los dedos de la sabrosa comida, sin imaginar que se trataban de tripas de muerto.

En la noche María se encontraba durmiendo cuando de pronto fue despertada por unos aullidos lastimeros, después fueron unos pesados pasos que hicieron crujir las escaleras que llevaban hasta su habitación. Un impresionante silencio invadió todo el cuarto, en medio de un resplandor fosforescente, era un hombre fantasma que cruzó por el umbral.

-María Angula, devuélveme mis tripas y mi panza que robaste de mi tumba, gritaba el hombre de voz cavernosa. La mujer estaba llena de miedo, intentaba gritar desesperadamente pero la voz se negaba a salir conforme al difunto avanzaba mostrándole el hueco que había dejado en su cuerpo. Se escondió entre las cobijas, pero las manos frías del muerto la tomaron de las piernas para arrastrarla hasta un lugar donde jamás pudieron encontrarla.

Leyenda de la casa sangrante

Todo ocurrió en una madrugada del mes de agosto en la casa de un hombre llamado Don Eleuterio Castaño, quien una mañana al levantarse de la cama observó con impresión como todo el piso estaba lleno de una sustancia un tanto viscosa. Cuando encendió la luz para ver mejor, notó que esa sustancia venía de las paredes y que tenía un color rojo, no tardó mucho tiempo para dar cuenta que se trataba de sangre.

Era como si la casa de aquel hombre estuviese sangrando, como si tuviera vida y hubiese sido herido de alguna manera. No dudó en dar parte a las autoridades policiales para que le prestaran ayuda, no obstante, cuando los funcionarios llegaron a la casa, la hemorragia se había detenido y sólo quedaba el horrible escenario de una habitación impregnada de sangre.

Los policías también estaban un tanto sorprendidos de la escena y procedieron a llamar al alcalde, quien llegó al lugar y pudo comprobar que nadie había exagerado con el acontecimiento. Todas las paredes del cuarto estaban manchadas de sangre y en el suelo había un charco. El alcalde ordenó llamar a un médico para investigar el origen de la sangre.

La noticia fue circulando poco a poco por toda la ciudad y cada vez eran más las personas que se acercaban a la casa para observar el terrible escenario de un cuarto lleno de sangre. La noticia de aquel verano de 1985 anunciaba que “Sangre de procedencia extraña brota de las paredes y el suelo de una vivienda”. La casa era pertenencia de la familia Castaño.

Algunos señalaban que la sangre de un matadero cercano a la casa se había filtrado por las tuberías, otros decía que pertenecía a una de las hijas del señor quien había tenido un aborto. También había quienes afirmaban que los seres del más allá intentaban comunicarse con los seres de la tierra. Con el tiempo el caso fue olvidado y de manera sospechosa todas las pruebas habían sido eliminadas.

Infectados

La historia que vamos a contarte a continuación sucedió en un pequeño pueblo donde la alegría en sus habitantes era indiscutible, ¿La razón? Una empresa de origen canadiense había encontrado oro en esa región, lo que significaba un factor económico para el crecimiento del pueblo. Comenzaron a llegar hombres de traje en lujosos carros, quienes ofrecían mucho dinero a los propietarios de las casas del pueblo a cambio de que vendieran sus propiedades.

Ofrecían también una suma alta de dinero para que excavaron el lugar. Uno de los hombres en aceptar trabajar fue Pepe, quien se lo gastó en la cantina. Cuando llegó a su casa, casi al amanecer, sólo tomó un baño y se fue directo al trabajo. Se quedó dormido mientras manejaba la excavadora debido a que no había pegado el ojo en toda la noche.

Con la máquina tumbó unos botes metálicos que se suponía tenían combustible para la maquinaria, pero al romperlos, se dio cuenta que salía de ellos un gas. Asustado por el accidente, Pepe salió corriendo del lugar dejando que los botes cayeran por el túnel regando todo el gas. De pronto, los trabajadores empezaron a caer al suelo, todo el cuerpo les temblaba, echaban espuma por su boca y caían desmayados.

Cuando las autoridades de rescate llegaron a la zona, todos los trabajadores ya se había incorporado nuevamente a sus funciones, sólo parecían haber conservado una tos leve. Fueron llevados a otro lugar provisional para mantenerlos en cuarentena y bajo evaluación.

Para algunos el cambio no fue visto de buena manera. Por ejemplo, Álvaro huyó del campamento, al llegar a su casa, su mujer lo recibió muy alegre, y le preparó la cena, porque no le había permitido comer por varios días.

Estando sentado en la mesa para comer, un fuerte dolor en el estómago atacó a Álvaro. Fue tan fuerte que lo tumbó al suelo. De repente la tos se llenó de sangre, pareciera que algo lo chupaba desde dentro llevándose de él todo el calor. Su esposa corrió a buscar ayuda médica, pero cuando llegó a la casa, Álvaro no estaba. Había salido corriendo. En el campamento, sus compañeros comenzaron a sufrir los mismos síntomas.

Los hombres comenzaron a experimentar una fuerza increíble, tanto que nadie podía controlarlos. El equipo de seguridad y médicos no se daban abasto. La desesperación del dolor había hecho presa de ellos. Las autoridades empezaron a disparar pero era pocos los que caían, la mayoría resistía aumentando su furia al doble.

Fueron acabando con todo lo que había en su alrededor, sus caras se habían deformado por completo, las facciones resaltan como si estuvieran hinchados. Con el corazón acelerado, algunos de ellos caían simplemente fulminados por un infarto y otros se agitaban más hasta explotar sus venas y morir desangrados. La empresa canadiense era en realidad un laboratorio de armas biológicas encubierto.

Cerdo

Esta historia habla acerca de un joven de nombre Saúl, quien con tan solo 16 años de edad ya pesaba más de cien kilos, haciendo que sus demás compañeros y vecinos se burlan constantemente de su aspecto físico. Este chico cayó en un círculo vicioso del cual no pudo salir. Era gordo porque comía demasiado y comía demasiado por ser gordo.

En su escuela estaban en el último año de preparatoria y esa semana se había organizado varias actividades culturales y deportivas. Los alumnos de la institución se iban a enfrentar en un partido de fútbol pero los contrincantes se habían llevado secuestrada a la mascota, que era un cerdo.

Para no quedar en ridículo ante los oponentes, la directora de las porristas se le ocurrió la idea de pedirle a Saúl que hiciera el papel de la mascota a cambio lo llevaría como pareja de baile.

El muchacho aceptó el reto debido a que así se quitaría de encima la presión de su madre quien se había molestado por su sobrepeso, diciéndole que nadie se fijaría nunca en él. Aceptando el reto podría decirle a su papá que iba al concurso de baile con la chica más bella de toda la escuela. El día del concurso, todos le aplaudieron, aunque también algunos se burlaron de él. Donde lo veían le gritaban “cerdo”.

Ese día del concurso, toda la familia de Saúl estaba emocionada. Estando en el lugar, la chica toma de la mano a su novio y le dice a Saúl: – Te dije que vendría contigo, pero no me quedaría toda la noche, pero para que veas que no soy mala, te preparé una mesa de pura comida, en especial tus hamburguesas que tanto de gustan.

El muchacho se sintió muy mal y empezó a recibir burlas de parte de todos los asistentes de la fiesta. Salió disparado de allí y se ausentó por un tiempo. Después se trasladó hasta la sala de control, apagó todas las luces del salón donde se estaba realizando la celebración y activó las alarmas de incendio, mientras todos salían, la tenía la vista puesta en dos personas, la porrista y su novio.

Saúl tomó de pronto a la chica entre la multitud y la jaló hasta el salón de nuevo, cuando el novio se percató de esto, fue tras ellos. Saúl lo esperó detrás de la puerta y le dio un golpe en la cabeza con un bate, después cerró y arrancó las puertas. Sobre la mesa que había preparado la muchacha para Saúl, mató al joven y a la chica en una silla junto a él.

-Gracias por tus detalles, pero no estabas que comiera solo, hoy me acompañas a cenar. Le dijo Saúl a la muchacha y a su novio al mismo tiempo que con su cuchillo cortaba pedazos del joven sobre la mesa, quien se despertó al sentir como algo atravesaba su piel. La carne la colocaba dentro de las hamburguesas y con un tenedor intentaba darle a la porrista un poco de su banquete.

Saúl le ofrecía de la comida a la porrista, pero ésta escupía y vomitada, negándose a comer de ella. El muchacho, algo molesto por el desprecio, empujó el tenedor con mucha fuerza que lo sacó por la nuca. El novio de la muchacha murió desangrado para cuando los servicios de emergencia pudieron romper las puertas para atrapar al cerdo.

La muerte en las paredes

Después de tener todas las comodidades posibles, entró en una mala racha económica y tuvo que comenzar a reducir gastos, entre ellos, la lujosa vivienda en la que vivía anteriormente. Se mudó a una nueva casa, que no le gustaba mucho pero era la que adapta a sus ingresos monetarios. La casa estaba situada en un barrio peligroso, donde las balaceras y los robos eran constantes. Sentía mucho miedo dado que las paredes de la casa eran de madera y las balas podrían atravesar rápido.

Por una parte este chico estaba tranquilo al saber que estaba solo en casa y que en caso de una balacera nada le iba a pasar a un ser querido, sin embargo, la soledad también le preocupada porque si llegara a necesitar la ayuda, nadie se la prestaría. La primera noche en su nueva casa fue de nervio total, no pudo pegar los ojos en toda la noche.

Con el paso de los días el muchacho comenzó a escuchar nuevos sonidos, pero éstos parecían venir desde el interior de la casa. Los escuchaba muy cerca, pensando que alguien se había metido para robar. El chico prefirió esconderse porque no tenía nada con qué defenderse. Sentía cómo dentro de su cuarto corrían personas, tumbando todo lo que tenían a su paso.

Cuando amaneció, salió de su escondite y observó que todo estaba en completa normalidad, pero notó que en la pared del cuarto habían manchas negras, cuando tocó se parecieron cenizas que pintaban sus dedos. Se molestó mucho, pensando que la idea de los malvivientes había sido quemar su casa. Fue hasta un herrero para pedirle que hiciera una puerta y se la pagaría poco a poco.

El herrero aceptó y reconstruyó una que tenía en su taller y el mismo la instaló en mi casa. Atornillar madera de los muebles en las ventanas y sintió que de esa manera estaría un poco más seguro, mientras conseguía rejas para ellas. Llegó la noche y volvió a escuchar sonidos dentro de la casa, como si alguien parecía tumbar el suelo, después sintió que se estrellaban contra las paredes.

Con miedo escuchó un grito angustioso que se metió en su cuarto, una masa negra traspasó la puerta, detrás de ella una masa más grande y oscura voló sobre mi cabeza para cortarle el paso, el rostro de un hombre se formó con aquel humo, después el cuerpo, una mano larga y con garras afiladas lo tomó por el cuello, arrojándolo contra la pared.

El chico salió corriendo de su cuarto y justo en la escalera, se encontró con el joven dueño de la sombra que vio en su habitación, estaba tirado con la expresión en su cara igual a la que dejó en la pared. Cuando llegó el momento de volver a la casa y mirando con atención, observó que a través de la pintura, aún se apreciaban decenas de rostros. Después de todo eso, prefirió dejar la casa e irse a otro lugar, lejos de la muerte.

La dama de negro

Narra la leyenda que en un pueblo perdido entre montañas hace ya más de 50 años, sus habitantes estaban muy atemorizados por un hecho que cambió sus vidas por completo. Cuentan que a las afueras de la localidad, y casi escondido entre una espesa arboleda, había un edificio que fue una vez un psiquiátrico. Poco a poco el personal del centro médico fue reubicado en otros centros hasta que el lugar quedó vacío por completo.

Comenzó a circular un rumor en el pueblo que indicaba que algunos enfermos del psiquiátrico, sobre todo los más problemáticos, habían sido dejados en el lugar olvidados, atados con correas a sus camas, abandonados sin alimento ni agua y sellando e insonorizando sus habitaciones para que nadie los pudiera sacar de allí. El plan era demoler el lugar con los enfermos dentro, pero esto no ocurrió.

A las pocas semanas del abandono del lugar, los lugareños comenzaron a escuchar fuertes gritos por las noches que salían del edificio. El panorama se complicó aún más cuando por las noches comenzaron a desaparecer animales de las granjas y corrales. Los rastros de sangre que salían desde las cercas del ganado llevaban hacía el antiguo psiquiátrico.

También hubo personas que aseguraron ver a lo lejos a una mujer vestida completamente de negro, con aspecto fantasmal y armada con una daga quien mataba a los animales y se los llevaba a muchos de ellos hasta perderse en la negrura de la noche camino del siniestro edificio. Los vecinos decidieron un día comenzar a hacer guardias para atrapar al ladrón de los animales, así fuese un fantasma.

Un día, en medio de la noche, uno de los cuidados agarró con las manos en la masa al ladrón. Delante de ellos, había una figura tapada con una manta negra, flotando a unos centímetros sobre el suelo, con una daga que movía de forma habilidosa con una mano mientras con la otra decapitaba un pollo sujeto. De repente, la figura salió volando hasta el interior del edificio al verse descubierta.

La persiguieron y entraron hasta el edificio y quedaron horrorizados al ver lo que había en la sala. Allí estaban decenas de cuerpos famélicos, encogidos, de largas melenas y que se les notaban todos los huesos.  En el centro, la figura de la dama con la manta negra permanecía de pie, levitando, con el pollo ensangrentado y la daga en las manos.

Salieron de ahí huyendo despavoridos y a partir de entonces, cada fin de año los vecinos de este pueblo dejan, algunas gallinas o cerdos u otros animales en la entrada de la arboleda, y gracias a ello, dicen los viejos del lugar que los gritos no se han vuelto a escuchar por las noches. Lo que bien es cierto, es que esos animales cada mañana de año nuevo han desaparecido.

El cuadro de Rose Mary

Una joven pareja que se habían casado hacía dos años, vivía en soledad pues no habían tenido hijos aun, cuando el hombre iba de camino a casa vio a mitad de la carretera un cuadro, con una imagen preciosa, una mujer de la época colonial tomando el té mientras leía un libro cubierta por una sombrilla del mismo color que su hermoso vestido rojo carmesí, cuando lo tomó estaba cubierto de polvo, y en un recuadro de metal en la parte baja se podía leer «Rose Mary». Rendido ante la belleza del cuadro, lo llevó a casa para colocarlo en el salón.

La mujer no le prestó mucha atención a la pintura, aunque el hombre parecía cuidarla como si fuera su más preciado tesoro. La miraba de reojo desde donde estaba, parecía enamorado de la pintura. Le prestaba tan poca atención a su esposa que está enfureció en un momento, hasta el grado de sentir celos de la mujer en la pintura.

Ante los reclamos el hombre le dijo –¿Es que no te das cuenta de lo hermosa que es?- pareciera que aquellas palabras hubieran presionado el botón de locura de la celosa esposa, que destrozó la vajilla en la mesa en un arranque de coraje. El hombre no reaccionó ante la situación, y simplemente se retiró al patio, repitiendo para sí mismo –Es hermosa, es hermosa-. Le vino a la mente entonces una idea «Ojalá la pintura viviera», y pidió con gran esperanza -Que el cuadro viva-.

Cuando el hombre entró a casa su esposa fingía estar dormida para no pelear más, él se durmió también para encontrarse atrapado en un sueño que no quería abandonar, allí estaba aquella bella mujer de la pintura, tomando el té en su habitación, llamándole «Cariño», invitándolo a sentarse junto a ella, y viviendo un momento romántico.

Despertando contra su voluntad se dirigió al salón donde tenía la pintura, pero esta ya no estaba, pensaba que tal vez su esposa se había deshecho de él, pero al acercarse pudo notar que la mujer seguía ahí, plasmada en la pared, había crecido, se veía un bello paisaje a su alrededor, con la torre Eiffel a sus espaldas. La pintura se extendía como si fuera echando raíces, creciendo en las paredes, tapizando toda la habitación hasta convertirla en un bello castillo, era aquello tan mágico…

—¿Quieres estar conmigo? —preguntó aquella mujer, él asintió, y besó sus labios,—Espera, aquí no se puede, antes tienes que hacerme un favor, sobre todo si quieres estar conmigo — dijo aquella mujer —Mata a tu esposa-, petición que al hombre le habría parecido extraña antes, pero no hoy, no en aquel lugar mágico, no con aquella mujer pidiéndolo.

Un portazo lo despertó (ahora sí realmente despertó), su esposa había llegado, el cuadro no se encontraba en la pared, enfurecido preguntaba por él y solo obtuvo la respuesta sarcástica -No sé dónde está y no me interesa, tal vez se fue caminando-. Tras decir eso, giró y se encontró cara a cara con su marido.

Un golpe en la cabeza la hizo caer. Le dio con el cuadro de su boda y, con el símbolo de su unión. Fue un golpe tras otro. Nada lo detenía, ni los gritos de ella ni el ver como su cara se convertía en una masa de carne y hueso. Solo se detuvo al reventarle el cráneo. La escena era horrenda lleno de manchas de sangre. Arrastró su cuerpo hasta el baño manchando todo el camino. Lo colocó en la bañera y abrió la llave del agua.

Cuando fue en busca del cuadro, lo encontró partido en dos y Rose Mary parecía haber desaparecido de la pintura. Sintió un susurro en la nuca, ¡Era ella!, su querida Rose Mary. Cuando el reloj marcaba las doce, su sueño se cumplió, ahí estaba esa hermosa pelirroja, tomando el té. Sirvió té en una pequeña taza, y le dijo al hombre —Vamos, toma tu té, y estaremos juntos por siempre, vamos, bébelo-.Lo pasó todo de un solo trago, y él murió en brazos de su Rose.

El vecino llamó a la policía porque nadie respondía a la puerta y un nauseabundo invadía el ambiente. En opinión de los forenses el hombre había golpeado brutalmente a su esposa para después suicidarse bebiendo té con cianuro.

El cuadro de rose Mary estaba intacto sobre una silla, como si estuvieran tomando el té juntos. A lo que uno de los policías dijo en tono burlón —Cuidado vaya a ser que esté embrujada. ¿No ves que ella fue la causante de todo esto? — soltaron las carcajadas y a sus espaldas los ojos color verde esmeralda de Rose Mary se volvían más negros que la noche.

El Cuadro

Luz era una aficionada de los mercados informales, buscaba a diario un lugar a donde ir, así fuera muy lejano, para hurgar entre las mesas de artículos usados, buscando cosas que rayan en lo extraño, tenía el cuarto repleto de objetos que la mayoría no tendríamos en casa, aquel día para sorpresa de su familia, llegó tan solo con un cuadro, muy hermoso en verdad, un par de jovencitas, en una pequeña granja familiar, sacando agua del río, con una bello cabaña detrás y a lo lejos un hermoso paisaje.

A su familia le gustó mucho así que lo colocaron en el salón principal de la casa. Estaban todos platicando cuando el más pequeño de los hermanos se echó a llorar apuntando para el cuadro, con extrañeza todos voltearon, sin notar nada fuera de lo común, siguieron platicando e ignoraron al niño que grito más de tres veces.

Ya entrada la noche, Luz se levantó por agua, cruzó por el salón a oscuras hasta llegar a la cocina, desde ahí podía observarse el cuadro, el cual le producía mucha tranquilidad, se quedó mirándolo fijamente, cuando de pronto, las chicas de la pintura, voltearon la cabeza de prisa hacia ella, con una expresión de espanto, echaron a correr, ante los ojos incrédulos de Luz, el paisaje se tornaba distinto, oscurecía, y las jóvenes le pedían ayuda.

Luz no lo dudó y corrió hasta el cuadro, se puso enfrente intentando hablar con ellas, pero las dos se rieron, sacaron un par de cuchillos y le cortaron el cuello, pudo verse entonces, que una sombra se acercaba desde la cabaña en el fondo, hasta que estuvo tan cerca, para sacar sus manos, y llevarse a la joven hacia adentro.

Al siguiente día su familia solo pudo ver la mancha de sangre en el salón, pero sin rastros de Luz, la buscaron por varios días, sin esperanza ya. Su hermana se sentó a observar el cuadro, pudo ver con asombro el cuerpo de luz flotando en el río.

Las chicas de la pintura levantaron el rostro pidiéndole ayuda, a diferencia de Luz ella si se asustó y corrió de prisa a avisar a sus padres, los cuales por supuesto no creyeron nada, en su intento desesperado por deshacerse de la pintura, esperó la noche, la cubrió con una toalla y la descolgó de su lugar, pero antes de que pudiera ponerlo en el piso, un enorme cuchillo le atravesó el vientre, regando sus entrañas sobre el cuadro, y jalando sus viseras la llevaron adentro de la pintura también.

El padre asustado por el ruido que hizo el cuerpo al caer, se levantó con bate en mano, en medio de la oscuridad se tropezó con la pintura, encendió la luz, y vio la toalla manchada de sangre en el suelo, cuando la recogió, notó con espanto que su hija era jalada por el sendero hasta la cabaña, gritaba y gritaba por la desesperación, despertando a todos los demás en la casa, uno a uno solo pudieron observar con horror como si se tratara de una película, que un hombre grande y corpulento cortaba a la joven en pedazos para ofrecer a las dos jóvenes que la comían con gusto.

Trataron de quemar el cuadro, pero siempre aparecía al día siguiente, colgado en el salón, veían a los habitantes de la pintura moverse, como si fuera algo normal, sacaban sus manos e intentaban atraparlos, en ciertas ocasiones habían sido alcanzados por el temible cuchillo por olvidar que deberían guardar distancia.

Así que la familia, decidió, tener un invitado a cenar, cada fin de mes y sentarlo bajo el cuadro… para que lo tomaran a él y no a alguien de la familia.

Brujas de Praga

De seguro has oído hablar acerca de las historias de terror de las Brujas de Praga. Hay quienes aseguran identificarlas gracias a su manera de vestir, mientras que otros la diferencian por su cara y hasta por la vibra que suelen emanar cuando cruzan alguna mirada con las personas. Lo cierto del caso es que las Brujas de Praga forman parte de una leyenda de terror entre los pobladores de la República Checa.

La leyenda narra que estas brujas celebran su Sabbat en la cima de las montañas, en la cual se abre la tierra y las mismas ofrecen sus más preciados tesoros. Los antiguos esclavos les tenían temor y se resguardaban con un helecho o una hostia, y como para algunos esta protección era suficiente, preferían realizar un ritual más poderoso que consistía en encender una fogata y quemarlas hasta eliminarlas.

La tradición de las Brujas de Praga por parte de los checos establece el 30 de abril de cada año como la fecha en la que se realiza la celebración en su honor. Ese día ocurra la tradicional noche de la quema de brujas. Se comenta que ese día andan las brujas por las cimas de la montañas, haciendo que todo el pueblo haga un festejo y prendan hogueras en la que queman brujas de trapo y paja para demostrar que no les tienen miedo.

El ritual se le conoce como la noche de San Felipe y de Santiago. Esta leyenda tiene sus orígenes en los siglos XVI y XVII con la inquisición, particularmente en una ciudad llamada Velké Losiny. Se cree que en la década de 1678 y 1696, esa ciudad se convirtió en la mayor cacería de brujas.

Vampiros de Celakovice

Para nadie es un secreto que los vampiros son espectros nocturnos y que se caracterizan por comer la sangre de los seres humanos. Para poder eliminarlos hay que clavar una estaca en el corazón o quitarles por completo la cabeza, sin embargo, ¿Son estos seres reales? Conozcamos la siguiente leyenda. Sucedió en la República Checa, a unos 25 kilómetros de la ciudad de Praga. Allí se encuentra Celákovice.

Celákovice es una ciudad pequeña donde fue descubierto en la década de 1997 un cementerio con tumbas de vampiros. Hoy en día la historia es ampliamente conocida. Como “Los Vampiros de Celakovice” y se trata de una leyenda que ha tomado fuerza durante los últimos años dado que estas tumbas podrían ser una evidente prueba de que los vampiros en realidad si existieron.

Hasta el siglo XIX, el mito de los vampiros se convirtió en leyenda con dos escritos. El primero de ellos fue publicado en la década de 1800 por parte del alemán Johann Ludwig Tieck “Wake not the Dead”, mientras que el segundo fue publicado en 1887 y se trató de la exitosa y más famosa novela de toda la historia mundial “Drácula” de Bram Stoker.

Los pueblos esclavos empezaron con el mito de los vampiros cerca del siglo XIV y poco a poco se fue extendieron a otras partes del mundo como Europa. El descubrimiento que hicieron en Celákovice representó una clara evidencia de lo que pudo haber sido la existencia de los vampiros en el mundo. El macabro hallazgo lo hizo Jaroslav Spacek en 1997.

Ese año fue descubierto el cementerio exclusivo de vampiros. En el lugar fueron halladas un total de catorce tumbas con personas sepultadas acusadas de vampirismo. Los esqueletos tenían crucifijos en sus ataúdes, estaban amarrados boca abajo y a algunos les habían cortado la cabeza.

Jack el Destripador

Se podría decir que una de las historias de terror más famosas y espeluznante de todos los tiempos es la de Jack el Destripador. Se trata de una leyenda real que tiene cierto aire de misticismo debido a que el caso sí existió pero nunca jamás se ha revelado la verdadera identidad del asesino. Toda la historia sucedió en 1888 en el distrito de Whitechapel, uno de los barrios más pobres.

En ese barrio abundaban los bares mugrosos y los burdeles con mujeres dedicadas en su gran mayoría a la prostitución. Fue el lugar preferido escogido por el asesino en serie más temido de toda la historia: Jack el Destripador. Aunque en realidad sólo cometió un total de cinco crímenes, las escenas de los asesinatos eran demasiado dantescas, al punto de creer que era imposible que esas muertes fueran cometidas por un ser humano.

La primera víctima de este asesino en serie fue encontrada el 31 de agosto de 1888 y correspondía a Anne Mare Nichols, prostituta. A ella le había seccionado la tráquea y el esófago con un arma blanca. Además de eso, tenía las vísceras esparcidas por todo el cuerpo. El resto de víctimas también fueron mujeres de la prostitución. La segunda fue Annie Chapman.

En este caso, los intestinos de la víctima estaban a un lado del cuerpo sobre su hombro derecho, y una parte de su estómago se encontraba junto al hombro izquierdo. La sangre esparcida por todo el cuerpo era inimaginable. Se dice que en un solo día, Jack el Destripador cometió otros dos asesinatos. Las víctimas fueron Elizabeth Stride y Catherine Eddowes.

La primera de ella fue hallada con una sola herida en su cuerpo que atravesaba el cuello de lado a lado. Lo que se dice de este caso es que Jack fue descubierto en pleno acto debido a que no se había ensañado tanto con ella. Por su parte, con la segunda víctima fue diferente. El crimen lo cometió media hora después del anterior. La degolló, le mutiló la cara, le arrancó la nariz y tenía una herida que iba desde la vagina hasta el esternón. Le quitó también un riñón.

El último asesinato cometido por Jack se cree que fue el peor de todos. Se le considera como uno de los crímenes más temibles de la historia mundial. Recientemente, en el año 2018, se subastó una carta que se cree que fue escrita por este asesino en serie y la misma fue vendida en 30 millones de dólares.

La verdadera leyenda de La Llorona

La leyenda de La Llorona es sin duda alguna una de las historias más conocidas, no sólo en México sino en gran parte del continente. Esta leyenda se ha ido trasmitiendo de generación en generación, sin embargo, es importante aclarar que la verdadera leyenda de La Llorona la expone Vicente Riva Palacio en su libro “Tradiciones y Leyendas Mexicanas” publicado en 1880.

De seguro usted se ha preguntado alguna vez en su vida ¿Quién era La Llorona? De acuerdo a lo descrito por Riva Palacio, era una mujer que en vida fue demasiado bella, esbelta, de piel blanca, ojos negros, cabello rizado y labios rojos, con un poderoso atractivo que cautivaba a todos sin distinción de clase. Su fama y belleza era tan impresionante, que todas las noches llegaban a su balcón a dedicarle poemas o canciones.

En una oportunidad, la mujer desapareció de manera misteriosa y la noticia comenzó a rodar por todo México haciendo referencia a su desaparición, pero en seis años nada supieron de ella, hasta que un día toda la verdad fue revelada. La mujer se había escapado con un hombre, y como decían que era un amor prohibido, la escondió en un lugar lejano.

De esa relación nacieron tres hijos rubios de cabello rizado. Lamentablemente la unión amorosa entre ambos se fue enfriando y a aquel hombre ya no le importaba llegar a verla ni a ella ni a sus tres hijos. La llorona, a medida que iban pasando los días, se volvía más triste y deprimida. Un día se fue a buscar a su amor y lo encontró siéndole infiel, desatando toda una terrible desgracia.

El callejón del muerto

La leyenda de terror narra que por el año 1600 en la calle de Anzures, hoy en día República Dominicana en el Centro Histórico de CDMX, empezó a vagar un muerto cubierto con una sábana blanca. Nadie sabía quién era, pero este espectro les dio una verdadera sorpresa a todos. En el libro “Tradiciones y leyendas mexicanas” de Vicente Riva Palacio, este espectro deambulaba en el Callejón del muerto.

Estaba descrito como un hombre de alta estatura y faz pálida, largo y lacio el negro pelo y muy espesa barba con un terrible brillo que brotaba de su mirada. Este espectro rondaba en la calle donde habitaba Tristán Anzures, dijo de Don Tristán, el mercader más respetado de aquella época y quien tras su muerte dejó el ejemplo de cómo vivir como buen cristiano.

Don Tristán era el orgullo de ese barrio debido a que en vida prestaba ayuda a los más necesitados. Era un buen hombre y luego de su muerte, heredó a su hijo la casa, una tienda y una exagerada cantidad de dinero. Este muchacho tenía una vida normal y siguió con el legado de su padre, hasta que cierta noche no podía dormir y comenzó a pensar que tenía semanas sin saber nada del espectro que rondaba el callejón.

Al día siguiente, cerró el negocio y estaba decidido a hablar esa misma noche con el fantasma. Llegó a su residencia, se encerró a rezar, se colgó reliquias y escapularios que protegieran su pecho y luego salió con una daga para enfrentar al espectro. Se le erizó el cabello y empezó a pedir ayuda a Dios con la daga empuñada, hasta que apareció el fantasma y el muchacho le dijo: Te exijo que digas si eres alma de otro mundo.

El fantasma le dijo que tenía una misión en la tierra y le pidió que fuera a su casa, buscará un cofre que había enterrado, pero que él no lo podía leer y tenía que llevarlo al arzobispo. En ese momento el espectro desapareció y Tristán, lleno de curiosidad, fue corriendo a cumplir la orden que le había dado el fantasma.

La mujer herrada

La Mujer Herrada se podría considerar como una de las leyendas de terror clásica de la Nueva España. Vicente Riva, en su libro de tradiciones y leyendas mexicanas, cuenta que la historia de la mujer herrada puede ser real y que los hechos sucedieron en 1670. El libro narra: “Un clérigo no muy viejo, con su medio siglo a cuestas, vivió en México en la calle que llamamos de la Puerta Falsa de Santo Domingo en mil seiscientos setenta”:

Se dice que este clérigo solitario decidió buscar una mujer con quien vivir, un acto que fue rechazado por todos los fieles de la iglesia, además de su mejor amigo y compadre, quien ejercía para ese momento el oficio de herrero, sin embargo, al clérigo no le importó la situación y aún así vivió con la mujer. En una ocasión, ya de noche, tocaron fuertemente a la puerta del herrero quien vivía en la calle de las Rejas de la Balvanera.

“Abre por fin tembloroso y frente a frente se encuentra con dos negros que aparecen llevando una mula de color negro. Y con empeño ruegan que ponga hierros a su mula, con la mayor diligencia”. Pensó que se trataba de un encaro del clérigo, por lo que aceptó de manera amable la petición. Tomó las herraduras y con los clavos, martillos y tenazas puso las herraduras a la mula.

Al día siguiente, el herrero se trasladó a visitar al clérigo para saber el por qué del favor nocturno tan apresurado. Cuando llegó al lugar, el herrero subió veloz la escalera hasta llegar a la recámara y despertar a su amigo para preguntarle sobre la mula. En eso el clérigo se empezó a reír y le dijo que él no tenía esclavos ni mula.

La Planchada

Esta historia está constituida como una de las leyendas de terror urbanas más famosas en México. De ella hay diferentes versiones, especialmente sobre cómo fue el inicio. Hay quienes cuentan que comienza con la construcción del hospital Juárez y otros en la modernidad. La Planchada, en su versión antigua, data del tiempo de la guerra con Estados Unidos en 1847.

En ese año, cuando el Hospital San Pablo, después convertido en el Hospital Juárez, atendía a los heridos, justo cuando Antonio López de Santa Anna perdió parte del territorio mexicano. Se cuenta que dado el elevado trabajo y a la falta de personal en el hospital, las enfermeras se quedaban dormidas, y al despertar apresuradas por atender a más pacientes, se llevaban la sorpresa de que ya habían sido atendidos por una enfermera que nadie conocía.

Los trabajadores y soldados de guerra acordaron seguir un día a la misteriosa mujer que los atendía, y según ellos, desaparecía a los pocos metros. De acuerdo a la descripción, era una mujer hermosa, rubia de ojos azules, que caminaba muy firme y con su uniforme blanco. Nadie sabía quién era, de dónde provenía ni mucho menos cómo había muerto.

Por su parte la versión más moderna de la Planchada habla acerca de una enfermera enamorada que comenzó a trabajar en el Hospital Juárez a mediados del siglo XX. Se ganó el cariño de todo el personal del hospital gracias a su amabilidad al momento de ejercer la profesión. Ella se enamoró de un doctor engreído y mujeriego. Allí empezó la terrible historia de esta leyenda.

La leyenda de Nachito

En la localidad de Guadalajara en Jalisco tiene lugar uno de los panteones más importantes y fascinantes de México. Se trata del panteón de Belén donde se desarrolla la leyenda conocida como Nachito, debido a que allí está su tumba, una de las más visitadas y famosas del país. Éste panteón es considerado Tesoro Arquitectónico Nacional debido a sus tumbas bien conservadas del siglo XIX.

El panteón fue construido en la década de 1848 por parte del arquitecto Manuel Gómez Ibarra. Está situado a un lado del Hospital civil de Guadalajara y se dice que Fray Antonio Alcalde lo mandó a construir porque los entierros por salubridad ya no se podían realizar en las iglesias. En un comienzo era un panteón solo para gente pobre, pero después se convirtió en un sitio exclusivo de la clase alta.

La tumba de Ignacio Torres Altamirano, mejor conocido como Nachito, se encuentra en este panteón. La leyenda inicia con su fallecimiento el 24 de mayo de 1882 y se dice que murió de nictofobia, es decir, miedo a la oscuridad. Desde que nación, Nachito sufría de esta patología. En las noches sus padres colocaban antorchas en su cuarto para mantenerla iluminada todo el tiempo.

Narra la leyenda que en una de esas noches, las antorchas se apagaron por completo y a Nachito le dio un infarto fulminante. Su mamá lo encontró al día siguiente sin vida en su cama. Los padres enterraron a Nachito en el panteón de Belén pero un día después de su entierro, fue encontrada una escena aterradora en el lugar.

Slenderman

El mundo está envuelto en las llamadas creepypasta, concepto dado a las leyendas que se comparten exclusivamente a través de las redes sociales o el internet. Nacieron a partir de la leyenda de Slenderman, un personaje de mucha influencia que llevó a dos adolescentes a cometer un terrible crimen en los Estados Unidos

De acuerdo a la información en redes, Slenderman es un hombre alto, que puede llegar a medir hasta cuatro metros de altura, elegante, que lleva siempre un traje negro, con corbata y camisa blanca.

Lo que llama realmente la atención es que es un hombre sin rostro. Sus manos además son alargadas al igual que sus dedos. En la espalda esconde unos tentáculos con los que procede a atacar a sus víctimas, niños y jóvenes en la mayoría de los casos.

La leyenda dice que Slenderman ataca a niños y a jóvenes que siempre están metidos en sus tabletas, celulares o computadoras y que se consideran amantes de las leyendas urbanas de terror creadas en internet. Esta leyenda fue subida a una plataforma web, específicamente a creepypasta wiki, y desde ese momento comenzó a cautivar a miles de adolescentes desde el 2014.

En mayo de ese mismo año, fue encontrada una niña de 12 años gravemente herida. Cuando se investigó el caso, se conoció que la jovencita fue atacada por dos de sus amigas quienes la intentaron matar haciendo caso a Slenderman. Allí podemos ver el poder de influencia que pueden llegar a tener las leyendas en internet.

Momo en WhatsApp

En el mes de julio de 2018 empezó a rodar la leyenda de terror urbana o creepypasta de Momo en WhatsApp. Una mujer de ojos desorbitados, fea sonrisa, pelo negro lacio y unas horribles garras negras, mandaba desagradables mensajes y así comenzaba el contacto con el usuario…

Todo inició en la red social Facebook cuando un usuario compartió la horrible imagen de la mujer de ojos desorbitados con una descripción en la que aparecía un número telefónico con lada +81 (de Japón) y un mensaje en japonés que decía “La gente me llama L”. Dicen que el usuario pedía ayuda y tenía mucho miedo. Cuando el mensaje se hizo viral, la gente comenzó a añadir el número para hacer contacto con el número telefónico antes mencionado.

Cuando agregan el número en WhatsApp aparecía la horrorosa imagen con el nickname de Momo. Decían los usuarios que si se aventuraban a guardar el número, éste era maldito y Momo era capaz de conversar con ellos en cualquier idioma. Sus pláticas no eran nada agradables.

Un usuario que cayó en el juego de Momo en WhatsApp comenzó una conversación repleta de insultos. Momo boxeó (doxear es un término que se refiere a obtener información confidencial por medio de internet) al usuario, le hizo saber que tenía todos sus datos y le comenzó a mandar imágenes desagradables, una de ellas, la foto de una niña muerta.

La conversación subió de tono y Momo comenzó a mandar más imágenes de niños muertos y le dijo “¿crees que fue sabio que te metieras conmigo?.  Finalmente le mandó la imagen de una muñeca, afirmando que se parecía a la muñeca de su hermana. 

La leyenda de Momo en WhatsApp comenzó a hacerse más viral y los usuarios comenzaron a plantear más retos, uno era escribirle a las tres de la mañana –la hora maldita– o no permitir que escribiera más de dos veces seguidas. Los niños y adolescentes comenzaron a aceptar algunos retos y algunos tuvieron desenlaces fatales.

La leyenda de Verónica (Parte 1)

De seguro la leyenda que le vamos a narra en esta parte de nuestro artículo ya la habrás oído alguna vez, aunque acá te contaremos la verdadera historia de la leyenda de Verónica, no acta para cardiacos. Dice la historia que Ana era una joven normal como cualquier otra. Se esforzaba por cumplir con cada una de sus asignaciones en la escuela y tenía un gran grupo de buenas amigas.

Se podría decir que la vida de Ana era perfecta, lo tenía todo: Amigos, buena posición social, una familia que la amaba y le complacía en todos sus caprichos. Sin embargo, había una particularidad en su vida y era la obsesión por ir más allá y ser mejor que nadie en todos los aspectos, es decir, Ana era una chica muy competitiva.

En matemáticas era la mejor estudiante del aula, en educación física era la que corría más rápido, en inglés impresionaba a todos con su perfecta pronunciación y que hablar de lenguaje donde hasta su profesora se quedaba impactada por el alto conocimiento que poseía.

A pesar de todo esto, Ana se consideraba como una chica despreocupada, es decir, su ambición por destacar era algo que lo hacía prácticamente inconscientemente.

En una ocasión, una mujer y su hija se fueron a vivir al lado de la familia de Ana. Los padres de Ana fueron de inmediato a conocer a sus nuevos vecinos. La hija de la señora se volvió una gran amiga de Ana y compartían la misma edad. Organizaron una merienda para que ambas se conocieran mucho más y compartieran…

La leyenda de Verónica (Parte 2)

Llegó el día de la merienda que habían organizado los padres de Ana y la otra muchacha. La primera impresión de Ana o podría haber sido peor: Una chica vestida completamente de negro, con la tez más blanca que el mármol y con la mirada perdida la esperaba en la cocina de su casa jugueteando con las magdalenas que su madre había preparado.

El nombre de la nueva vecina era Verónica. Ana tomó la mejor actitud para mostrar interés en la velada, sin embargo, la conversación entre ambas se tornaba aburrida y sin mucha actividad. Ana notó que había algo siniestro con Verónica y era su tono de voz tan suave, como si no tuviera sangre en las venas. Antes de marcharse, Verónica le dijo a Ana que sería su compañera de clase, algo que no le agradó para nada.

Al día siguiente, Ana hizo todo para llegar tarde a la escuela, pero cuando el reloj marcaba las nueve en punto, allí estaba Verónica esperándola tal y como le había dicho. Ana no tuvo más opción que entrar al salón acompañada por Verónica y de inmediato sus demás compañeros la comenzaron a mirar extraño, intentando saber quién era esa nueva chica.

Ana se levantó para ir al baño durante la hora del recreo. Quería armar un plan para ser el centro de atención, pero al regresar se encontró la sorpresa de que Verónica estaba de lo más cómoda hablando animadamente con el resto de compañeros y captado su atención…

La leyenda de Verónica (Parte 3)

Fueron transcurriendo los días y Verónica pasó a convertirse en una de las más populares de la escuela, en parte porque le apasionaban los temas esotéricos y ocultistas, algo que llamó la atención de todos los estudiantes de la institución. Ana, en principio, consintió la atención que estaba logrando la nueva, pero después se sintió molesta de estar siempre en segundo plano por lo que decidió pasar a la acción.

Se acercó a donde estaba Verónica con el resto de compañeros y escuchó que ella hablaba de un ritual en el cual si pronunciabas tres veces la palabra Verónica frente al espero, podías ver tu propia muerte reflejada en el crista. Ana y sus deseos de volver a llamar la atención de todos, interrumpió la conversa y dijo que ella estaba dispuesta a hacer el ritual.

Ana corrió al baño y cerró la puerta. Frente al espejo, Ana comenzó a pronunciar la palabra “Verónica” tres veces seguidas. Después de eso, un silencio frío y denso, seguido de un gran golpe seco se escuchó en el interior del baño.

Cuando los amigos de Ana, en compañía de Verónica a la cabeza, entraron al lugar, encontraron el cadáver sin vida de Ana sobre el frío suelo del baño.

En el lugar no había sangre, no había vísceras, sin embargo, había algo que nadie de los que estuvo allí ha podido olvidar hasta hoy: La expresión del rostro desfigurado de Ana que había muerto. Había muerto de puro espanto.

Yushine, la Diosa Sangrienta

Ocho rosas, siete negras y una roja, una cajita de madera, un espejo que quepa dentro de ella, es todo lo que se requiere. Se cuenta que hay personas que lo han intentado, pero nadie ha vivido para contar lo que sucede, quizá hayan encontrado la rosa tarde o el demonio los mató antes de encontrarla. Dice la historia que era un viernes por la tarde, la casa estaba sola, tenía todos los objetos preparados.

Antes de iniciar el ritual, dejó una carta de despedida a sus padres, sabía que hacer la invocación era como un suicidio. Esperó la noche, vio que la luna estaba roja tal y como lo esperaba. Entró a la sala de su casa, se sentó en el suelo, abrió la caja y dentro de ella metió el espejo, deshojó una a una las rosas negras, cada vez que pasaba un minuto metía uno de los pétalos en la caja.

Metió el último pétalo y cerró la caja cerca de las 12 de la medianoche, en eso sonó el teléfono y alguien le dijo: El juego ha comenzado. Cuando miró la caja y la abrió, la rosa ya no estaba. Empezó a buscarla, abrió la puerta del sótano y miró las escaleras y allí estaba la rosa.

Dio un pasó y alguien lo empujó. Intentó ponerse de pie pero no podía, era el demonio atacando. Como pudo se acercó para agarrar la rosa y al tocarla, su mano comenzó a sangrar, el corazón no volvió a latir, había muerto. Nadaba en un foso sin fondo, donde no había agua sino sangre. Terminó en un salón donde estaban sentados los siete dioses. Desde allí la llaman Yushine, la Diosa Sangrienta.

Media noche Isabel

Esta leyenda habla acerca de Isabel Bolívar Miranda y ocurrió en la década de 1899 en lo más alto del Valle de Caracas. Aunque no alcanzó a ver quien fue su asesino, ella sabía quién era. Su prometido había sido quien la asesinó en medio de un ataque de celos y no se dejaría atrapar por nada ni por nadie. El joven le dijo a quien era su novia: -Lo siento Isabel, tú me llevaste a esto.

Se dice que la mujer estaba embarazada de su primera hija pero eso no evitó que el hombre, llamado Juan Vicente la asesinara por los celos. Abrió un hoyo y enterró allí en cuerpo sin vida de su ex amada y se marcó a la oscuridad de Maracay. El hombre comenzó a soñar con Isabel convertida en espanto, cada noche se dice que su espíritu sale por la zona a llevar miedo y temor.

Los Abisales (1/2)

Esta leyenda cuenta la historia de una joven que siempre vivió cerca del mar debido a que sus padres y gran parte de su familia eran pescadores y se dedicaban a labores acuáticas. Estaba realmente aficionada por las actividades marítimas, pero un macabro hecho cambiaría toda su pasión y llevaría a su padre a tomar la decisión de enviarla a estudiar a la universidad, lejos del mar.

Todo comenzó durante un viaje que organizó la familia a orillas del río San Guadalupe, viaje al que no pudo ir el padre de la joven debido a que estaba enfermo de la piel al tener contacto con algunos peces contaminados. Observaron que el agua se movía con intensidad y decidieron lanzar la red para comenzar a pescar.

Cuando sacaron la red, los pescados se desparramaron a lo largo del suelo de la lancha, entre ellos, llamaba la atención de un pez amarillento que desentonaba de forma inquietante ante el asombro de los semblantes. En principio pensaron que era un pescado de dimensiones superiores, de naturaleza horripilante y diferente a cualquier otra especia antes vista.

Luego pudieron apreciar que el volumen de este pez o esa similar al de las especies del río Guadalupe, su color era extraño, tenía forma semi-redonda y poseía facciones inquietantes. Ante el hallazgo, la joven comenzó a investigar en algunos libros y se llenó de miedo al enterarse que se trataba de una peligrosa y extraña especie, de esas que se esconden al fondo del mar.

Los Abisales 2/2

La historia habla sobre “Charales”, un hombre ya entrando a la vejez y que no se dedicaba más a la pesca por lo que enseñó el oficio a sus hijos, mientras él sólo se encargaba de limpiar el pescado. La familia de este pescador experto era muy amiga de la familia de la joven de la historia anterior. Aprovechando esa experiencia, la joven va hasta la casa del abuelo para preguntarle por aquella extraña especie que había visto en el río.

El viejo respondió: Al mar hay que tenerle respeto, que este impone y cuando se manifiesta hay que escucharle. Se hablaba de algunos rituales especiales que tenía los pescadores antes de hacer sus labores. Se dice que el padre y el hermano de esta joven murieron de forma incierta durante sus actividades de pesca. Su más temible miedo es reencontrarse con aquella horrible figura que observó en la lancha de su padre.

El anillo de Alba

Se cuenta que en el siglo XX, una de las damas más poderosas y ricas de la capital era conocida como Doña Alba, quien era admirada por su humildad y generosidad. Ciertamente tenía mucho dinero pero la vida había sido un poco injusta con ella al no concederle un hijo, por eso, siempre que podía la señora ayudaba a los niños en pobreza y les hacía regalos.

Un día antes de su muerte, presintiendo que su final estaba cerca, mandó a llamar al cura del pueblo para hacerle una confesión y dejarle un encargo muy especial. Le dijo que nada de lo que tenía se lo iba a llevar al cielo por lo que le encomendó entregar toda su fortuna a los más necesitados del pueblo. Antes de su entierro, uno de los trabajadores del cementerio alcanzó a ver el cuerpo de Doña Alba y detectó su enorme anillo de oro y piedras preciosas en uno de sus dedos.

Se puso de acuerdo con otro trabajador del camposanto para robar el anillo apenas se fueran todos los familiares de la víctima. Llegó la noche y acudieron los dos a la tumba. Cavaron por varias horas hasta encontrar la urna. En el interior, la muerta lucía espeluznante y por un segundo, un terror mudo se apoderó de ellos. Estaba tan abarrotada que era imposible deslizar el anillo fuera de su dedo.

Los dos trataron de quitar el anillo pero no pudieron hasta que no les quedó otra alternativa que cortar el dedo. Cuando iban salieron del cementerio, uno de ellos pegó un grito de espanto. Al amanecer solo encontraron a uno de los sepultureros, encogido en la puerta del cementerio, pálido y tartamudeando. Su compañero había desaparecido. Se dice que fue el espíritu de Doña Alba quien se lo llevó.

El columpio del diablo

La historia habla sobre María y Viviana quienes regresaban a casa, luego de ir a una fiesta que terminó muy tarde. El carro se le accidentó a mitad del camino por lo que tuvieron que caminar el resto. Una estaba más asustada que la otra. Ambas conocían que el lugar era muy solo y que de allí habían salido muchas historias relacionadas con extraños fenómenos. Siempre se oían ruidos insólitos y escalofriantes.

Llegaron a un par de colinas entre las cuales un desvencijado columpio colgaba de un árbol y en él había alguien meciéndose. Las dos amigas quedaron paralizadas al observar aquello. Quien se paseaba era un hombre muy delgado, de piel pálida y una expresión indiferente en el rostro. De pronto una sonrisa se reflejó en el rostro del hombre desconocido.

El columpio empezó a moverse más rápido y de la boca del hombre salió una risa horrorosa, mientras su cara se había congelado. En ese preciso instante una sombra siniestra apareció a sus espaldas, envolviéndolo con sus brazos y haciendo que se convirtiera en una bola de fuego. Después ambos se consumieron hasta quedar reducidos a solo cenizas.

La cruz del diablo

Se cree que esta historia es una de las más terroríficas ocurridas en Cuenca, una ciudad española caracterizada por las leyendas de terror y misterio. Se cuenta que allí vivía un joven bastante atractivo, quien aprovechándose de su belleza, jugaba a conquistar a todas las mujeres del pueblo. Un día se enamoró de verdad de una joven. Se llamaba Diana y desde el primer momento le robó su corazón.

Ella conocía lo picaflor del joven por lo que se pudo dura y no accedió tan rápido a caer en sus garras. Eso despertó una obsesión en el muchacho, quien no estaba dispuesto a perder a Diana y decidió cambiar su manera de comportarse, dejando atrás su vieja naturaleza infiel. Recibió un mensaje que decía: Hoy que es Noche de los Difuntos, te voy a estar esperando en la Plaza de las Angustias. Quiero ser tuya. Diana”.

Se encontraron en la plaza y comenzaron a besarse apasionadamente. Cuando el hombre fue a levantar el vestido de Diana, quedó paralizado al ver que debajo de él asomaba una grotesca pezuña. Diana se había convertido en un monstruoso ser, con la cabeza de un macho cabrío y unos que resplandecían de manera infernal. Se dice que desde ese día nadie más volvió a ver al muchacho en el pueblo. A continuación le dejamos algunos enlaces de su interés:

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