Enso en el budismo zen, es un término que en japonés se refiere a un círculo. Perteneciente a la caligrafía nipona, está relacionado directamente con esta rama de la religión budista y es considerado un símbolo que invita a la calma y a la meditación.
Conoce un poco más sobre este conocido e interesante símbolo del budismo leyendo este artículo.
¿Qué es enso en el budismo zen?
El llamado enzo o enzo en el budismo zen, define a un círculo que forma parte de los signos o símbolos de la caligrafía de la cultura nipona.
Es un símbolo que expresa diferentes cualidades, tales como la iluminación, el refinamiento y fortaleza. Hay quienes lo asocian con el universo y la ausencia o vacío.
También simboliza la estética japonesa, increíblemente sencilla y que muestra solo lo esencial. (Ver articulo: Diosa afrodita)
Enso es un símbolo bastante antiguo y se valora como un circulo de iluminación, identificándose como uno de los símbolos más importantes o supremos del Zen.
Este símbolo no es un círculo cerrado completamente, se deja una pequeña abertura que intenta expresar que está abierto al espacio infinito y su forma no es perfecta, ya que es pintado a mano con pincel y tinta.
Sin embargo, en la pintura del budismo zen, este círculo del sumi refleja el estado de la mente del pintor, pues en ese momento que la mente se siente en libertad, deja que el cuerpo y el espíritu creen.
El sumi es tipo de dibujo realizado en un solo color, siendo común la tintura color negro, desarrollado por artistas chinos en la época del imperio Tang, que transcurrió entre el 618 y el 907. Fue llevada a Japón por los budistas zen, hacia la mitad del siglo XIV.
El budismo Zen
El Zen es una rama del budismo mahāyāna que enfatiza en la meditación e iluminación interior, sobre todo en la llamada postura zazen y es una de las formas del budismo que más seguidores tiene a nivel mundial.
Zen es una palabra que tiene su raíz en el termino japones zenna, y que se traduce como meditación.
En chino tradicional se conoce como chán (禪)y en lengua sánscrita como ध्यान dhyāna.
Es producto de la combinación del taoísmo chino y el budismo Mahayana.
Su principal creencia o convicción, es que las personas se pueden conocer completamente si practican de manera constante y correcta el zen.
Esta escuela del budismo toma la meditación en la postura propia de Siddharta Gautama, como la vía directa o la herramienta principal para alcanzar el despertar e iluminación.
Esta filosofía hace hincapié en los siguiente aspectos:
- Recuperar y retomar el valor de la sencillez y optar por la simpleza.
- Perder todo lo que llevas, para hallar todo lo que necesitas realmente.
- Valorar y apreciar la riqueza que posee el vacío.
- Nada tiene principio o fin, solo esta presente el vacío.
El zen sostiene que todos los seres humanos somos Budas, y con la práctica constante puede descubrirlo y desarrollarlo.
Esto es una característica muy particular de la práctica del zen, suele ser muy positiva, afirmativa, natural y sencilla; afirmando que cada persona tiene potencial para lograr la iluminación y la budeidad misma. (Ver articulo: La guerra de Troya)
¿Qué es el zazen?
El zazen es la práctica de la meditación que se realiza en la postura tradicional del loto, sentado con las piernas cruzadas, ubicando cada pie sobre el muslo opuesto.
Esta práctica no es una teoría, idea o conocimiento, el zazen cambia nuestro espíritu y nos permite relacionarnos y unirnos con el universo. Fue traída a occidente por el maestro Taisen Deshimaru.
El arte Zen
En el mundo Occidental el budismo zen suele ser muy atractivo, su filosofía, arte y caligrafía son foco de atención, pues generalmente da mucho valor a la libertad y la espontaneidad, en expresiones simples y concretas.
Sin embargo las ideas del zen relacionadas a la pintura y su función no provienen de la tradición budista, sino de la filosofía taoísta China.
Los pintores taoistas practicaban la contemplación, podían dedicar largos periodos de tiempo a ver la naturaleza y a partir de esa observación realizaban paisajes y poemas, evocando recuerdos, emociones, sentimientos y sensaciones.
Al unificar ambas ideologías (taoista y budista), los artistas zen crearon y desarrollaron sistemas y ejercicios artísticos que buscaban romper la rigidez mental y darle la libertad que necesitaba, para percibir y sentir la verdadera naturaleza.
Sus pinturas rompieron con los rígidos y estrictos cánones de su época.
Muchos de estos artistas, eran también monjes que innovaron no solo con un sistema de pintura totalmente nuevo para esos años, sino que desarrollaron una corriente de pensamiento diferente, que no existía para el momento.
El zen considera que solo a través del desapego se puede transmitir el ser real a una obra de arte, en este caso a la pintura. Es por eso que el arte relacionado con esta rama budista es sencillo, simple, honesto, intentando liberarse de cualquier artificio.
Sin embargo para lograr esta simpleza en las formas, el practicante zen debe prepararse y realizar un arduo trabajo personal antes de llevar a cabo el acto de pintar, y así hacer llegar su mente y esencia a través de sus pinceles y trazos.
En el zen, la caligrafía y la pintura con tinta se consideran como las formas de arte más directas e importantes, ya que se cree que son la expresión mas clara y directa del carácter del autor.
Cuando se pinta y traza con instrumentos como pinceles y brochas, se puede transmitir todo el conocimiento e iluminación de los guías y maestros, o por lo menos eso es lo que en el zen se cree.
Todo aquello que empleamos para trazar y dibujar es un medio idóneo para transmitir sabiduría.
Zenga
Zenga es un estilo de caligrafía y pintura proveniente de Japón. Originalmente practicada en el periodo Edo, que abarcaba entre 1615 y 1868, por monjes y practicantes del budismo Zen.
Es apreciada como medio o herramienta para la meditación y la enseñanza espiritual. En Japón la practica de la caligrafía se relaciona en gran medida con la meditación y la religión budista.
Entre las actividades que llevan a cabo los monjes budistas en este país, es común el estudio y perfección de su caligrafía, ya que esta técnica permite mejorar la meditación y el autocontrol.
Historia y origen
El enso en el budismo zen nace del Zenga, una forma caligráfica, propia de los religiosos budistas a partir del año 1615. Aun cuando este tipo de trazos es vistoso y elegante, fue creado y utilizado principalmente para la formación del espíritu y la meditación.
Se dice, que la práctica de la realización de este tipo de símbolos surgió cuando un aprendiz le pregunto a su maestro, qué era la iluminación.
El maestro le dijo que la iluminación no podía ser descrita con palabras o letras y tomando un pincel y una hoja, dibujó el conocido círculo de la iluminación.
Significado
Enso en el budismo zen significa perfecta armonía, vacío de la mente y calma, también representa la iluminación. Para aquellos que practican el budismo zen, este círculo representa el momento en el que la mente se libera y abandona el cuerpo, permitiendo que el espíritu se eleve.
El enso en el budismo zen representa a la persona que lo traza, su estado interno en ese momento.
Una premisa que lo identifica es: la forma es vacío, el vacío es forma. También refleja:
-La totalidad.
-La naturaleza cíclica de la existencia.
-La representación visual del Sutra del Corazón.
Enso o el Círculo Zen de plenitud
Enso es conocido como el circulo Zen y se relaciona con la plenitud de lo simple. Es un símbolo espiritual que posee gran magnetismo y poder, tanto para el que lo ve, como para el que lo dibuja.
Se dice que solo el que tiene una mente despejada e iluminada, equilibrio interno y está libre de cargas mentales, puede trazar este círculo de forma perfecta, sin cerrarlo.
Generalmente los practicantes del budismo, sobre todo los maestros budistas dicen que el circulo Zen o enso, no se puede explicar.
Para entenderlo en su totalidad con todos sus matices y esencia, debe vivirlo, porque este símbolo va más allá de una expresión artística, una forma de arte o un simple circulo.
Enso en el budismo zen está ligado al estado de ánimo, es el punto de armonía perfecta donde el cuerpo y el espíritu son libres para expresar su perfección interna, mediante un movimiento.
Muchos maestros del budismo zen, emplean el enso como un medio o herramienta para saber el nivel de despertar del aprendiz o discípulo.
Se considera un símbolo donde todo está completo y se encuentra contenido en un círculo que no se cierra por completo, pues siempre habrá una pequeña parte conectada al infinito.
Realizar un circulo Zen o enso japonés amerita mucha práctica y sobre todo calma y equilibrio, se dibuja de forma continua y directa, es decir sin detenerse, hacer pausas o bosquejos previos, solo hay una única oportunidad para dibujarlo y no se puede corregir o arreglar.
El arte zen suele ser la expresión del estado interno del individuo, por lo que dibujar o pintar un enso en el budismo zen, requiere de calma y equilibrio, para reflejar en este trazo imperfecto el momento presente de manera perfecta.
Cuando se habla del enso en el budismo zen, este representa el universo, el vacío, el Qi en chino o Ki en japonés, que no es otra cosa que la energía y además el despertar.
Existe quienes lo traducen como el círculo de luces o círculo de infinito, simbolizando la iluminación y el universo que no tiene límite, combinando lo visible y lo invisible
Hay quienes lo asocian con el karma, esa energía que se genera a partir de los actos del ser humano. Sin embargo, también expresa simplicidad, integridad y una gran armonía, entre otras cosas.
Este símbolo es de gran importancia a nivel espiritual, es el vacío, la simplicidad y la plenitud.
«Iluminar la propia interioridad con la luz del vacío no requiere el uso del poder del espíritu»
El enso en el budismo zen y el equilibrio interior
Se dice que un enso real solo puede ser dibujado por un individuo completo a nivel mental y espiritual, pues él es un reflejo de la iluminación. El artista evoca su perfección interna y la expresa mediante un dibujo.
Originario de China, siglo veintiocho antes de Cristo aproximadamente, estas creencias y practicas fueron llevada a Japón por los monjes budistas, que lo suelen describir entre las líneas del famoso poema oriental Shin Jin Mei (Poema de la fe en el espíritu) que recoge la esencia del budismo zen.
Escrito por el maestro Kanchi Sosan, esta colección de poemas es el texto más antiguo del budismo Zen y describe a la Gran Vía del Zen como se describe el enso: un círculo como un vasto espacio, al que no le falta nada; como el vasto espacio donde no falta nada y nada es demasiado.
Por esta razón el círculo Zen o Enso, es quizás el tema más nombrado en el Zenga y pintado por los monjes en territorios chinos desde los años 618 al 907 después de Cristo, época de la dinastía Tang. (Ver articulo:Bastet)
El enso en el budismo zen, fue realizado como un ejercicio espiritual, en estado de meditación o no- mente.
Desde tiempo inmemoriales la idea no era pintar un círculo perfecto, solo realizarlo de una sola pincelada sin un pensamiento en la mente, capturando el estado espiritual del momento.
Fragmentos del SHIN JIN MEI
Poema de la Fe en el Espíritu, por Kanchi Sosan
«La vía es redonda, pacífica,
amplia como el vasto cosmos, perfecta,
son la menor noción de aparecer
o desaparecer.»
En la practica del budismo, se describe y asocia a la Gran Vía o el Santo Sendero de la tierra pura al símbolo enso,
«Queremos atrapar o rechazar,
en verdad, ésta es la razón por la que no somos libres.
No corráis detrás de los fenómenos,
no permanezcáis en la vacuidad.
Nuestro espíritu, cuando permanece tranquilo
se desvanece espontáneamente.
Si detenemos todo movimiento
nuestro espíritu se tranquilizará
Y esta tranquilidad, a continuación
provocará de nuevo el movimiento.»
Vaciar la mente, llenarse de sosiego, paz y tranquilidad, para emprender el movimiento, tanto en el recorrido de la gran vía como en el trazado de un enso en el budismo zen.
El abandono del lenguaje y del pensamiento
nos conducirá más allá de todo,
si no se puede abandonar el lenguaje ni el pensamiento
¿cómo resolver la vía?
La esencia del budismo Zen que se recoge en este poema, se resume en el arte de llevar a cabo el enso y su preparación previa: abandonar lenguaje y pensamiento, te permitirá fluir y continuar.
«Al iluminarnos en todas las direcciones,
aunque sólo sea un instante,
superamos la vacuidad ordinaria».
La iluminación del ser, el vacío de la mente, aquello que se intenta reflejar de manera perfecta en el trazo del enso, es la esencia del budismo zen llevada a palabras por el maestro Sosan,
Enso en el budismo zen y el universo
El circulo está presente con diferentes significados en la gran mayoría de las culturas, sin embargo, para muchos en un signo que tiene trascendencia y no por su diseño y forma.
El enso es más que un diseño, es para el budismo la forma de mostrar el mundo de forma perfecta.
Para el budista zen, el enso es el movimiento, de donde todo parte y a donde todo llega, el lugar donde todo fluye y se concentran.
Es semejante a la luna llena que afecta el mar y su ir y venir, a la rueda del Dharma, donde reposa todo el conocimiento y el saber de Buda. El enso en el budismo zen es el reflejo de todo el universo en constante movimiento
Dibujar este círculo zen no amerita de mayor creatividad, pero si es una vivencia que te permite crear.
Dibujar un enso en el budismo zen
Es importante aclarar que el llamado círculo japonés, no es un simple círculo y que normalmente no está cerrado, pues se puede trazar sin terminar.
Por lo tanto se opone a la definición geométrica de círculo que se explica como un punto extendido alrededor de un centro, con un movimiento perfecto.
Es necesario que antes de dibujar un enso, comprenda y parta de un término: fukinsei, asimetría, irregularidad, la imperfección como parte de la existencia o ausencia de la perfección.
Un enso en el budismo zen no es perfecto, solo se trata de expresar ese momento, prestando toda su atención al presente. Es por eso que se insiste en la necesidad de liberar la mente de cualquier pensamiento.
Es necesario apartar preocupación y ansiedad, viviendo y experimentando el contacto consigo mismo.
Este círculo Zen se realiza en un solo gesto o movimiento, sin detenerse, sin borrar, enmendar o corregir, recuerde que no se intenta dibujar un círculo perfecto, pues ese no es el objetivo final.
La idea es dejarse llevar, dejar fluir y no enfocarnos en las aptitudes, habilidades, esfuerzos y mucho menos el resultado.
El enso en tierra japonesas se dibuja en tinta y refleja el estilo minimalista de esta cultura asiática. Es habitual observarlo en la caligrafía de Japón, y específicamente en la caligrafía de la rama del budismo zen.
El dibujo se elabora con pinceles de varios grosores sobre seda o papel de arroz, sin embargo en la actualidad se ve en pinturas de gran formato, de estilo más contemporáneo.
La línea comienza en cualquier punto, frecuentemente en la parte inferior izquierda y el trazo continua en la dirección de las agujas del reloj. Pero no necesariamente debe ser así, también puede dibujarse en sentido contrario. (Ver articulo: La Diosa Kali)
Dependiendo del que lo dibuja, el círculo enso en el budismo zen japonés, es representado completamente cerrado o solo un poco abierto, se dibuja o cepilla finamente, se realiza el trazo con regularidad o si así se desea, de forma irregular.
El dibujo depende del que lo crea, una simple apertura dejada cuando se traza y el círculo toma otro significado.
Recuerde muy bien que el enso en el budismo zen no suele ser un círculo cerrado y mucho menos perfecto, si se observa desde el punto de vista estético, pues la mano no dibuja un círculo perfecto.
Es muy posible que pueda dibujarse o cepillarse lo más semejante posible, pero siempre quedara un poco irregular, sin embargo, la perfección del enso en el budismo zen, no está en la perfección geométrica.
¿Cómo dibujarlo?
A continuación y de forma resumida encontrará los pasos para dibujar un circulo Zen:
- Comenzar en cualquier lugar, generalmente en la parte inferior izquierda y girar en el sentido de las agujas del reloj o viceversa.
- Se puede trazar cerrado o abierto.
- Los instrumentos y técnicas empleadas son los mismos que se usan en la caligrafía japonesa: pincel, tinta, papel japonés delgado o papel washi.
- Realizar un movimiento fluido y rápido al dibujar.
- Al trazarlo no se debe transformar, es decir no modificarlo, repasarlo o corregirlo.
- Su forma varía según el autor y no se evalúa por su perfección geométrica.
- Al pintar, se intenta más que la perfección del dibujo, la perfección del gesto y al equilibrio entre lo invisible y lo visible, que se logra liberando la mente.
La idea es que más que un trazo perfecto o hermoso, el autor encuentre un equilibrio entre el espíritu, la línea y los elementos de su lienzo. Para esto es común la realización de la meditación sentada de zazen, previo a la realización del dibujo
Trazando el primer enso
Ante todo, debe respirar y dejar fluir sus pensamientos, observarlos en silencio sin ser severo, sin juzgar, simplemente hay que dejar que se expresen, sin dejar de respirar y sentado frente a su lienzo en blanco.
Una vez se sienta en calma y tranquilo, en el lienzo en blanco, sea papel o tela, dibuje de un solo trazo y con un gesto lo más fluido posible, un círculo.
Obsérvelo detalladamente sin hacer juicios, pues con este ejercicio lo más importante es que aprende a dejar fluir, respirar y sobre todo aprende a meditar. Comienza a empaparse de ese espíritu zen del que tanto se habla y que pocos saben describir.
Mediante esta práctica silenciosa, es más fácil observar y dejar salir los pensamientos y las emociones, lo que puede considerar una introducción a la meditación.
Cada vez que realiza este ejercicio, aprende a relajarse y serenarse, que son los primeros pasos para cambiar su camino, iniciándose si es su deseo en la práctica de la meditación y quizás en los artes de la caligrafía.
¿Por qué dibujar un enso?
Trazar el enso es más que dibujar, representa una práctica espiritual de la caligrafía japonesa (shodo) que debería realizarse como mínimo una vez al día, tomándolo como un beneficio y un logro personal, conocido como hitsuzendô.
El hitsuzendô consiste en escribir como un ejercicio Zen, el arte basado en esta filosofía y que permite cultivar la paciencia empleando la relajación, la atención y la sensibilidad.
En Japón, es difícil desligar el arte de escribir y el influjo o influencia del zen. Sin embargo la practica del zen, no es un requisito indispensable para la practica de la caligrafía (shodo).
El enso suele asociarse al vacío: el enso rodea al vacío, pero el vacío también rodea el enso. De este vacío nace la creación, por lo que aprender a vaciar la mente y liberarla es necesario cuando se inicia un nuevo camino.
Cuando la mente está llena, el cerebro tratará de poner todo en orden en ella.
Intentará organizar, analizar, clasificar y resolver cualquier problema o desequilibrio, es en ese proceso que ocurre el verdadero contratiempo. El cerebro empleará toda la energía del cuerpo que sea necesaria para resolver.
El cerebro se concentrará en todos los pensamientos, hipótesis e ideas para resolver la situación, sea de día o de noche, y llegará el momento en que la presión y el estrés bloqueará todo el potencial que tiene para decidir, y entrar en acción.
Por lo tanto, debes educar tu mente, dejar espacio y no manejar toda la información al mismo tiempo, aprenda a vaciar y de este vacío nacerán las soluciones, decisiones, creaciones y acciones.
Formas de enso en el budismo zen
Generalmente cuando se pinta un enso en el budismo zen, se puede agregar algún texto corto o San, que permite ampliar y darle profundidad a la intención del dibujo.
Los gráficos o textos que acompañen al enso, no tienen la intención de explicarlo, ya que como se indicó anteriormente el circulo zen no se explica, solo se siente.
El texto, si se le coloca, puede estar ubicado dentro del enso y también fuera, ya sea a la izquierda, derecha, arriba o abajo. Sin embargo, a veces solo se acompaña de un dibujo cualquiera, hasta de un simple punto.
Existe seis tipos de enso: enso miroir, universo enso, enso moon, enso roue, pastel dulce enso y enso.
El enso y los tatuajes
El enso en el budismo zen es uno de los símbolos más conocidos e importantes de la caligrafía japonesa, estrechamente ligado al vacío de la mente y la calma.
Este símbolo muy similar a un circulo, se realiza a mano alzada, en un gesto fluido y de un solo trazo, revelando el carácter de su autor.
Refleja entre otras cosas la libertad de la mente y como se a comentado con anterioridad, la perfección no está en su forma, ya que esta generalmente es irregular, abierta y no redonda del todo.
El hacerlo a mano y en un solo movimiento implica que no puede ser modificado, remarcado o corregido, no se realizan bosquejos ni trazos previos, es irreversible, pero esa es la esencia del enso en el budismo zen.
En las últimas décadas, la filosofía zen a despertado gran interés y esto entre otras cosas, le ha sumado muchos seguidores.
Actualmente son muchas las personas que han decidido tatuarse el enso, que sin lugar a dudas puede ser un tatuaje bastante interesante.
Sin embargo, tomando en cuenta todas las explicaciones anteriores sobre el trazado del símbolo y lo que este representa, tatuarse este círculo reflejaría todo lo contrario a lo que el enso realmente es y desea transmitir, pero considérelo una simple apreciación.