En esta oportunidad, les estaremos contando sobre leyendas de Guanajuato de terror, mientras que otras Leyendas de Guanajuato prehispánicas, que al ser inmersas en su lectura, se traspola al lugar de los acontecimientos mientras que su piel es erizada por tan semejantes leyendas.
Leyendas de Guanajuato más populares que tienes que conocer
El estado de Guanajuato de México, goza de tener incontables leyendas que han sido transmitidas en el transcurso del tiempo, y que mediante sus generaciones se van contando entre sus pueblos, de manera que algunas han sufrido modificaciones, pero, siguen vivas en la cultura popular de un pueblo mágico, con una rica gastronomía y sus tradiciones, de hecho, muchos de sus habitantes narran que sido partícipes de algunas de ellas.
En este artículo de mostraremos las leyendas más populares y fascinantes de Guanajuato, territorio de leyendas que forman parte de la idiosincrasia mexicana y de las que están contentos los guanajuatenses.
El Callejón del Beso
Cuenta la leyenda de dos enamorados, una hermosa joven hija llamada Carmen, hija de un hacendado del pueblo, y un joven minero de nombre Luis. El estrecho callejón tan solo tenía una distancia entre sus balcones, que se prestaba para que un par de enamorados quedaran frente uno del otro y se dieran dulces y eternos besos.
Unas de las ventadas de la casa de Carmen colindaban con el estrecho callejón, donde era posible que se tomarán de la mano.
El padre de la joven, siendo un hombre celoso e imponente, una tarde descubrió que el joven cortejaba y besaba en aquel callejón de estrecho a su adorada hija, por lo que la amenazaba de enviarla a un convento, no aceptaba que su doncella fuera conquistada por un pobre hombre minero.
El padre de la joven, invadido por la ira le clavó una daga en el centro del pecho a su hija. Mientras, que Luis sostenía una de sus manos entre las suyas, se despidió con un beso.
Cuenta la leyenda, que tradicionalmente los enamorados deben darse un beso en el tercer escalón justo donde queda el balcón de la casa de Carmen, si no lo hacen puede ser que tengan siete años de mala suerte, mientras que aquellos que se besan por espacio de segundos, conseguirán tener buena suerte por mucho tiempo.
La Princesa de la Bufa
Cuenta la leyenda, que existe un sortilegio en Guanajuato que le jura amor y riquezas a quienes la cumplan. En uno de sus pobladores, habita una hermosa y encantadora doncella quien goza de una extraña magia de belleza, se asoma a los caminos en búsqueda de cualquier caballero, a quien le ruega que la lleve entre sus brazos al altar mayor contrayendo matrimonio en la Basílica de Guanajuato, y una vez que llegan al lugar todo el ambiente comienza a resplandecer en una encantadora luz plateada, y la joven del hechizo, vuelve en su condición de humana normal.
Cuentan que, para deshacer este hechizo se deben cumplir algunas condiciones exactamente, como que el caballero, prendado de la hermosura de la joven, tenga la fuerza y el brío de aguantar muchas pruebas; como es que la lleve en sus brazos mientras camina hacia adelante sin duda y no mirarle la cara, así lo atormenten voces que lo llamen y otros ruidos extraños a sus espaldas.
Si el hombre, siente temor y la tranquilidad y se le ocurre voltear la mirada hacia atrás, es cuando la hermosa joven se transforma en una terrible y espantosa serpiente, haciendo que todo culmine en ese momento.
Por supuesto, que la oferta es atractiva, una espectacular joven y una riqueza incalculable, pero, de quién se trata el caballero que tenga ese carácter de acero y que pueda cumplir esta aventura?
En la actualidad, en el estado de Guanajuato, no existe quien haya sido capaz de llevar a cabo los requisitos necesarios para romper el hechizo.
Las Momias de Guanajuato
Cuenta la leyenda, que durante el año 1833, una epidemia de cólera atacó a los habitantes de Guanajuato, y muchos por temor a ser contaminados y la enfermedad continuará sus estragos, decidieron de enterrar a muchas personas vivas.
Pero, antes las personas sufrieron el proceso de momificación, razón por la que sus rostros muestran signos de dolor, estas momias son mostradas en un panteón ubicado debajo del lugar donde se localizaron aproximadamente a finales del siglo XIX y a mediados del siglo XX.
Según manifiesta las autoridades de Guanajuato, que las momias se encuentran permanentemente en exhibición, y que muchas de ellas han tenido la oportunidad de viajar por todo el mundo exhibiendo para de su cultura.
Los Fantasmas del Hotel Sierra Nevada
Según cuenta la leyenda de Guanajuato, existe un edificio colonial conocido con el nombre del Hotel Sierra Nevada, donde aparece un mayordomo con una vestimenta que suele ser de los años 1910.
Narran que este fantasma, habla con sus visitantes, además cuentan que cuando aparece se siente un fuerte aroma a café que se esparce por todo el ambiente.
También, cuentan que aparece en las instalaciones el fantasma de una niña que muestra ser del siglo XIX. Sin embargo, su historia no es conocida que tan sólo se puede apreciar caminando y jugando a solas dentro de las frescas flores que tiene los jardines.
La Llorona
Cuenta la leyenda que se trata de una mujer que tiene los cabellos largos y de color negro, quien interrumpe la tranquilidad de las noches oscuras con sus lamentos desesperados.
Narran que el espectro de la llorona, sale a medianoche de una casa en ruinas ubicada en la calle Hidalgo, quien lleva puesto un vestido largo de color blanco, mientras que sus brazos lleva como especie de un paquete.
Se dirige caminando a la calle Cantarranas hasta la Plaza Hinojo, dejando lo que lleva frente a una casa legendaria y sombría. Después comienza a emitir desgarradores gritos y llantos, despertando a todo aquel que la escucha.
Cuentan, que en ocasiones se puede escuchar a medianoche por la calle de Guanajuato mientras que se pasea entre ella.
La Casa de las Brujas
Se trata de una particular y majestuosa mansión ubicada en el Paseo de la Presa, acompañada de una arquitectura impresionante. Es una estructura antigua donde se encontraba la Escuela Falcón.
Se puede dilucidar, que sus pobladores aún no conocen verdaderamente su leyenda, pero, lo que sí es cierto es que la lúgubre mansión está maldecida, en ocasiones se pueden observan los muebles que se mueven solos.
La Leyenda del Cantaor
Cuenta la leyenda, de un joven conocido José Carpio, quien era hijo de un hombre minero quien mantuvo su vida desde niño en las actividades de minería.
A la edad de veintidós años, José era un hombre atractivo, que gozaba de encantar a muchas jóvenes del pueblo, no sólo por su fuerte escultura sino por su belleza física, y con la gracia de tener una voz de tenor quien la acompañaba junto a su guitarra.
Transcurrían los días y la fama del joven se acrecentaba junto a su voz y le don de tocar la guitarra, por lo que era conocido como El Cantador. Siendo un día su padre falleció a causa de un accidente en las minas. Luego de este acontecimiento, José dejó la música y su guitarra y juro que más nunca volvería a tocar este instrumento.
Se dedicó a laborar la minería, y con el pasar del tiempo, alcanzó la fortuna, por lo que pudo instalar su propio negocio y explotación de la minería. Según, el joven aumentará era próspero, los sonidos de su guitarra se escuchaban por todo el pueblo.
En algunas ocasiones, la zona cercana a este lugar, conocido como el Jardín de las Flores, comenzó a ser conocido como El Cantador.
La Calle del Truco
Cuentan que el nombre de la calle del truco, viene dada por el vocablo “truco”, donde un hombre apostó a su hermosa esposa con el diablo.
En esta calle conocido de esta manera por los guadalajareños, es donde los hombres más pudientes del pueblo comenzaban a reunirse desde las seis de la tarde para hacer grandes apuestas de dinero.
Existía un hombre casado con un hermosa mujer, además de poseer grandes riquezas, pero un extraño y anciano hombre llegó al pueblo para apostar todo en juego con este hombre.
Cuentan que el mismo anciano era el diablo, quien se llevó a la hermosa mujer y a su pequeño hijo del apostador. El anciano, usaba un traje negro acompañado de una gran capa, sombrero de ala ancha que le cubría hasta las cejas, sólo se le podían observar los ojos chispeantes, cara pálida y desgastada, caminaba velozmente entre las oscuras y solitarias noches.
Don Ernesto, quien secretamente se paraba en una puerta, llamaba tres veces, mientras el sonido de ultratumba no pasaba por alto.
Al tanto, ingresa el misterioso caballero a la Casa del Juego, a donde solo asisten los ricos, se juega y apuesta grandemente, comienzan con bolsas repletas de oro, luego las fincas, por últimas haciendas. Era uno de esos días que no son los mejores para don Don Ernesto, en sus juegos ha perdido tres o cuatro de sus más valiosas propiedades. Su estado de ánimo llena de angustias y nervios como nunca antes se había visto. La suerte lo ha abandonado, comienza a recordar que lo ha perdido todo.
- No has perdido todo amigo, aun te queda algo valioso
- ¡el diablo lo sabe!, ¿Qué es?
- Va una jugada por todo lo que has perdido, en la primera apuesta se escucha
Don Ernesto, descontrolado por lo que le ocurre dice:
- A qué te refieres?, mencionado de una vez por todas!, con gesto de incorporarse
- A lo que el opositor le exclama: Tranquilo, tranquilo!!
- De nuevo grita el desafortunado hombre
Su contrincante, se sesga sobre la mesa para cuchichear algunas palabras al oído de Don Ernesto
- No!!, por Dios!!, ella no!!, Exclama asombrado y perdido de exaltación.
- Soluciona, para que recuperes algunas de tus riquezas
Pasaron unos minutos, en la mente del sorprendido jugador hasta que reacciona y dice
- Así será, ¡ a carta mayor!
Su amigo opositor, con toda calma, coloca sobre la mesa de juego, dos cartas: una sota de oro y seis de espadas
- A la sota!, grita Don Ernesto vibrando de emoción
Sin embargo, las cartas nefastas se deslizan entre los dedos saliendo: el siete de bastos, tres de oros, caballo de copas y por último el fatídico seis.
- A lo que exclama, has perdido de nuevo
El hombre con el habla perdida e inmóvil, queda desmayado en sí mismo, ha jugado a su hermosa esposa. Es un hombre que no puede fallar a su palabra, debe cumplir.
Su competidor era el mismo diablo, lo que hizo que Don Ernesto, no ganará ninguna de las jugadas. Esto ocurrió en la Calle del Truco.
Casa de los Lamentos
Cuenta la leyenda, que durante el período de 1890 a 1910, en este lugar sucedieron una cantidad de asesinatos en serie cometidos por un hombre llamado Tadeo Mejía, quien la habitaba.
Narra la leyenda sobre la casa de los lamentos, que durante el siglo XVIII, funcionaba como oficina postal, y que durante el año 1890, fue adquirida por un millonario hombre de profesión ingeniero minero, obtuvo la propiedad con la intención de reestructurarla para su para prometida María Constanza de la Rivera Olmedo. Esto fue mucho antes de que sus vidas estuvieran envueltas en una desdicha.
Cada rincón de la vivienda, estaba acompañado de color gris y de misterio, en su interior mantenía la leyenda de Don Tadeo Fulgencio y Doña Constanza, ella fue asesinada, mientras que él quedó en estado de demencia a causa de la muerte de su esposa.
Constanza perdió la vida en un asalto, lo que le trajo como consecuencia a Tadeo que quedará en un estado de ánimo a perder la razón, en su sufrimiento, consultó a una bruja para que lo ayudara a contactar a su esposa en el más allá.
La bruja, viendo el estado de desesperación de hombre, comenzó a enseñarse actos de magia negra, en los que se hacían sacrificios humanos, encontrándose en su casa restos de cuerpos humanos y muchos libros de magia negra.
En la Casa de los Lamentos, existen los pasatiempos favoritos de Don Tadeo Fulgencio, sus anhelos, su desgracia y su venganza. Esta vivienda se encuentra ubicada en la carretera a Dolores Hidalgo, kilómetro 4, Valenciana. Quienes la visiten, podrán sentir temor, está abierta al público todos los días desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la noche.
El Pípila
La leyenda narra sobre un hombre natal de San Miguel de Allende, quien trabajaba en la zona vecina minera de Mellado, conocido como Juan José de los Reyes Martínez, además quien tenía como apodo “Pipila”
Se cuenta que en Hidalgo, una vez que llegara la conspiración, junto un gran grupo de personas del pueblo, inclusive algunos de ellos, eran cautivos quienes estaban encarcelados, y en su compañía muchos se unían en el camino, hasta que llegaron a Guanajuato.
La intención primordial era tomar la Alhóndiga de Granaditas, donde el jefe de nombre Riaño se comportó fuerte junto a sus soldados del ejército. Las riquezas que custodiaba, eran aproximadamente tres millones de pesos en efectivo, barras de plata y un azote especial que pertenecía a la Real Hacienda, además de municiones y grandes cantidades de alimentos, que eran necesario para soportar el combate.
La batalla se hizo fuerte, y los hechos de valor y heroísmo estuvieron presentes por las actuaciones de la participación de ambas tropas. Aunque, se debe señalar, que quienes de refugiaron en la Alhóndiga, no sólo se trataba de españoles, sino también personas originarias de la zona, quienes tenían posición adinerada, quienes aun conociendo el resultado del saqueo, temían por sus vidas, debido a que no contaban con suficientes armas.
Se debe recordar el parte de Riaño A. Calleja, quien decía: “Venga en mi socorro porque no tengo para defenderme tan sólo unas espadas que parecen de cristal, voy a aguantar porque son honrado”.
En la brutal y triste combate, aquel hombre pueblerino, humilde trabajador de Mellado, se arrojó sobre su espalda una losa, junto a una antorcha, mientras caminaba duramente hasta llegar a la entrada de la Alhóndiga, a la que encendió, luego que le untó un poco de resina.
La madera fue cediendo poco a poco, y la multitud arrojó sobre ella sin piedad que muchos caían fallecidos, ante los ataques de los españoles. Muchos caían, mientras que otros pasaban por encima para aguantar el patio de la construcción, el combate se realizó frente a frente, mientras que las fuerzas se confunden por la igualdad, debido a que las armas de fuego, ya no eran suficiente ni tenían valor alguno, en ese momento la sangre fluía como un riachuelo por la puerta y la calle de Mendizábal a lo largo de la calle.
De no haber existido Pipila, Hidalgo no fuera asaltado a Granaditas, y el destino de la insurrección hubiese sido otro, por lo que la independencia de México, se habría logrado, pero no se conoce por quién, ni cuándo, cuáles serían las condiciones y cuáles son los sacrificios.
El triunfo de este histórico combate entre insurgentes y realistas, se debió originalmente por la valentía y coraje del Pipila. Para concluir, se puede decir que a causa de este acontecimiento se apertura una época heroica donde Guanajuato, se engalana de gloria y que tiene un gran significado ilustre en la historia del país azteca.
El Fantasma del Convento de Guanajuato
Cuenta la leyenda, sobre un pintor famoso llamado Gerardo Murillo, y con el apodo de doctor Atl, en algunas oportunidades andaba por diferentes lugares del ex convento, en búsqueda de motivos que los inspirarán para plasmar en sus obras de arte.
Siendo una tarde, cuando el pintor se disponía a descansar, observa que el Coronel y su asistente llegaron de forma acelerada, al tanto que intercambian palabras discutiendo.
El asistente se dirigía con paso firme hacia el patio central del lugar, con su mirada puesta fijamente en un arco de la construcción, mientras que el coronel también centró su mirada al específico espacio, y sin esperar, sacó su armamento y comenzó a disparar, la potencia de los disparos y el eco de los disparos que resonaban ensordecedoramente, pusieron en alerta a Murillo, quien no podía visualizar con exactitud la proveniencia de los disparos, pero tuvo la precaución de lanzarse al piso.
El Coronel, se detuvo en descargar su arma sólo cuando se terminaron los proyectiles, mientras que volvía a recargar su arma, invadido por los nervios y susto, sin dejar de mirar aquel aterrador arco, sintiendo como una presencia que se acercaba hacia él.
Hubo un momento que sintió que comenzó a flotar por los aires, al compás que sus ojos se le salían de la órbita, la presencia de una fuerte criatura lo levantaba del suelo y le apretaba con gran fuerza el cuello, ante la mirada desconfiada de su asistente, y aquel famoso pintor que miraba desde lejos, el Coronel estaba suspendido en el centro del patio, aproximadamente a medio metro de altura, pataleaba, haciendo lo posible de escapar de la gigantesca fuerza que lo sostenía y le asfixiaba al mismo tiempo.
La batalla no duró por mucho tiempo, el coronel no pudo librarse a pesar de sus energías, y sencillamente su armamento cayó al suelo junto a su cuerpo desmayado y pálido.
En ese momento, acudió Morillo para auxiliarlo, pero al llegar al lugar y estar junto al cuerpo del militar éste exhaló su último suspiro, y el coronel falleció con una mirada de terror que dibujaba su cara.
El comisario que se encontrara en cierta distancia y quien escuchó las detonaciones de los disparos, el pintor se encontraba con el portero del lugar, y su esposa quien les narra lo vivido, compartiendo de forma inmediata lo ocurrido con la autoridad, por lo que todos fueron acusados de asesinato, debido a que no creía en los hechos narrados.
El portero fue interrogado, quien manifestó que el coronel desea de terminar con el fantasma, luego el aterrado pintor no contó con la aprobación de sus declaraciones, por lo que fue el primer sospechoso, sin embargo, el médico de guardia era el único que creía en los relatos, mientras que se le ocurrió que las huellas del pintor y las que aparecían en el cuello del coronel, y las pertenecientes al pintor, fueran analizadas, dando el resultado que las mismas no coincidían, las señales superan las dejadas por el sospechoso, siendo mayormente dobles a las de su tamaño.
Mientras tanto, se aguardaba por la declaración el asistente del coronel, quien estaba hospitalizado a causa de la impresión de los hechos. Luego de su recuperación y con los cinco sentidos bien plantados, el asistente asistió con el comisario a reconstruir los hechos sucedidos en el ex convento.
Se observaba claramente en sus ojos el miedo aterrador, cuando el hombre de la autoridad, ocupaba el mismo lugar de día de los hechos al narrar el acontecimiento, mientras exclamaba:
- El coronel y yo retornamos de nuestras actividades, una vez que atravesamos por el patio, observamos en uno de los arcos, cuando se levantaba desde el piso una espantosa sombra oscura, el miedo se apoderó de mí, mientras que el coronel comenzó a dispararle.
Cuando se le terminaron los proyectiles, el fantasma se esfumó de los arcos, y apareció en frente del coronel, se acercó y con sus gigantescas manos lo ahorcó, no aguante el terror por lo que me caí desvanecido, sólo parecía el fantasma de un fraile, su rostro era terrorífico, sus manos eran….
Cuenta la leyenda, que este espantoso acontecimiento sucedió en el ex convento de La Merced en Guanajuato. Mientras tanto, el fantasma se observa por los pasillos, y tristemente el afán del coronel por terminar con este espectro, no le ayudaron ni sirvieron para acabarlo.
El animal del puente
Esta leyenda, se trata de una criatura que aparece entre unos arbustos en una noche oscura y solitaria a un hombre que quizás sea parte de su imaginación, a continuación le contamos cómo aparece el animal del puente.
Era un día normal en el pueblo llamado San Miguelito en Guanajuato, cuando un pueblerino quiso entrar a la catedral del lugar, para confesarse y aprovechando que las puertas de la iglesia estaban abiertas, entro para pedirle al religioso que deseaba confesarse enseguida porque debería de irse, a lo que el sacerdote aceptó.
Mientras se encontraba en el confesionario, el hombre empieza a mencionar una leyenda repleta de secretos oscuros, que por supuesto, el sacerdote estaba impresionado de escuchar las terribles confesiones que contaba el hombre.
El sacerdote, se sentía algo nervioso y con el rostro pálido y sudoroso, le solicito al hombre que se confesará ante algunos testigos, sin embargo, el hombre no convencido, igual accedió al pedimento del religioso.
Transcurrieron algunos días, llegando el día para confesar al hombre, quien retornó con la intención de cumplir lo requerido y acompañado por varios sacerdotes, quienes con toda atención escuchaban el desagradable relato.
El hombre comienza su narración, de una forma improvisada contando que su hermano había fallecido a consecuencia de una extraña enfermedad, yo me responsabilice por todos los servicios del sepelio, y tristemente fue sepultado en un panteón muy próximo, me despedí de él, le agarre la mano y lamenté su muerte.
Pero, cuando estaba a ciertas milésimas de cerrar el féretro, sentí que me agarro mi mano con mucha energía, en ese momento no le di importancia, pensando que era asunto de mi imaginación y dolor, no me sentía valor de conocer qué ocurría.
Siendo, una noche lúgubre, fui a recoger algunas trozos de leña para hacer fuego porque hacía mucho frío, cuanto casi atravesaba el puente cercano al sitio donde está mi casa, cuando repentinamente se asomaron dos ojos saltones de color amarillo, que alumbraban junto a la luz de la luna en medio de aquel bosque.
Aterrorizado y tiritando de miedo, quedó tieso sin poder mover ni pronunciar palabras algunas, hasta que mis oídos escucharon con claridad la voz de mi hermano que me exclamaba: “yo estoy bien, por siempre estaré cuidándote hasta el día que fallezcas”.
Luego de ese evento, una criatura saltó del otro extremo del puente, corriendo hacia donde yo estaba, pero antes de toparse conmigo desapareció junto a una ráfaga helada de viento. Ciertamente, no recuerdo qué tipo de criatura era, ni su forma, eso me horroriza.
Muchas personas que han atravesado ese puente, mantienen que han visto unos enormes ojos amarillos que alumbran entre los árboles, que se asoman de improvisto, luego aparece un gigante y extraño animal que se esfuma cuando llega al otro lado del puente.
La momia viviente
Por asuntos de trabajo asiste a una convención realizada en la ciudad de Guanajuato. Siempre me sentí atraído por conocer este pueblo por sus mitos y leyendas, especialmente las contadas sobre momias.
Realmente lo vivido en ese lugar y la amabilidad de su agente atraen a sus visitantes, es algo maravilloso. El primer día pude recorrer sus calles y populares callejones. Como estaba cerca del panteón municipal, aproveche para visitar al famoso museo de las momias de Guanajuato. Compre el boleto en la taquilla, mientras que el vendedor me preguntó:
- Usted es turista?
- Si, a lo que le pregunte como se dio cuenta?
- Simplemente, por su dialecto, me di cuenta que usted no es de esta región. Igual debo decirle, que usted tiene mucha suerte, porque las momias andaban de viaje.
- ¿Qué?
- No creo, que usted no haya escuchado sobre la exposición de “momias viajeras”, en donde treinta y seis momias, dejaron el lugar por un espacio de cuatro años, para ser mostradas en Estado Unidos. Hace unos quince días retornaron a sus lugares.
El comentario, me asombró sobremanera, mi inquietud se incrementa cada vez más. Entre al museo y fui observando con esmero y dedicación aquella extensa exhibición.
Sin embargo, me pareció que en uno de los estantes faltaba una pieza, era notorio su ausencia en el espacio. Concluida la visita, me dirige de nuevo al hotel, llegando observe como un vehículo estuvo cerca de arrollar a una mujer, como pude la empuje para impedir el accidente.
La mujer, se alistó parándose y dice con clara voz:
- Muchas gracias!
Lamentablemente no pude observar su cara, estaba cubierto con una fina máscara de seda, sin embargo, al darme la mano sentí un fuerte escalofrío y uno de los dedos quedó atrapado entre mi mano. Era un trozo de hueso del mismo color de los que estaban expuestos en la exhibición.
- Levanté la mirada y grite con fuerza:
- ¡Pero, es una momia!, era muy tarde, la mujer se había esfumado.
El Callejón de la Buena Muerte
Cuenta la leyenda, que hace mucho tiempo atrás, en la calle conocida Alameda de la ciudad de Guanajuato, vivía una humilde anciana con su nieto. No tenían recursos económicos para sobrevivir, por lo que se dedicaban a pedir limosna. Sus vestimentas eran andrajos, pero muy aseados; la comida era escasa, y su vivienda era una pequeña habitación. Sin embargo, pasaban sus días con alegría por su amorosa compañía.
Mientras transcurría el tiempo, la humilde viejecita fue sintiendo el peso de los años, y se angustiaba saber que moriría y dejaba al pequeño nieto indefenso. Pero, el niño comenzó a sentirse gravemente enfermo, la anciana no contaba con suficiente dinero para visitar a un médico, por lo que se dedicaba a toda hora a rezar sin descansar, rogando a Dios que no se llevará a su nieto.
Pero, la muerte rondaba cerca, apareciéndose frente a ella, por lo que le hizo un trato, que dejaría tranquilo al niño, a cambio de su vista, la angustiada viejecita aceptó sin pensarlo. A partir de ese momento, su nieto fue su guía, mientras que las personas miraban aquella triste historia, e incrementaron sus dádivas.
Con el transcurrir de los años la anciana cayó enferma, mientras que el niño le preguntaba quién rezaría por ella para que no falleciera, tenía miedo de quedarse solo. Entonces fue, cuando la abuelita le contó la verdad, que su madre había muerto cuando él nació, y que desde ese momento ella se hizo cargo de quererlo y cuidarlo.
En las conversaciones, se quedaron profundamente dormidos, y en el sueño la anciana volvió a encontrarse con la muerte, estaba vestida de color negro, exhibiendo su guadaña junto a la esquelética figura, le dijo que regresaba por ella, la anciana le rogó que no todavía, que la dejara tranquilo por un buen tiempo, entonces la muerte le pidió a cambio los ojos del niño, pero, en esta oportunidad la abuelita no aceptó el trato, porque no deseaba que sufriera.
Entonces, la muerte se le ocurre otra propuesta, que se podría llevar a los dos al mismo tiempo para que siempre permanecieran juntos. Esta vez, la viejecita aceptó el trato, le dijo que lo hiciera justo en ese instante cuando el niño dormía y no sentiría nada.
La muerte, cumplió con su cometido se los llevó a los dos a otro mundo, pero, justo en ese momento las campanas de la iglesia sonaron de forma misteriosa, con un repique que nunca se había escuchado. Al llegar la mañana, los vecinos conocieron del hecho, pensaron que la viejecita y el nieto habían fallecido de frío.
Al pasar algún tiempo, la muerte merodeaba el callejón, cuentan que se dejaba ver flotando en las oscuras noches de aquella pequeña habitación donde vivían el par de infortunados, mientras que una vecina comentaba a toda voz, que eso había sucedido porque la propia anciana quien le imploró a la muerte su presencia para que se los llevara a los dos en un solo momento.
Entonces, a los pocos días los habitantes del pueblo, solicitaron a las autoridades que aquella humilde casita de una habitación fuera destruida, y en su lugar construir una capilla para adorar al Señor del Buen Viaje, recordando aquel misterioso acontecimiento.
El Castillo Santa Cecilia
En muchas partes del mundo, se escuchan leyendas sobre hoteles donde habitan fantasmas y suceden hechos paranormales.
En esta oportunidad, les contaremos de la leyenda del Hotel Castillo Santa Cecilia, unos de los lugares para hospedarse más famosos de la capital de Guanajuato, tiene un género medieval, que ha sido conocido por cantidades de turistas provenientes de muchas partes del mundo.
Mucho de los huéspedes que han tenido la oportunidad de visitar este famoso hotel, cuentan que han sido molestados por fantasmas o criaturas sobrenaturales, por lo que abandonan el lugar, sin desear volver a disfrutar de sus instalaciones.
Cuentan los que han estado en sus recintos, que representa un auténtico martirio, desde que se ingresa se siente una pesadumbre que invade sus cuerpos, además presienten una fija mirada que los persigue a todos lados junto al frío de la noche que envuelve las habitaciones, indicando que no se encuentran solos.
Se siente un olor a antiguo que no pasa por desapercibido, y una vez que se corren las cortinas de la habitación, con asombro se observan los cristales con cruces dibujadas en aceite, al igual que las puertas.
¿Qué acontecimiento tan espantoso sucedería en este lugar, para protegerse de esta manera?, son muchas las preguntas llenas de temor que no permiten que el huésped concilie el sueño.
Las leyendas que se narran de este lugar son inquietantes, cuentan de las puertas se abren y se cierran solas, los cuadros, y otros elementos decorativos se mueven solos, así como ruidos con llaves y otros raros sonidos, mientras otros aseguran atemorizados que se escuchan voces de ultratumba, y en algunos momentos los han sentido que una criatura les ha tocado sus manos, pero nada es visible.
Son fantasmas que vagan por los rincones de la habitaciones y otros espacios del famoso hotel, mientras que otros cuentan que si han captado imágenes sobrenaturales con cámaras especiales.
Por el estilo y aspecto de las instalaciones, algunos productores cinematográficos han realizado grabaciones fílmicas de películas dirigidas a fenómenos sobrenaturales, como es el caso de la película “Las Momias de Guanajuato”, que fue grabada en este lugar en el año 1972, donde se muestran Mil Máscaras, Santo y Blue Demon, relatan que mientras hubo el rodaje se apreciaban continuamente fantasmas como el de “La Llorona”.
Actualmente, los trabajadores que laboran en este hotel, narran que la habitación 403 quizás haya sido asesinada una mujer de la realeza quien vivió en el castillo de Santa Cecilia.
La momia que sigue con los ojos abiertos
Cuenta la leyenda de Guanajuato, que existió un fraile quien anda vestido con hábito viejo y descolorido, además lleva puesta unas sandalias propias de esa época que los religiosos vestían cumpliendo severamente con las obligaciones de su ministerio. Relatan que además su vida estaba en absoluta rigidez y sacrificio, así como igual llevaba debajo de su vestimenta justo en la cintura un accesorio que les provocaba dolor o castidad.
El religioso, fue muy apreciado por los habitantes debido a que era misericordioso con los pobres y le daba fortaleza a los más débiles.
En una ocasión, mientras atravesaba la Plaza del Baratillo, se encontró con un hombre incrédulo, dándole un empujón, mientras que le decía al humilde anciano:
- Te aseguro, sacerdote que no intentas a tomar una copa de licor conmigo.
Quien con toda humildad le respondió:
- Gracias, hijo y que Dios tenga piedad de ti, continuando su camino.
El hombre aún embriagado, pudo observar con sorpresa, que el religioso no tocaba con sus pies el piso, que se deslizaba con cierta elevación del suelo. Por lo que pensó que su visión era probable por efectos del alcohol, pero, observando más detenidamente, que se trataba de una sombra, por lo que se llenó de terror.
Luego de esto, los días pasaron, mientras que el hombre quien trabajaba en una mina, le ocurrió un percance en su trabajo en compañía de otros trabajadores. Estando en su lecho de muerte, abatido suplico que le llevaran un sacerdote porque iba a fallecer, entonces es cuando sus compañeros asistieron junto con un religioso.
- Padre, le habló con su tono de voz interrumpida y sin fuerza, me confieso de faltarle a un religioso burlándome de él.
- Si es así, le respondió el fraile, ese soy yo.
El hombre agonizante se asombró con gran susto, mientras que con sus ojos desorbitados miraba fijamente al padre, cuando emitió su último suspiro.
Cuenta la leyenda, que entre las momias que existen en el panteón, se encuentra la que pertenece aquel hombre minero, y que mantiene en su rostro la expresión de terror y los ojos abiertos, atestiguan los pobladores que ninguna persona pudo cerrar sus ojos luego de su muerte.
El Fantasma del terminal del tren
Cuenta la leyenda, que desde los inicios de aquellos tiempos, en el publicito conocido como Jaral del Progreso en Guanajuato, existía un tren como el único medio de transporte, las autoridades municipales dieron la orden de instalar bancas en el parque donde estaba el terminal del tren, para que los pasajeros descansaran mientras que esperaban la llegada del transporte.
En corto tiempo, durante las noches, las bancas fueron destruidas, devastadas, rotas y se encontraban en deplorable condiciones, lo que molestó al jefe municipal, quien ordenó la asistencia de un guardián para vigilar el lugar, quien se enfermó repentinamente, ocurriendo con todo aquel que se dedicaba a esta actividad.
El acontecimiento, generó confusión al jefe, especialmente el hecho que las personas ordenadas para averiguar sobre la enfermedad, dio como resultado que todo era causado por un fantasma, que salía en medio de la oscuridad de la noche del panteón cerca del terminal del tren.
Era un relato algo absurdo, pero en esta oportunidad el jefe de la autoridad, envió a un señor llamado Chino Herrera, un policía de su confianza, quien no se negaría a lo solicitado.
El hombre de la ley, asistió al lugar sin miedo alguno, contando con la misma suerte de enfermarse. El jefe, con extrañeza va a visitar al policía al hospital para conocer los hechos. Quien le comentó, que todo estaba en absoluta normalidad, pero aproximadamente a las 12 de la noche, comenzó un fuerte viento helado con una espesa neblina, mientras que se escuchaban los alaridos de una mujer, cumpliendo con su deber corrió a ver lo que ocurría para ayudar a la señora.
Entre la lejanía y la tupida neblina, observó la imagen transparente simulando la figura de una mujer, corrió rápidamente para alertar de los peligros por estar en altas horas fuera de su hogar, pero, ve que la mujer no mueve las piernas y se acercaba velozmente desde el panteón.
Acobardado por el miedo y asombro, noto que de repente se convirtió en espanto, al darse cuenta que la mujer vestida de blanco estaba flotando en el aire, con un rostro y ojos encendidos de color rojo como fuego, que lo hicieron desvanecerse, cuando el fantasma se arrojó sobre su cuerpo, atrapándolo sin poder correr.
Durante esa noche, el policía juró que todo era cierto, mientras que su cuerpo estaba inerte, había muerto. Ninguna persona acude a sentarse en las bancas, y menos a cuidarlas, cuentan que por las noches y en su lejanía se escucha el lamento de una mujer.
El brinco del diablo
Existe un lugar conocido como Abasolo, ubicado a las orillas de la sierra Huanimaro, en este territorio hay una elevada colina rocosa, llamada el cerro de los tres picachos.
Los vecinos de la zona, tenían por costumbre pasear en el pequeño valle que está detrás de los picachos, especialmente los días de celebración de fechas patrias como es el 14 de septiembre.
Desde el año 1933, las personas se preparaban desde el día 13 de septiembre por la mañana, a trasladar madera y ramas para hacer sus follajes para sus paseos, en una de esas, vía a la cima, muchos de los viajeros ven de forma extraña que sobre la colina comienza a aglomerarse unas nubes espesas y grises.
Que repentinamente empezaron a emerger un enorme torrencial de agua junto con vientos huracanados, que deja sorprendidos a los visitantes, además que todo el ambiente se envolvió en una gran oscuridad, que sólo era interrumpida por estruendosos truenos que alumbraban el lugar.
Por efecto de los rayos de los relámpagos, es cuando todos los presentes pueden ver algo insospechado, se trataba de un hombre quien vestía un traje de color negro, que brincaba con calma de un picacho a otro, pero, se apreciaba que en cada brinco del hombre hacia que aumentará la tormenta y en segundos todos chorreaban agua.
Los habitantes del lugar, atestiguan que la criatura vista, era el diablo y desde ese instante le asignan el nombre al valle como “el salto del diablo”.
El Monumento de la llorona
La carretera que enlaza a las dos ciudades de Guanajuato conocidas como Dolores Hidalgo y San Luis de la Paz, se encuentra un lugar que antes era una hacienda conocida como 7 Reales, en la actualidad es una pueblito que aún mantiene una casa grande y la iglesia.
Dentro de las propiedades de lo que fue una hacienda y los sembradíos, existe un monumento particular, que se puede visualizar en el camino en temporada de cosechas, la construcción está realizado con mucho ingenio, y dedicado a la Llorona.
La construcción, contiene una leyenda que se puede leer claramente que dice: Este monumento fue edificado en el mes de septiembre de 1913. Cuentan, que se debe a que la Llorona rondaba el lugar y los habitantes están atemorizados, por lo que el propietario de la haciendo, pidió que trajeran un Sacerdote, para que hiciera un exorcismo y construir el monumento, y a partir de ese momento el espíritu burlón abandonó el lugar.
Cuentan que en la misma inscripción tiene impreso, que aquella persona que rece un Ave María frente al monumento, gozará de 300 días de indulgencia.
Los habitantes, comentan que la capilla de la hacienda fue construida en honor a San Miguel Arcángel, y que cada 29 de septiembre se celebra en su fiesta. Pero, cuenta la leyenda, que en tiempos antiguos se conmemoraban con bailes, y la misa se oficiaba en el monumento, pero una implacable tormenta llegó al lunar una tarde, y destruyó la cruz que había, por lo que a partir de ese momento, las celebraciones se realizan en la capilla.
El Tesoro de las Margaritas
En un poblado conocido como Las Margaritas, ubicada en San Bartolomé, cuentan que los españoles dejaron sepultados sus tesoros, narran que se refieren a ánimas quienes guían a los visitantes para que conozcan el lugar donde está enterrado la botija.
Según la leyenda, las ánimas ofrecen el tesoro, para descansar en paz, pero, los buscadores de tesoros deben de cumplirles con una promesa, de entregar ayuda a la iglesia y a los más necesitados, una donación del dinero que extraigan del entierro.
Aquellas personas que sean capaces de encontrar el dinero, deben hacer un funeral en el panteón del pueblo, así sea con un cajón vacío.
La Plazuela de Carcamanes
Cuenta la leyenda de los Carcamanes, que tiempo atrás aproximadamente más de un siglo, llegaron a Guanajuato dos hermanos procedentes de Europa. Los dos jóvenes extranjeros tenían como apellido “Karkaman”, por lo que les llama “Los Carcamanes” para describirlos.
Los dos hermanos tenían como profesión comerciantes, por lo que hicieron famosos. Habitaban en una casa ubicada al final de la Plazuela de San José. Estos jóvenes Carcamanes, mantenían una vida sana y en calma, hasta que una mañana del 2 de junio de 1803, sus cuerpos fueron hallados inertes.
Los vecinos encontraron la vivienda de los hermanos con la puerta abierta, lo que les dio a pensar que el hecho del doble asesinato quizás era el robo.
Aunque, en el lugar también en encontró sin vida el cuerpo de una hermosa mujer, que compartía con los hermanos, la joven tenía una herida en el medio del pecho.
Cuenta la leyenda, que la bella mujer mantenía romance con los dos hermanos, uno de nombre Arturo y el otro Nicolás. Arturo, invadido por un ataque de celos, enfrentó a su hermano a quien le quitó la vida sin pensarlo.
Luego de asesinar a Nicolás, el cruel Arturo confronto a su adorada infiel, quien sin esperar mucha explicación también la mató.
Una vez que la ley interviene y se hacen los respectivos trámites legales, el cuerpo de Nicolás fue inhumado, en el conocido templo de San Francisco, y Arturo en el Panteón de San Sebastián
Cuenta el relato que por los lados de San José vía a la casa de los Carcamanes, se escucha el recorrido una vez que comienza a caer la tarde, hasta el amanecer con tristes lamentos y llorando su castigo.
El Usurero del Baratillo
La leyenda del usurero del baratillo, comienza en la Plaza del Baratillo, donde este hombre vivió inclusive en tiempo de la Revolución de 1910.
Durante dos o tres veces al día mientras que el hambre lo atacaba, se dirigía a buscar alimentos bajando las escaleras de la casa. Era la única forma que de abrir el portal de la vivienda, de lo contrario se mantenía cerrado las veinticuatro horas del día.
Velozmente intercambia centavos por comida, dependiendo la hora de comer, y luego se encerraba. Se trataba del usurero del baratillo, como popularmente era conocido.
Era un hombre de aspecto chupado, y la mirada algo perdida, de color blanco, y estatura mediana, tenía bigotes y algo de barba que mostraba su rostro sin rasurarse. Usaba pantalón de color negro y camisa que parecía de tono blanco.
El hombre poseía gran riqueza, acumuló gran cantidad de monedas de oro, que hasta perdió la razón. Cuenta la leyenda, que desde hace muchos años, se le escucha contar por varias veces el dinero y divertirse con tilín de las monedas, que deja caer adrede desde su cama.
Cuentan que la riqueza se originaba del montepío que acumulo en su propia vivienda por muchos años seguidos y préstamos de dinero que hacía a grandes porcentajes de intereses. También hacía préstamos de su dinero en oro, mientras con una condición que se lo regresaran en el precioso metal, con créditos altísimos.
En una oportunidad, se encontró con un hombre audaz, quien alcanzó de quitarle a corto plazo aproximadamente más de dos mil pesos con el 25 por ciento, que pagaría en lapso de ochos días, quien abandonó el lugar cargando todo el dinero.
Este fue el motivo que causó su demencia, a partir de ese momento el usurero del baratillo, se le olvidó contar su dinero. Los vecinos cercanos, lo veían durante las noches, y sus familiares más allegados escuchan sus pasos por las escaleras que suben y bajan.
El usurero del Baratillo que contaba su tesoro, riquezas que hasta al presente no ha sido visto por nadie, se cuenta que aún permanece oculto en varios lugares de la vivienda, que debido a su gran ambición creía que de esa manera nunca podrían encontrarlo.
Las dos comadres
Cuenta la leyenda de Guanajuato de las dos comadres, de las dos comadres, se trata que a la izquierda de la cima La Bufa, se encuentran dos enormes rocas, que desde la lejanía, simulan que se encuentra muy cercanas entre sí, sin embargo, están a una distancia de algunos metros. En este territorio se desarrolló una de las leyendas más particulares de la ciudad.
Los pobladores narran que eran dos queridas amigas, que se hicieron compadres para ser claros, tenían la tradición de ir al cerro a cortar verdolagas. Siendo, que en este par de comadres no existía nada oculto, un día se sentaron hablar sobre sus amores.
Comentaban algunos secretos e intimidades sobre sus caballeros conquistadores, esto ocurría al paso de recoger las verdolagas, de esta manera entretenida transcurrió la tarde, mientras que uno de las comadres mencionó el nombre de su Don Juan. La otra comadre, su rostro le cambio y hasta su color se tornó pálido por la ira, dándose cuenta que se referiría al mismo enamorado.
Terminaron en una conversación acalorada y desagradable, y en una batalla violenta, y según las costumbres religiosas, dicen que cuando dos comadres pelean, se encuentran con el mismo diablo, de manera que, cuando se dieron el primer golpe quedaron transformadas en rocas.
Otra versión relata, que en el lugar se escucha un murmullo, significando las continuas confidencias entre ellas, mientras que los visitantes aseguran que al llegar al sitio, pueden escuchar cuchicheos de sus voces que se esparcen por el eco entre las montañas cercanas. Con la visita al lugar, se puede presenciar fácilmente la conversación algunas veces calmada, mientras que otra iracunda de las dos comadres transformadas en piedras. Si eres de las personas que te atraen leyendas famosas, aquí te dejamos los siguientes enlaces: