La Biblia contiene muchas promesas que fueron realizadas y que nos ayudan en medio de cualquier circunstancia. Es cierto que no todo aquel que hace promesas se propone a cumplirlas o es capaz de mantenerla. Como vemos en el caso de la promesa en Romanos 8:28: Dios promete que todo obra para bien a aquellos que lo amen.
Todo obra para bien
Cuando hablamos de que debemos obrar bien para que Dios nos de algo mejor, no nos referimos a un aspecto material, ni estamos hablamos de lo que vivimos en el presente sino de como nos miramos en un futuro, encontrando un gozo y bienestar para nuestra vida.
Debemos tener en cuenta que a pesar de las adversidades y de los problemas que afrontamos Dios estará con nosotros, acompañándonos en cada etapa que crucemos. Él quiere que veamos la vida a través de su mirada, que no perdamos la esperanza y que tengamos en cuenta que Dios nos ama en Cristo y que nos ayuda por medio de su Espíritu.
Él usa todo ese sufrimiento para que seamos más como Jesús en la tierra, porque para eso fuimos elegidos, de nosotros depende superar todos los problemas que podamos atravesar y allí es que encontraremos la verdadera sanidad, paz y tranquilidad que nos puede ofrecer.
Contenido del Libro
Pablo prepara su visita a Roma para predicarle el evangelio de Dios a una iglesia que no había recibido ninguna enseñanza de un apóstol, con esto el buscaba hacerlos encontrar el camino de la salvación y conseguir la justicia de toda la humanidad, donde demuestra que Dios nos ama a todos y con el arrepentimiento de nuestros pecados podemos conseguir la gloria.
Prólogo (1:1-15)
Aquí encontramos como Pablo fue elegido por Cristo para ser apóstol y así anunciar el evangelio de Dios, con esto quería que todos aquellos pusieran su fe en Él y así alcanzar la salvación.
Saludo (1:1-7)
La introducción (Romanos 1:1-16) proporciona algunas anotaciones generales sobre Pablo. Él presenta su apostolado aquí y en las notas introductorias sobre el evangelio que desea predicar a la iglesia de Roma.
Oración de Acción de Gracias (1:8-15)
Elogia a los romanos por su fe (Romanos 1:8).
La salvación en Cristo (1:16-8:39)
Dios muestra si ira castigando desde el cielo a aquellas personas malas e injustas, sin embargo, somos capaces de aceptar nuestros pecados y arrepentirnos ante Él. Todo el que crea y ame a Dios el lo hace justo de sus pecados y toma en cuenta su fe así tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Pues por Cristo hemos podido acercarnos a Dios por medio de la fe, para gozar de su favor, y estamos firmes, y nos gloriamos con la esperanza de tener parte en la gloria de Dios.
La justicia de Dios (1:16-17)
El anuncio de Pablo de que él no está «avergonzado» de su evangelio, ya que tiene poder. Estos dos versículos forman un telón de fondo para el resto del libro. En primer lugar, observamos que Pablo no se avergüenza de su amor por este evangelio que predica sobre Jesucristo.
Condenación, La corrupción universal de los gentiles y los judíos (1:18-3:20)
La irá de Dios era revelada desde el cielo contra todos aquellos hombres injustos que detienen la verdad, aquellos que deshonran su palabra, haciéndolos pagar así de acuerdo a sus acciones, dándoles vida eterna a los que, perseverando buscan hacer el bien, buscan gloria y honra al Señor, mientras que les dará ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen la verdad, sino la injusticia.
El juicio de Dios (1:18-32)
Pablo ahora empieza con el eje principal de su carta. Comienza por indicar que los seres humanos han asumido la impiedad y la injusticia, causando la ira de Dios (Romanos 1:18). La gente ha tomado la imagen invisible de Dios y la convirtió en un ídolo.
La advertencia de Pablo (2:1-4)
En la interpretación tradicional protestante, Pablo aquí clama contra los judíos que están condenando a los demás por no seguir la ley cuando ellos mismos tampoco están siguiendo la ley.
El regalo de la gracia y el perdón a través de la fe (3:21-5:11)
Pablo dice que la justicia de Dios se ha dado a conocer, al margen de la ley, a lo que tanto la ley y los profetas dan testimonio: la justicia de Dios por medio de la fe en Jesús a todo aquel que cree (Romanos 3:21-22). Él describe la justificación (limpiar legalmente al creyente de la culpa y el castigo del pecado) como un don de Dios (Romanos 3:24), y no obra del hombre (para que no puede jactarse), sino por la fe (Romanos 3:28).
La seguridad de la salvación (5-11)
En los capítulos 5-8, Pablo afirma que los creyentes pueden tener la seguridad de su esperanza en la salvación, después de haber sido liberados de la esclavitud del pecado. Pablo enseña que a través de la fe, los fieles se han unido a Jesús y se han liberado del pecado. Los creyentes deben tener la certeza de la salvación. Esta promesa está abierta a todo el mundo ya que todos han pecado, salvo el que pagó por todos ellos.
La transformación de los creyentes (12-15:13)
Desde el capítulo 12 hasta la primera parte del capítulo 15, Pablo describe cómo el Evangelio transforma a los creyentes y el comportamiento que resulta de esa transformación. Esta transformación es descrita como una «renovación de vuestro entendimiento»
Pablo continúa describiendo cómo los creyentes deben vivir. Los cristianos ya no están bajo la ley, es decir, ya no es obligado por la ley de Moisés, sino bajo la gracia de Dios. No necesitamos vivir bajo la ley, porque en la medida en que nuestras mentes han sido renovadas, sabremos «casi instintivamente» lo que Dios quiere de nosotros. La ley proporciona entonces un «criterio objetivo» para juzgar el progreso en el «proceso de toda la vida» de la renovación de nuestra mentes.
En la medida en que han sido liberados del pecado por mentes renovadas, los creyentes ya no están obligados a pecar. Los creyentes son libres para vivir en obediencia a Dios y el amor a todo el mundo. Como dice Pablo en Romanos 13:10, «el amor (ἀγάπη) no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor».
Epílogo (15:1-16:23)
Dios sabe que cada uno de nosotros estamos llenos de bondades y de todo el conocimiento, Pablo en su escritura buscaba llegar a nosotros para demostrarnos que somos fuertes en la fe y debemos aceptar como nuestras las debilidades de los que son menos fuertes, y no buscar lo que a nosotros mismos nos agrada. Todos nosotros debemos agradar a nuestro prójimo y hacer las cosas para su bien y para la edificación mutua.
Ministerio y planes de viaje de Pablo (16:14-27)
Las frases finales contienen una descripción de sus planes de viaje, saludos personales y salutaciones. Un tercio de los veintiún cristianos identificados en los saludos son mujeres, algunas de las cuales jugaron un papel importante en la iglesia primitiva en Roma.
¿Cuál es el significado de Romanos 8:28?
Este trata de explicarnos que vivimos en un mundo caído por el pecado, fracturado y desalineado en cuanto al propósito que Dios tiene para nosotros. Es decir, lo que vemos en nuestro alrededor y la mayoría de las acciones que cometemos no son rectas ante Él. Sin embargo, el Espíritu Santo nos conduce hacía la voluntad de Dios en momentos difíciles y de adversidades mientras estamos en la tierra, y todo obra para bien a aquellos que amen a Dios y vayan de su mano.
El bien para los que aman a Dios
Algunos fieles piensan que el amor que sienten o expresan por Dios es lo que sustenta sus vidas y las promesas, creen que «primero tengo que amar a Dios, para que así todo obre bien en mi vida», pero esto no es del todo cierto.
En (1 Jn. 4:19) dice: «Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero», y este amor expresa que todas las cosas obren para nuestro bien porque somos hijos de Dios, lo que mantiene la promesa en Romanos 8:28, que no es el amor que sientes por Dios, sino Él mismo que es digno de que lo amemos.
Esto no significa que se cumplirán exactamente todos nuestros anhelos o que pase tal cual todo lo que esperamos. Dios quiere que vayamos de su mano y que vivamos con Él, dentro de su voluntad, estas acciones tendrán para nosotros resultados favorables a lo largo de nuestra vida, de acuerdo a lo que Él quiere para nuestro bienestar.
Los que fueron llamados de acuerdo a su propósito
Dios nos escogió porque tiene un propósito para cada uno de sus hijos, que nos ayuda a nuestro bienestar y crecimiento espiritual. Nuestro sufrimiento y dolor temporal no se compara con el gozo y la tranquilidad que nos da a gloria de Dios.
El gran amor que el Señor tiene en nosotros nos sostiene en cada una de nuestras dificultades, aún con nuestros malestares y enemigos Él nunca nos dejará solos y nos acompañará y guiará para tomar el mejor camino y superar nuestras pruebas. Él tiene un propósito para nosotros y debemos tener la fe y la convicción de que Él mismo nos ayudará a salir de todo eso, uno de esos es ser más como Cristo y crecer en humildad, paz, amor, paciencia tolerancia, perdón y esperanza en Dios.
Nos explica el teólogo Douglas Moo: “La promesa para nosotros es que no hay nada en este mundo que Dios no haya usado para ayudarnos en nuestra peregrinación terrenal y que nos lleve seguros y con certeza al destino glorioso de esa peregrinación”.
En el Salmo 138 encontramos unos versículos que nos reflejan también el mismo sentir que Romanos 8:28.
Salmo 138:7-8 Aunque pase yo por grandes angustias, tú me darás vida; contra el furor de mis enemigos extenderás la mano: ¡tu mano derecha me pondrá a salvo! El Señor cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, Señor, perdura para siempre; ¡no abandones la obra de tus manos!
(Salmo 138:7-8)
Romanos 8
Este escrito trata de decirnos que la ley de Cristo es lo que trae paz y vida a sus creyentes, los que son adoptados como hijos de Dios son preordenados para la vida eterna ya que Cristo intercede por ellos y los libra de la ley del pecado, siempre y cuando sean conforme a su espíritu y no a la carne que fue donde Dios condenó el pecado.
En otras palabras, los que viven conforme a la carne están en enemistad con Dios y no están sujetos a la ley de Él, por cuanto nada obra bien para ellos ya que no aman a Dios y no pueden ser guiados a su espíritu. Esto nos dice que somos hijos que de Él y que el sufrimiento temporal que tengamos en nuestra vida no podrá compararse a la gloria que luego llegará a nosotros.
16 Porque el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.
17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios, y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
18 Porque considero que los sufrimientos de este tiempo no son dignos de ser comparados con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada.
Intención del escrito
El objetivo principal de la epístola a los Romanos puede ser dado por Pablo en Romanos 1:1, en el que revela que él está apartado por Dios con el propósito de predicar el Evangelio. Esta epístola es la principal y más excelente parte del Nuevo Testamento, y el evangelio más puro, es decir, las buenas nuevas y lo que llamamos el evangelio, y también una luz y un camino hacia toda la Escritura.
Y para llevar a un hombre a la comprensión y la sensación de que la fe solamente justifica, Pablo demostró que toda la naturaleza del hombre está tan envenenada y tan corrompida, y tan muerta en relación con la vida piadosa o el pensamiento divino, que es imposible para el ser humano mantener la ley ante los ojos de Dios.
Interpretación Católica
Los católicos aceptan la necesidad de fe para la salvación, y allí es donde destaca el libro de Romanos para tener una vida virtuosa y con bienestar espiritual. Dios pagará a cada uno de nosotros conforme a nuestras acciones; esto quiere decir, vida eterna a quien ama, tiene su fe en Cristo, persevera en hacer el bien, busca gloria y paz y ayuda al prójimo y Él estará allí con nosotros guiándonos para encontrar el camino correcto.
El apóstol Pablo nos demuestra que todos los hombres estaban perdidos pero que la salvación estaba al alcance de todos y que esta es ofrecida a través del evangelio de Jesucristo. Ante esta realidad, Pablo conforta al creyente recordando le que este mal tendrá un fin en la nueva creación y que todos aquellos que amen a Dios tendrán su gloria.
En otras palabras, es como si Pablo dijera: “sabemos que para los que son cristianos, los que conocen el evangelio, los que saben quién es Dios y por tanto lo aman… todo obra para el bien de ellos”.
Interpretación Evangélica
Esta interpretación también llamada interpretación protestante describen a la salvación como proveniente de la fe y no de las acciones rectas. En Romanos 4:2-5 dice:
Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
Y en Romanos 2:21-25:
Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios? Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros. Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión.
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