Una Novena que se suele hacer con mucha frecuencia, es aquella dedicada a las Benditas Almas del Purgatorio. Que busca ayudar a todos aquellos que han fallecido, a atravesar el purgatorio en su camino a las puertas del cielo. Acá aprenderás todo lo que necesitas saber al respecto parar hacer de forma adecuada una Novena a las Animas Benditas: como se estructura, que plegarias debes decir por día y mucho más.
Novena a las Benditas Almas
Esta novena está dedicada a todas las almas que se encuentran perdidos o transitando el purgatorio y busca ayudarlos en su camino para que puedan llegar a su destino.
Debido a que estamos hablando de una Novena, esta cuenta con una duración de nueve días (como el nombre lo sugiere) y posee una estructura particular que se debe seguir al momento de hacerla:
- Oración inicial.
- El acto de contrición.
- La oración particular de la novena (que varia según la temática).
- La frase de cada día.
- Ofrecimiento del día.
- Consideración del día.
- Las oraciones para pedir por:
- Algún miembro de la familia.
- Algún padre que haya fallecido.
- Por todas las almas en el purgatorio.
- La oración Final.
- Oraciones Adicionales.
Esta estructura se debe seguir cada día de la novena. En cuanto a los elementos, algunos son comunes, es decir; iguales para todos los días. Mientras que otros varían dependiendo del día en que nos encontremos. Para mayor comodidad y entendimiento, procederemos a explicarte con detalle como se estructura y que contenido posee cada día específico.
Primer Día de la Novena a las Benditas Almas
Para evitar que el artículo se haga extenso y te abrume con mucho contenido, te mencionaremos a detalle los elementos que son iguales para cada día en este apartado, y en los días siguientes sólo indicaremos su título para evitar repetir demasiado la información.
1.1 Oración Inicial
Comenzamos realizando la plegaria que da inicio a la novena a las benditas almas:
«Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos señor, dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén«.
1.2 Acto de Contrición
«¡Señor mío, Jesucristo! Dios y hombre verdadero, creador padre y mi redentor; por ser tú quien eres: fuente de bondad infinita; y porque te amo por sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón el haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén«.
1.3 Oración de la Novena a las Benditas Almas
«Padre misericordioso, en unión con la iglesia triunfante en el cielo, te suplico tengas piedad de las almas del purgatorio. Recuerda tu eterno amor por ellas y muéstrales los infinitos méritos de tu amado hijo. Dígnate de librarlos de toda pena y dolor, para que pronto gocen de paz y felicidad. Dios padre celestial, te doy gracias por el don de la perseverancia que has concedido a las almas de los fieles difuntos.
Amable salvador Jesucristo. Eres el rey de reyes en el país de la dicha. Te pido que por tu misericordia que oigas mi oración y liberes las almas del purgatorio, en particular la de (acá debes mencionar el nombre de la persona (o personas) por la cual estás realizando esta novena). Llévalas de la prisión de las tinieblas a la luz y libertad de los hijos de Dios en el reino de tu gloria. Amable salvador, te doy gracias por haber redimido las pobres almas con tu preciosísima sangre, salvándolas de la muerte eterna.
Dios espíritu santo, enciende en mí el fuego de tu divino amor. Aviva mi fe y confianza y acepta benignamente las oraciones que te ofrezco por las almas que sufren en el purgatorio. Quiero aplicar los méritos de esta devoción en favor de toda la iglesia que sufre, en especial por mis difuntos padres, hermanos, hermanas, bienhechores, parientes y amigos. Atiende mi plegaria para que podamos reunirnos en el reino de tu gloria.
Dios espíritu Santo, te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado, fortalecido y aliviado a estas benditas almas; en especial por consolarlas en los actuales sufrimientos con la certeza de la felicidad eterna. Que pronto se unan contigo y oigan aquellas benditas palabras que las llaman al hogar del Cielo: -¡Vengan, los Bendecidos por mi padre! Tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo.«
Como dato adicional, esta última frase corresponde a un fragmento del evangelio según San Mateo (25;34).
1.4 Frases del Día: Primer Día
«Señor Jesucristo, quieres que tengamos suma delicadeza de conciencia y santidad perfecta: te rogamos nos la concedas a nosotros; y a los que por no haberla tenido se están purificando en el purgatorio. Dígnate de aplicar nuestros sufragios y llevarlos pronto de aquellas penas al cielo. Te lo pedimos por la intercesión de tu Madre santísima María y de San José«.
1.5 Ofrecimiento del Día
Ahora debes decir lo siguiente:
«¡Padre celestial! ¡Padre amoroso! Que para salvar las almas quisiste que vuestro hijo unigénito, convirtiéndose en hombre; se sujetará a la vida más pobre y mortificada para luego derramar su sangre en la cruz por nuestro amor.
¿Cómo dejarías sufrir largo tiempo en el purgatorio a unas almas que tanto costaron a Jesucristo, y que son tus hijos tan amados? ¿Cómo permitirías que fuese malograda la sangre de tan gran valor?
Por favor ten piedad y compadeceros. Libera a estas pobres almas de sus penas y tormentos. Ten piedad también de la mía y líbrala de la esclavitud del vicio. Si vuestra justicia pide satisfacción por las culpas cometidas yo me ofrezco por las obras buenas que haga en este novenario. Aunque soy consciente que no poseen ningún valor; pero las uno con los méritos infinitos de vuestro hijo divino, con los dolores de su madre santísima y con las virtudes heroicas de cuantos han existido en la tierra. Míranos a todos, vivos y difuntos, con ojos de compasión y haz que celebremos un día vuestras misericordias en el eterno descanso de la gloria. Amén«.
1.6 Consideración del Primer Día
Durante cada uno de los días que dura la Novena a las Benditas Almas se debe decir una consideración específica. La correspondiente al primer día es la siguiente:
«Muchas son las penas que sufren las benditas almas del purgatorio, pero la mayor de ellas, consiste en pensar que por los pecados que cometieron en vida han sido ellas mismas los causantes de sus propios sufrimientos.
¡Oh Jesús salvador mío! Yo que tantas veces he merecido el infierno. ¿Cuánta pena no experimentaría ahora, si me viese condenado al pensar que yo mismo he sido la causa de mi condenación?
Te doy gracias por la paciencia que haz tenido conmigo, lléname de gracia para apartarme de las situaciones donde te pueda ofender y ten piedad de las almas que sufren en aquel fuego por causa mía.
Y vos, ¡Oh María, madre de Dios! Ayúdales con vuestros poderosos ruegos. Amén«.
Luego de finalizar esta consideración, se puede otorgar unos minutos para que los presentes puedan orar en silencio y hacer las peticiones a Dios por las cuales realizan esta novena a las benditas almas. Un espacio para que cada quien hable con Dios de manera personal, y pida por su padre, familiar, amigo o las personas en general que han fallecido y se encuentran en el purgatorio.
Luego de culminado este momento, se debe orar un Padre Nuestro, una Ave María y un Gloria. Una vez finalizado, se puede continuar con los siguientes elementos de la novena.
1.71 Oración por un Miembro de la Familia
Las siguientes tres oraciones que mencionamos a continuación, no hace falta que sean rezadas las tres en todas las Novena a las Benditas Almas que se realicen, se debe escoger solo una de las oraciones según la persona, o personas a la que este dedicada esta novena. Por ejemplo, si fue un miembro de tu familia quien falleció, como tu tío, tú abuela o algún primo; debes rezar esta oración dedicada a los familiares.
Si fueron tus padres quienes fallecieron, debes rezar la oración que esta en el próximo apartado (ver 1.72). Por el contrario, si realizas esta novena para pedir por todas las almas en general que están en el purgatorio, la oración más adecuada para decir es aquella en la que se pide por las almas del purgatorio en general (ver apartado 1.73).
«¡Oh buen Jesús! El dolor y sufrimiento de los demás conmovía siempre tu corazón. Mira con piedad las almas de mis queridos familiares del purgatorio. Oye mi clamor de compasión por ellos y haz que aquellos a quienes separaste de nuestros hogares y corazones disfruten pronto del descanso eterno en el hogar de tu amor en el cielo«.
1.72 Oración por los Padres Difuntos
Si el motivo por el cual realizamos la novena, es para producto al fallecimiento de uno o ambos padres, esta es la oración indicada para decir luego de la frase del día.
«¡Oh Dios! Nos mandaste a honrar al padre y madre. Por tu misericordia, ten piedad de mi padre (o madre, o ambos, dependiendo de quien haya fallecido), y no recuerdes sus pecados. Que yo pueda verlo (verlos o verla, según corresponda) de nuevo en el gozo de eterno fulgor. Te lo pido por Cristo nuestro Señor. Amén«.
1.73 Oración Por Todas las Almas del Purgatorio
Respecto a la está oración, hay un dato curioso. Ya que se sabe, que el señor le indicó a la Santa Gertrudis, quien era una vidente del sagrado corazón de Jesús: Que cada vez que se utilizará la siguiente oración, se conseguiría liberar unas mil almas del purgatorio.
Una vez dicho lo anterior, solo queda acotar que esta oración esta destinada para la liberación de todas almas en general del purgatorio. Su uso se utiliza comúnmente entre el 24 de octubre al primero de noviembre, que son los días del año dedicados a la novena a las almas benditas. Aunque su uso se puede alternar e incluso, decir en conjunto con las plegarias mencionadas para los padres difuntos o el de algún familiar fallecido. Esto significa que posees libertad para realizar una o dos de estas tres plegarias (según corresponda). La oración es la siguiente:
«Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu divino hijo Jesús, en unión con las misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio, y por todos los pecadores del mundo. Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia. Amén«.
1.8 Oración Final
Una vez culminado el espacio de oración anterior, se debe decir la siguiente oración:
«¡Oh Dios! Tú que eres nuestro creador y redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a ti glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe (puedes utilizar este espacio para indicar el nombre de alguno o varios santos; o figuras que consideres digno, ejemplo: la virgen María o alguna persona que ya haya fallecido y haya sido un devoto fiel), participen de su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y el Espíritu Santo. Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Dales, señor, el descanso eterno. Brille para ellos la luz perpetua. Que descansen en paz. Amén.
María, madre de Dios y madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han muerto en el regazo del señor. Amén».
En el nombre del padre, y del hijo y del Espíritu Santo. Amén«.
1.9 Oraciones Adicionales
En caso de que lo desees, puedes realizar cualquiera de estás oraciones con las que hayas orado en los pasos anteriores. Es decir; estas son opcionales y no ocurre nada si no las deseas agregar a tu novena a las benditas almas:
- Oración 1: «Señor Jesucristo, Dios y hombre verdadero, solo por quien eres y porque te amo por sobre todas las cosas; soy consciente de lo mucho que he pecado por mi culpa, una y mil veces. Por esto se que debo haberte ofendido, y todas esas ofensas me pesan; hoy vengo ante ti pidiendo tu misericordia Dios mío. Propongo firmemente la enmienda de mi vida, ayudado por vuestra divina gracia, Amén«.
- Oración 2: «Ángel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares, ni de noche ni de día. Hasta que me pongas en paz y en alegría con todos los santos, con Jesús, Jósé y María. Amén«.
- Se puede realizar de forma opcional también, la Oración a los Lamentos:
«Escuchar mortales piadosos, y ayúdanos a alcanzar: que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
¡Oh vosotros caminantes! Suspended, oíd y parad. Bastará sólo el oírnos a mover vuestra piedad. Hoy pide nuestra aflicción el que quieras cooperar:
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
No hay dolor, tormento, pena, martirio, cruz ni aflicción; que lleguen a ser pintura de nuestra menor pasión; solo alivia nuestros males con tu inmenso amor.
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
Aquí estoy en el purgatorio de fuego en la cama tendido, siendo mi mayor tormento la ausencia de un Dios querido.
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
¡Ay de mí! Dios severo ¡Ay llama voraz y activa! ¡Ay bien merecido fuego! ¡Ay conciencia, siempre viva! ¡Ay justicia, que no cesa! ¡Ay cuándo se ha de acabar!
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
¡Ay culpa, lo que me cuestas; no imaginé tu fiereza, pues con tal tormento pago lo que juzgué ligereza! ¡Cielos, piedad, basta, cielos! ¿Cuándo el día ha de llegar?
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
Todo lo que aquí padezco es justo, santo y debido. Pues no se purga con menos, haber a un Dios ofendido. ¡Ay, que puede no ofenderle! ¡Ay, que no hay más que esperar!
Que Dios nos saque de penas, y nos lleve a descansar.
Padres, hermanos y amigos: ¿dónde está la caridad? ¿Favorecéis a un extraño? ¿Para mí no hay piedad? Aunque sea, que venga una limosna, siquiera para poder rogar.
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
Hijo ingrato que paseas tan ricamente vestido, a costa de mis sudores descansas en tanto olvido: mira a tu padre quemándose. ¿Lo puedes remediar?
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
Quizá en ti sería arbitrario, ya que no hay obligación de justicia; pues no cumples testamento, y aquí estoy por tu malicia; abre los ojos, despierta y paga, haciendo acelerar.
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
Hermanos en Jesucristo, los que escuchen estos suspiros, si quieren pueden sacarnos de estos lóbregos retiros. A la Virgen y a los santos, pídanles que intercedan por mi.
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
De Getsemaní en el Huerto sangre sudó el Redentor, contemplando de estas penas el gran tormento y rigor: al padre eterno se ofrece, no cesando allí de orar:
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
En vista de tal piedad, no te olvides mortal de este pío camposanto, cementerio de hospital; sigue, pues, la cofradía que tierna te insta a clamar.
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
Atiende y mira cristiano, aquí en este cementerio tal vez tus padres y deudos esperan de ti el remedio; sufragios y sacrificios te suplican sin cesar.
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
Fieles cristianos y amigos, den crédito a estos lamentos, obrad bien y fuera culpas, para huir de estos tormentos.
¡Socorro, piedad, alivio! concluimos con gritar. Escuchen mortales piadosos y ayúdenos a alcanzar la salvación.
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar. Amén«.
Segundo Día de la Novena a las Benditas Almas
Como se indicó al inicio del apartado del «Primer día de la Novena a las Benditas Almas», la mayoría de los elementos que se deben realizar este segundo día son idénticos a los realizados el día anterior y siguen la misma estructura de oración. De modo que solo colocaremos en este apartado y en los siguientes aquellos cambios que debes hacer para este y los demás días, que corresponden a la frase del día y a la consideración del día. Todo lo demás queda exactamente igual.
2.4. Frase del Día: Segundo Día
«Señor Jesucristo, tú que eres cabeza de todos tus fieles cristianos, hoy nos unimos a ti como miembros de un mismo cuerpo que es la iglesia: te suplicamos, para que nos unas más y más contigo, y que nuestras oraciones y sufragios de buenas obras aprovechen a las ánimas de nuestros hermanos del purgatorio, para que lleguen pronto a unirse a sus hermanos del cielo«.
2.6 Consideración del Segundo Día
«La segunda pena que aflige en alto grado a estas benditas almas que se hayan en el purgatorio, es el tiempo que en vida perdieron. Durante el cual habrían podido adquirir mayores méritos para alcanzar las puertas del cielo. Además de la pena de pensar que esta pérdida es para siempre e irreparable, terminando con el tiempo de merecer esta vida.
¡Infeliz de mí, oh mi señor! Que por espacio de tantos años he vivido en la tierra no mereciendo sino los castigos del infierno. Te doy las gracias porque todavía me concedes tiempo para remediar el mal que he hecho y el bien que he dejado de hacer. Ayúdame para que lo que me queda en vida, lo empleé únicamente en serviros y en obrar con amor. Ten piedad de mí y de esas almas benditas que arden en el Purgatorio por no haber empleado como debían el tiempo que tu les proporcionaste para su santificación.
También te pido ayuda a ti: ¡oh María, madre de Dios! Ve en su auxilio con tus poderosos ruegos«.
Una vez finalizada esta lectura, se debe realizar un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
Tercer Día de la Novena a las Benditas Almas
3.4. Frase del Día: Tercer Día
«Señor Jesucristo ¿A los que pecan, los castigas con justicia en esta vida o en la otra?
Concédenos la gracia de nunca pecar y ten misericordia de los que, habiendo pecado; no pudieron por falta de tiempo o no quisieron, por falta de voluntad y por amor del regalo, satisfacerte en ésta vida; y están padeciendo ahora sus penas en el purgatorio. Llévalos a ellos y a todos, pronto a su descanso eterno«.
3.6 Consideración del Tercer Día
«Otra de las mayores penas que afligen a esas benditas ánimas, es la vista espantosa de los pecados que están expiando. En la vida presente ,no se conoce la fealdad del pecado, pero bien se conoce en la otra, y este conocimiento es uno de los más vivos dolores que sufren las almas en el Purgatorio.
¡Oh Dios mío!, Tú que nos amas por sobre todas las cosas, porque tu bondad es infinita; me duele con todo mi ser el haberte ofendido; concédeme la santa perseverancia; ten piedad de mí y de aquellas santas almas atormentadas con la vista de los pecados que no quisieron evitar y cometieron sin horror.
También te pedimos ayuda a ti, ¡Oh María madre de Dios! Ayúdales con tus poderosos ruegos y también a nosotros que estamos aún en peligro de condenarnos«.
Después de culminar la lectura de la consideración del día, se debe hacer un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. Luego continúas con la novena.
Cuarto Día de la Novena a las Benditas Almas
4.4. Frase del Día: Cuarto Día
«Señor Jesucristo, que exiges la penitencia aun de los pecados veniales en este mundo o en el otro: danos temor santo de los pecados veniales y en misericordia de los que, por haberlos cometido, están ahora purificándose en el purgatorio; y líbralos a ellos y a todos los pecadores de sus penas, llevándolos a la gloria eterna«.
4.6 Consideración del Cuarto Día
«Una de las penas que más afligen a aquellas almas que se encuentran en el purgatorio, es el pensar que durante sus vidas. Debido a sus actos y errores cometidos, disgustaron a aquel Dios a quien tanto aman. Esto a hecho que se vean penitentes al morir, y sufran de dolor al pensar que han ofendido a un Dios tan bueno.
Las almas del purgatorio conocen mucho mejor que nosotros cuán amable es Dios y por consiguiente, lo aman con todas sus fuerzas; por eso, al pensar que lo disgustaron en la vida, experimentan un dolor superior a cualquier otro dolor.
¡Oh Dios mío! Es en este momento cuando yo me doy cuenta que te ofendo con tanta facilidad, sin que me mueva lo mucho que haz hecho por mí, ni las penas que me esperan en el purgatorio; por favor, te suplico que tengas piedad de mí y de aquellas almas que arden en ese fuego por el desprecio que hicieron de las faltas veniales y que ahora te aman de todo corazón.
También te pido ayuda a ti. ¡Oh María! Protéjenos a nosotros para que aceptemos llevar una vida perfecta y bríndanos socorro para que mitiguemos nuestros dolores«.
Ahora deben rezar un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria, antes de continuar con la novena a las benditas almas.
Quinto Día de la Novena a las Benditas Almas
5.4. Frase del Día: Quinto Día
«Señor Jesucristo. Para aquellos que no pagaron por su culpa o no tuvieron bastante caridad con el pobre; los castigas en la otra con la penitencia que aquí no hicieron: concédenos las virtudes de la mortificación y de la caridad, y acepta misericordioso nuestra caridad y sufragios, para que por ellos lleguen pronto a su descanso eterno«.
5.6 Consideración del Quinto Día
«Otra de las grandes penas que afligen a aquellas benditas almas, es el sufrir aquel fuego sin saber cuándo tendrá fin sus tormentos. Es verdad que tienen la certidumbre de verse un día libres de ellos; pero la incertidumbre del tiempo en que se habrán de acabar, les causa un profundo tormento.
¡Oh Señor! Qué desgracia tan grande sería la mía si me hubieras enviado al infierno, a esa cárcel de tormentos, teniendo la seguridad de no salir de ella jamás! Te doy gracias y te pido que me perdones, prefiero escoger la muerte antes que volver a ofenderte. Ten piedad de mí y de las benditas almas que en la tierra no han temido los suficiente por las penas del purgatorio.
También te pido ayuda a ti. ¡Oh madre de Dios y madre mía! Danos socorro con tu inmenso poder y disminuye el tiempo que les espera de la eterna posesión de Dios«.
Al finalizar, se debe realizar una oración de Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. Luego procede con el resto de las oraciones.
Sexto Día de la Novena a las Benditas Almas
6.4. Frase del Día: Sexto Día
«Señor Jesucristo, tú que quisiste que honráramos a nuestros padres y parientes, y distinguiésemos a nuestros amigos: te rogamos por todas las ánimas del purgatorio, pero especialmente por los padres, parientes y amigos de cuantos hacemos esta novena, para que logren el descanso eterno«.
6.6 Consideración del Sexto Día
«Cuanto mayor es el consuelo que aquellas benditas almas les causa el recuerdo de la pasión de Jesucristo, por cuya virtud se salvaron, y del santísimo sacramento del altar, que les proporcionó y aún les proporciona tantas gracias, por medio de misas y comuniones: tanto más les atormenta el pensamiento de no haber correspondido en vida a estos dos grandes beneficios del amor de Jesucristo.
¡Oh Dios mío! Tú que te sacrificaste también por mí, y que me haz sido entregado tantas veces por medio de la sagrada comunión. Mientras que yo siempre te he correspondido con escasa ingratitud; ahora más que nunca te amo por sobre todas las cosas. ¡Oh supremo bien mío! Me arrepiento desde el fondo de mi corazón de todas las ofensas que te he causado y con tu gracia propongo mi enmienda. Por favor otórgame esa gracia Señor y ten piedad de mí y de las almas que arden en el fuego del purgatorio por la poca estima que hicieron de tu dolorosa pasión, y por las comuniones omitidas por negligencia, o hechas con tibieza.
También acudimos a ti. ¡Oh María, madre de Dios y Madre nuestra! Por favor intercede por todos ellos para que obtengan el perdón«.
Al culminar se debe rezar un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria. Luego se continúa con el resto de la novena.
Séptimo Día de la Novena a las Benditas Almas
7.4. Frase del Día: Séptimo Día
«Señor Jesucristo. Para aquellos que no se preparan a tiempo para la muerte, recibiendo bien los últimos sacramentos y purificandose de los residuos de la mala vida pasada. Los purificas en el purgatorio con terribles tormentos: te suplicamos señor, por los que murieron sin prepararse y por todos los demás, rogándote que les concedas a todos ellos la gloria y a nosotros recibir bien los últimos sacramentos«.
7.6 Consideración del Séptimo Día
«Aumentan también las penas de aquellas benditas almas que recuerdan todos los beneficios particulares que recibieron de Dios, como el haber recibido el bautismo, el haber nacido en país católico, que Dios los haya esperado en tantas ocasiones a penitencia para permitirles alcanzar el perdón de sus pecados cometidos; porque todos esos favores les hacen conocer mejor la ingratitud con que han correspondido a Dios.
Pero, ¡Dios mío! ¿quién ha sido más ingrato que yo? Tú que me haz esperado con tanta paciencia, me haz perdonado tantas veces con amor, y yo; que después de tantas promesas, solo te he vuelto a ofender. Por favor no me arrojes al infierno, porque de verdad te quiero amar y en el infierno no podría hacerlo. Ten lástima de mi alma y piedad de aquellas que se encuentran en el purgatorio, que por sus muchas culpas se han hecho menos acreedoras a tu misericordia.
También acudimos a ti. ¡Oh madre de misericordia! Permite mitigar con todo tu enorme poder sus sufrimientos«.
Ahora deben rezar un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Octavo Día de la Novena a las Benditas Almas
8.4. Frase del Día: Octavo Día
«Señor Jesucristo. A los que vivieron en este mundo demasiado aficionados a los bienes terrenales y olvidados de la gloria, los retienes apartados del premio, para que se purifiquen de su negligencia en desearlo: por favor mi señor misericordioso, calma sus ansias y colma sus deseos, para que gocen pronto de tu presencia. A nosotros concédenos amar de tal manera los bienes celestiales, que no deseemos desordenadamente los terrenos«.
8.6 Consideración del Octavo Día
«Otra pena, en extremo amarga para aquellas benditas almas, es el pensar que durante sus vidas, Dios tuvo con ellos muchas misericordias especiales que no tuvo con los demás. Mientras que ellos con sus pecados, le obligaron a que los condenara al infierno. Aunque después, por su misericordia las haya perdonado y salvado, viéndolas arrepentidas.
Vedme aquí, ¡oh Dios mío! Yo soy uno de aquellos ingratos que después de haber recibido de ti tantas gracias, he despreciado todo tu amor y te he obligado a condenarme al infierno. Te doy gracias por la misericordia y paciencia que has tenido en esperarme, me arrepiento con toda mi alma de haberte ofendido, y propongo la enmienda con vuestra gracia. Ten piedad de mí y de aquellas benditas almas que habiendo podido llegar a un alto grado de perfección en la tierra, merecen estar ahora más tiempo en el purgatorio por sus continuas infidelidades a los llamamientos a vuestra gracia.
También buscamos apoyo en ti, Virgen fidelísima. Para que interpongas todos tus méritos a nuestro favor«.
Después de completar esta lectura se debe decir un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
Noveno Día de la Novena a las Benditas Almas
9.4. Frase del Día: Noveno Día
«Señor Jesucristo, cuyos méritos son infinitos y cuya bondad es inmensa: mira propicio a tus hijos que gimen en el purgatorio anhelando la hora de ver tu faz, de recibir tu abrazo, de descansar a tu lado y; mirándolos, compadécete de sus penas y perdona lo que les falta para pagar por sus culpas. Nosotros te ofrecemos nuestras obras y sufragios, los de tus Santos y Santas; los de tu Madre y tus méritos; haz que pronto salgan de su cárcel y reciban de tus manos su libertad y la gloria eterna«.
9.6 Consideración del Noveno Día
«Grandes son las penas que sufren aquellas santas almas: El fuego, el tedio, la oscuridad, la incertidumbre del tiempo en que han de verse libres de aquella cárcel; pero de todas, la mayor para esas santas esposas, es la de verse separadas de su divino esposo y privadas de su vista y presencia.
¡Oh Dios mío! ¿cómo he podido vivir tantos años lejos de ti, privado de vuestra gracia? ¡Oh bondad infinita! Te amo por sobre todas las cosas y me arrepiento con todo mi corazón de haberte ofendido. Quisiera antes morir, que volver a ofenderte.
Por favor concédeme la santa perseverancia y no permitas que vuelva a caer otra vez en vuestra desgracia. Te lo suplico, ten piedad de las almas del purgatorio, especialmente las de mis padres, mis hermanos, mis parientes, mis amigos, y las de todos aquellos por quienes mi corazón y mi conciencia me obligan a pedir con más empeño; que no sea por mi indiferencia o por mis culpas por lo que ellas permanezcan allí alejadas de ti. Reduce el tiempo de su destierro y permite lo antes posible que puedan volver a recibir la dicha de amarte para siempre en el cielo.
También acudimos a ti, ¡oh dulce Virgen María! Consoladora de los afligidos, madre de nuestro salvador Jesús y de todos los fieles. Tú eres también la madre de las pobres almas que sufren en el purgatorio. Te imploro con confianza la inmensa bondad que hay en tu Corazón y te ruego para que intercedas con vuestro divino hijo, para que por los méritos de su santo sacrificio en la cruz, obtengan el alivio y la libertad a que aspiran. Que así sea«.
Para terminar, deben realizar una oración del Padre Nuestro, el Ave María y un Gloria. Luego pueden finiquitar lo que resta de la novena a las benditas almas.
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