Las oraciones son una de las mejores maneras de acercarnos a Dios y que él nos escuche. Son súplicas que tienen el poder de la fe, como por ejemplo, la oración de una madre por su hijo enfermo. Si quieren saber más sobre ellas, les invitamos a seguir leyendo.
La oración de una madre por su hijo enfermo
Las oraciones, como ya antes mencionamos, son una de las más eficaces formas de comunicación con Dios, ángeles, santos y el maestro Jesús. Todo depende de las palabras y de la fe que guarden en su corazón.
Oraciones hay muchas, pero en este artículo nos centraremos en las plegarias por un niño enfermo. Esta clase de oración viene de lo más profundo del corazón del que la dice y de su preocupación por sus hijos o los de alguien conocido.
La oración por un hijo enfermo puede variar dependiendo de cada devoto. A continuación, en este artículo, les mostraremos varias oraciones que se pueden rezar. Las mismas, seguramente, serán dichas por madres, padres, familiares y/o conocidos, pero lo primordial es la fe que le impongan a las palabras y que se sientan identificados con lo que están orando.
Una de las cosas más imprescindible, a la hora de orar, es que la oración y sus palabras tengan credibilidad ante el individuo que las está diciendo. No tiene que ser un discurso vacío , se debe creer y confiar en ellas desde el fondo del corazón.
Diferentes oraciones hacia un niño enfermo
Aunque empezamos a hablar de la oración de una madre por su hijo enfermo, la verdad es que cualquier individuo allegado al niño enfermo puede decir una plegaria por él. Se hace referencia a la mamá por ser ella quién, creemos, llegaría a angustiarse y preocuparse más.
A continuación les presentaremos una variedad de oraciones, incluyendo las oraciones de una madre por su hijo enfermo hasta las de familiares o amigos de los padres que tienen a un niño en mal estado de salud.
Primera oración de una madre por su hijo enfermo
“¡Oh Señor mío!, Tuya es la gloria infinita. Ruego a ti hoy para suplicar bienestar y salud para mi hijo.
Padre nuestro, sé que para nada es imposible. Envuélvelo con tus manos piadosas y bendícelo con tu gracia divina.
Todos mis ruegos son para ti, ¡oh Creador y Todopoderoso!
Te pido de todo corazón que le otorgues salud a (especificas el nombre del niño enfermo). Confiaré plenamente en ti como siempre lo he hecho, ya que no tengo ninguna duda de tu poder y sabiduría.
Amado Padre, te entregaré toda mi fe como siempre lo he hecho, declarando y esperando la inmensa alegría que sentiré cuando cures el malestar de (especificar el nombre del niño enfermo).
Declara con tu magnificencia que él estará libre de enfermedades y malestares. Te ruego y suplico que atiendas mis plegarias como así yo siempre te he escuchado.
Tu poder no tiene igual y eres bondadoso, así que te pido con pena y devoción que me ayudes esta vez usando tus manos santificadas y sanadoras sobre (especificar el nombre del niño enfermo), para que alivies sus problemas de enfermedad y permanezca sano y salvo.
Señor, porque tu gracia es misericordiosa y grande, protégelo de todo peligro para que no tenga ningún riesgo y así puedas obtener otro fiel siervo y seguidor de tu camino. Amén”.
La anterior oración hace el llamado a la bondad y misericordia de Dios para que fije sus ojos en el niño enfermo y lo sane.
Segunda oración de un padre por su hijo enfermo
“¡Oh gran Padre nuestro que estás en los cielos!, te doy gracias porque eres mi sanador al que acudo en tiempos de necesidad. Te ruego hoy con todo mi corazón por la salud de mi hijo (decir su nombre) que está deteriorada.
Me entrego hoy a tu presencia y te suplico que actúes colocando tu manto sanador sobre él. Que toda raíz de enfermedad se seque y desaparezca por la gracia de tu santo poder.
¡Oh gran Señor! Te pido que hagas funcionar su cuerpo haciéndolo rebosante de vitalidad y energía, y que los órganos que estén perjudicados sean sanados y reparados.
Ilumina y otorgarles tu sano juicio a los médicos que lo atienden. Muéstrales el camino correcto, ya que tú eres el único que lo conoce. Yo tengo fe, una vez que intervengas mi hijo recibirá nueva salud y bienestar.
Aún con el pesar que cargo por la condición de mi amado hijo, me mantendré firme creyente en ti. Tú eres un Dios de bondad, de amor, de misericordia y poder. Sé que tú cumplirás lo que te he pedido para que mi niño pueda cumplir su propósito que le otorgaste en su vida, logre verlo feliz, sano y bien encaminado.
Te pido que intervengas a mi favor y no me dejes caer, consuélame del tormento de observar a mi hijo postrado en esa cama. Hazme saber que tú estás tomando el control y llena mi ser con tu paz. Dame a conocer que no estoy sola, escuchando y respondiéndome con tus milagros.
Gracias, Todopoderoso, porque tus oídos están siempre atentos a tus creyentes. Yo elijo y perennemente elegiré poner toda mi confianza en ti, no hay otro Dios tan bueno y bondadoso como tú, que les otorgas milagros a tus humildes fieles. En el nombre de Jesús. Amén”.
Tercera oración hacia un hijo enfermo
Las palabras tienen un gran poder, por lo tanto si oran y le piden a Dios con mucha fe, este responderá afirmativamente.
Esta tercera oración es una declaración de fe y hará que la intervención de Dios sea manifestada por la fuerza de las palabras y las súplicas. Esta corta oración puede llegar a ser la más indicada y con la cual te sientas identificado.
“En el nombre de Jesús, ordeno a la enfermedad que está afligiendo a mi hijo que ahora mismo se aleje de su cuerpo y lo deje libre totalmente. Que se vaya a los lugares oscuros a donde pertenece y de los cuales nunca volverá.
Hablo a sus órganos para que se despierten y se fortalezcan. Que se defiendan y generen fuertes defensas que le permitan sacar fuera toda infección, virus o bacteria que los estén afligiendo. Manifiesto que la salud de mi hijo es para la gloria y honra de Dios.
Admito que mi niño ha sido curado por ayuda de Cristo y que recibe su bienestar por la penitencia sufrida en la cruz. Declaro a mi hijo de rebosante vitalidad y sangre sana que fluye por sus venas, bañando todo su cuerpo y otorgándole una nueva vida y salud.. Mi hijo es y será sano en el nombre de Jesús. Amén”.
Cuarta oración de unos padres hacia su hijo enfermo
“Amado Padre, tú que conoces el corazón de todas tus creaciones y siempre contestas a quién te ruega desde la fe.
Tú sabes que no podemos soportar si nuestros hijos están afligidos. Comprendes muy bien la preocupación de los padres ante los malestares y enfermedades que puedan sufrir sus niños.
¡Oh Señor! Vengo hoy a pedirte, haciendo uso de toda mi fe, para que desciendas y sanes a nuestro niño (especificar el nombre) de todas sus heridas emocionales, mentales, físicas y espirituales que le afectan su vida diaria.
Aun nosotros, desde la preocupación, dolor, angustia y desconcierto que nos causa su enfermedad, creemos en ti y en tu poder. Aceptamos este momento como ocasión para aumentar nuestra fe y la purificación de nuestros pecados. Dejamos todo en tus manos y que los males ya no atormenten a nuestro pequeño.
Aceptaremos este momento para cumplir penitencia de la misma forma que cumplió Cristo en la cruz, esperando que, al igual que a él, no nos abandones y nos llenes de tu gracia y bondad.
Ahora, Señor, a ti que quieres que vivamos en bondad y misericordia, respetuosamente te pido que por tu gran corazón lleno de amor y cariño, sanes a mi hijo (especificar el nombre) a quien tú conoces y amas. Amén”.
Quinta Oración de una madre por su hijo enfermo
“¡Oh gran y bondadoso Señor! Te imploro hoy para que cuides de mi hijo (especificar el nombre) en cuerpo y alma. Pasa tu manto sanador sobre él, has que así sienta alivio y pueda volver a recobrar su salud y vitalidad. Haz tu voluntad y sana sus heridas ya sean físicas o espirituales.
Revisa, purifica y bendice el lugar donde se hospeda mi hijo (especifica el nombre) para así alejar todo lo que pueda ocasionarle algún mal en su salud y recuperación.
Bendice con tu gracia y sabiduría a los médicos que atienden a mi hijo (especifica el nombre), ilumínalos para que sigan tu camino y logren dar con el tratamiento adecuado. Hazlos tus instrumentos sanadores y úsalos como tus manos milagrosas.
¡Oh Padre celestial! Nos has dicho que creyéramos en ti y así lo hacemos. Haciendo esta oración ya reconozco que estás obrando y ejerciendo tu voluntad. Desde ahora te agradezco y te doy gracias por la recuperación de mi niño, por tus bendiciones y tu amor sanador.
Salvador nuestro, te alabo y reconozco con toda mi fe. Sé que sin ti estaría perdido. Te entrego a ti la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Sexta oración de amigos o familiares hacia un niño enfermo y sus padres
Esta oración es específicamente para ser dicha por alguien que sea allegado a los padres del niño, ya que la misma también hace hincapié en ellos, a fin de aliviarlos de sus preocupaciones.
“¡Oh alabado Señor, Padre de todos! Yo, tu fiel siervo, te pido que hagas tu voluntad en el malestar de (Nombre del niño), que lo cuides y protejas. Ruego a ti por sus padres, para que los libres de la angustia y desesperación que cargan al observar a su hijo en tan mal estado.
Ahora rezo a ti, Jesús, que recibiste los amorosos cuidados de tus padres, María y José. Ayuda y reanima a su papá y a su mamá. No los dejes caer en malos pensamientos de dolor, angustia y depresión. Has que recurran a ti para aliviar sus energías negativas, que les otorgues fuerza y fe en Dios y verdadera sanación del cuerpo y alma.
Te pido a ti María, progenitora de Jesús y madre de todos nosotros, que con mimos, cariños y ternura, cuidabas de tu niño. Has que el corazón de la mamá esté lleno de fe, confianza y esperanza, para que al igual que tú pueda observar a su hijo crecer saludable delante del camino de Dios y de los hombres.
Llego a ti hoy querido San José, tú que fuiste padre y protector, y defendiste a tu familia de todos los peligros, te imploro que ayudes al papá de esta criatura, otórgale fortaleza y esperanza para que se mantenga fuerte en la desesperación y el dolor.
Señor, te pido que ayudes a esa familia para que puedan pasar por este momento oscuro de su vida y vean la luz del mañana. Amén.
Reflexiones sobre las oraciones
La oración por un hijo enfermo es una de esas plegarias ante la cual Dios no se queda indiferente, ya que él sabe de ese dolor y puede ayudar a todo aquel que le suplica con humildad y fe.
Las oraciones de una madre o de un padre son muy poderosas porque no solo están cargadas de fe, sino también impregnadas del más puro amor divino que se siente por un hijo.
Las oraciones por un niño enfermo siempre son escuchadas y respondidas por el Gran Poder de Dios, pues ellos son el ejemplo de la más santa inocencia y pureza que el padre espera de nosotros.
Sabemos que los momentos de enfermedad de un hijo son angustiosos y penosos, por eso esperamos que algunas de estas oraciones les ayuden a aliviar la carga y depositar el problema en manos de Dios.
Si quieres conocer más sobre la oración de una madre por su hijo enfermo, te recomendamos el siguiente video:
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