En el artículo de hoy, descubrirás todo lo que necesitas saber para realizar el Santo Rosario de Lunes a Sábado, con motivo de los misterios Gozosos. Te enseñaremos cuáles son y de que tratan cada uno, junto con todos los pasos que debes seguir para rezar este rosario de manera adecuada. Ten en cuenta, que con este rosario podrá dar gracias por la encarnación de nuestro señor Jesucristo y profundizar en los inicios de las alegrías Cristianas.
Rosario de los Misterios Gozosos
Los misterios Gozosos del rosario nos permiten conocer a profundidad cuales son las alegrías de los orígenes del cristianismo. Su temática gira al rededor del misterio de la encarnación y del dolor relacionado con la salvación.
Al menos, es la definición que nos brinda el Papa Juan Pablo II, quien también comenta que gracias a María; podemos entender que el cristianismo es ante todo un aprendizaje que se obtiene a través del evangelio; y el rosario al ser una herramienta para leer y aprender sobre las enseñanzas de Cristo, entonces éste también es un símbolo de alegría, de aprendiza y de discernimiento. El rosario en un vehículo para que podamos conectar con santísima trinidad y transformar en acción sus palabras.
Ahora bien, más específicamente con el rosario se los misterios gozosos, debemos saber que este se realiza dos días de la semana: los lunes y los sábados. Siempre estos días y siempre los mismos misterios. Esto es de vital importancia, porque no podemos hacer cambios en el contenido que posen ni en la estructura establecidas para realizar las oraciones. Hacer un rosario no es nada nuevo, esta institucionalizado su estructura y formato desde hace muchos años. Por ende, lo que varía es su contenido y temática. Que en este caso corresponde a los misterios gozosos.
Estos misterios nos permiten discernir sobre la responsabilidad tan grande que la Virgen María tuvo que cargar al aceptar ser la madre de Jesús. Destacando su seguridad y temple, al tomar la decisión a pesar de las consecuencias que esto pueda implicar. Su fe en Dios es tan grande, firme e incuestionable que es un ejemplo a seguir para todos nosotros. Otro aspecto central que aun no hemos mencionado es el amor. El amor que María tuvo por nuestro señor Jesucristo, solo es tan grande como el amor que Jesús tuvo con nosotros.
Debemos entender que rezar un rosario con los misterios gozosos, indiferentemente del día (sea lunes o sábado), va más allá que una oración. Lo podemos ver como una demostración de agradecimiento, de nuestro a amor y fe a la Virgen María y Dios padre, por cuidarnos siempre y hacer que el mundo sea un lugar mejor. En síntesis, el acto de rezar un rosario es una retribución de amor que hacemos como una pequeña muestra de todo el que hemos recibido incondicionalmente desde los inicios del hombre. Además, cuentas con la ventaja de poder hacerlo en cualquier sitio en el que te encuentres, ya sea en tu hogar, en la casa de algún amigo, en la iglesia, etc.
Nunca debemos dejar de buscar a Dios y a Cristo; y este rosario es una manera de buscarlos. Por otro lado, de los misterios que veremos a continuación podemos inferir un aprendizaje: seguir las enseñanzas y la voluntad de Dios. Ya que el es omnipotente, omnipresente y omnisciente, por lo que ha ideado un plan perfecto para cada uno de nosotros.
¿Cuáles son los Misterios Gozosos?
Antes de conocer los misterios Gozosos, es importante mencionar que estos pertenecen a los Misterios del Santo Rosario. El cual esta dividido en cuatro grandes grupos que deben ser rezados en días específicos de la semana. La división de estos misterios es la siguiente:
- Los Misterios Gozosos: que pertenecen la santo rosario que solo pueden ser rezados los días lunes y sábados.
- Los Misterios Luminosos: este Rosario solo se puede orar los días jueves.
- Los Misterios Dolorosos: le corresponde los días martes y viernes.
- Los Misterios Gloriosos: se deben orar los días miércoles y domingos.
En cuanto a los misterios gozosos, son cinco y cada uno de ellos nos permite conocer situaciones de la infancia de nuestro señor Jesucristo, así como momentos previos a su nacimiento:
Primer Misterio Gozoso: La Encarnación del Hijo de Dios
Este misterio gozoso se extrae de un fragmento de las sagradas escrituras, del evangelio según San Lucas (1;26-38):
«En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, para visitar a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: -¡Alégrate! Llena de gracia, el Señor está contigo.
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: -No temas María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande, y será llamado hijo del altísimo. El señor Dios le dará el trono de David, su padre. Reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin.
Luego María le contesta al ángel: -¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?
A lo que el ángel le respondió: -El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será santo y será llamado hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios.
María dijo entonces: -Yo soy la servidora del señor, que se cumpla en mí lo que has dicho.
Y el Ángel se alejó«.
Segundo Misterio Gozoso: La Visita de María a su Prima Isabel
Este misterio también corresponde al evangelio según San Lucas (1;39-45):
«En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: -¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre. ¿Quién soy yo, para que la madre de mi señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado por parte del señor«.
Tercer Misterios Gozoso: El Nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios
Para este misterio gozosos, debemos avanzar al capítulo dos del evangelio según San Lucas (2;1-7):
«En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba Siria. Cada persona debía ir e inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María que ya era su esposa, y que estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue«.
Cuarto Misterios Gozoso: La Presentación de Jesús en el Templo
Lo podemos hallar leyendo el evangelio según San Lucas (2;22-28):
«Cuando llegó el día fijado por la ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la ley: todo varón primogénito será consagrado al Señor. También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor. Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él y le había revelado que no moriría antes de ver al mesías del señor. Conducido por el mismo espíritu, fue al templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios«.
Quinto Misterio Gozoso: Jesús Perdido en el Templo
Este último misterio gozoso, es descrito por San Lucas (2;40-52) en las sagradas escrituras:
«El niño iba creciendo y se fortalecía lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él. Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre y finalizada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta. Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. Al tercer día, lo hallaron en el templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
Todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas. Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: -hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados.
-Jesús les contesto: -¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?.
Ellos no entendieron lo que les decía«.
¿Cómo Realizar el Santo Rosario los Lunes y Sábados?
Ya explicamos en que consiste el Santo Rosario, como se divide, cuáles son sus misterios y los días que corresponde hacerlos (lunes y sábados). Ahora te enseñaremos todo lo que necesitas saber para realizar este rosario paso a paso.
Paso 1: Inicio
El Santo Rosario de los Lunes o Sábados se inicia realizando la «señal de la cruz» y diciendo:
«Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos líbranos señor, dios nuestro. En el nombre del padre, del hijo, y del espíritu santo. Amén«.
Paso 2: Rezar el Credo
Ahora debes orar un Credo:
«Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y la tierra. Creo en Jesucristo, su único hijo, nuestro señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, que nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato y fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos y al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderosos. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén«.
Paso 3: Rezar un Padre Nuestro
«Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; y que se haga tu voluntad, tanto en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén«.
Paso 4: Rezar Tres Ave María
«Dios te salve, María; llena eres de gracias; que el señor sea contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén«.
Paso 5: Decir un Gloria
«Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén«.
Paso 6: Dar Inicio a los Misterios Gozosos
Hasta este punto, se podría decir que era una introducción o preparación para comenzar el rosario como tal. A partir de aquí, nos iremos posando en cada uno de los misterios gozosos del santo rosario de los lunes y sábados. No es obligatorio conocer de qué tratan cada uno de los gozos, basta con que menciones sus nombres y des una breve descripción de cada uno de ellos.
Puedes leer los pasajes bíblicos del evangelio según San Lucas directamente, que es donde podrás encontrar cada uno de ellos, o realizar un pequeño resumen si estás familiarizado y sabes de que tratan. En todo caso; si es la primera vez que participas en este rosario y desconoces de que tratan, te recomendamos escuchar atentamente cada uno de los misterios para que puedas reflexionar y aprender al respecto.
Primer Misterio: La Encarnación del Hijo de Dios
- Se procede a leer el fragmento correspondiente a este misterio: evangelio según San Lucas (1;26-38), o se realiza un breve resumen si se esta lo suficientemente familiarizado con la historia.
- Una vez finalizada la historia, los presentes se toman unos pocos minutos para reflexionar sobre lo que acaban de oír y su significado para sus vidas.
- Se reza un Padre Nuestro:
- Se continúa con diez Ave Marías.
- Se realiza un Gloria.
- Hacemos una plegaria de Jaculatoria. A continuación te dejamos un ejemplo para que puedas utilizar:
«Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia«.
Segundo Misterio: La Visita de María a su Prima Isabel
- Acá, se debe leer las escrituras de San Lucas (1;39-45), aunque como se menciono en el misterio anterior, alguien puede hacer una descripción de este pasaje si lo conoce bien.
- Todos los participantes del Santo Rosario de Lunes o Sábado, dedican unos minutos en silencio para pensar en lo que acaban de escuchar.
- Se reza un Padre Nuestro:
- Se continúa con diez Ave Marías.
- Se realiza un Gloria.
- Hacemos una plegaria de Jaculatoria. A continuación te dejamos un ejemplo para que puedas utilizar:
«Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia«.
Tercer Misterio: El Nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios
- Podemos hallar la historia en el evangelio de San Lucas (2;1-7) de las sagradas escrituras.
- Unos minutos de reflexión.
- Se reza un Padre Nuestro:
- Se continúa con diez Ave Marías.
- Se realiza un Gloria.
- Hacemos una plegaria de Jaculatoria. A continuación te dejamos un ejemplo para que puedas utilizar:
«Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia«.
Cuarto Misterio: La Presentación de Jesús en el Templo
- Al igual como lo hemos venido haciendo, nos dirigimos al evangelio y leemos en San Lucas (2;22-28).
- Se concede un espacio para meditar sobre la lectura.
- Se reza un Padre Nuestro:
- Se continúa con diez Ave Marías.
- Se realiza un Gloria.
- Hacemos una plegaria de Jaculatoria. A continuación te dejamos un ejemplo para que puedas utilizar:
«Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia«.
Quinto Misterio: Jesús Perdido en el Templo
- Este último misterio gozoso, lo podemos encontrar en el evangelio según San Lucas (2;40-52).
- Se otorga un momento para pensar sobre la historia de la encarnación de Dios.
- Se reza un Padre Nuestro:
- Se continúa con diez Ave Marías.
- Se realiza un Gloria.
- Hacemos una plegaria de Jaculatoria. A continuación te dejamos un ejemplo para que puedas utilizar:
«Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia«.
Paso 7: Rezamos un Salve
Una vez que ya hemos pasado por todos los misterios gozosos, realizando las plegarias correspondientes a cada una de ellas; luego finalizamos el santo rosario de los lunes y sábados con un Salve:
«Dios te salve, reina y madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Vea entonces, señora y abogada nuestra; vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, santa madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro señor Jesucristo. Amén«.
Paso 8: Rezar las Letanías (Opcional)
Como último paso opcional del Santo Rosario de los lunes y sábados, podemos realizar unas letanías lauretanas. Existen distintas opciones, así que en este caso queda tu gusto y preferencia. Puedes seleccionar las letanías que consideres oportunas y decirlas como cierre del Santo Rosario. En todo caso, acá te dejamos con una letanías breves:
«Señor, Ten Piedad.
Cristo, Ten Piedad.
Señor, ten Piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros«.
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