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El día de hoy te enseñaremos una de las novenas más poderosas que puedes rezar. Ideal para aquellos momentos donde no halles salida y la situación sobrepase tus capacidades, cuando quieras pedir intervención del señor por aquellos que amas y que han perdido el camino. Estamos hablando por supuesto, de la Novena a la Sangre de Cristo. Acá encontraras distintas oraciones (para múltiples motivos), alabanzas y mucho más al respecto.

novena a la sangre de cristo

Novena de la Sangre de Cristo

Para aquellos que lo desconozcan, una novena consiste en un ejercicio de oración que dura nueve días (de ahí proviene el nombre novena). Su finalidad es la de dar gracias al señor por algo en específico o en caso contrario, solicitar su ayuda e intervención para que acuda e interceda por alguna problema que te aflija a ti, a un ser querido, a tu familia, a la comunidad o a la humanidad en general. Aunque también se puede utilizar por cualquier otra situación problemática o conflictiva como por ejemplo: un desastre natural.

Estas novenas pueden estar dirigidas a Jesucristo, a cualquier otra advocación o alguna persona que haya sido canonizado gracias a sus logros obtenidos durante su vida, que lo hacen acto para la petición que desees hacer (como el Papa Juan Pablo II).

Como podemos apreciar, esto significa que hay muchas variabilidad respecto a quien nos podemos encomendar. Pero sin duda alguna, no hay Novena más poderosa que aquella que realizamos en nombre de la Sangre de Cristo. Siendo su sangre uno de los elementos más puros y divinos que fue derramado para redimir todos nuestros pecados. Por esta razón, se considera que esta novena es una de las mejores para solicitar ayuda de Cristo en momentos de mucha angustia y necesidad.

Cuando los pecados que deseamos purificar son muy graves o las personas por quienes solicitamos ayuda se encuentran en una situación muy compleja y delicada. Que mejor que encomendarnos en las manos de nuestro señor Jesucristo.

¿Cómo Realizar la Novena de la Sangre de Cristo?

Al momento de realizar la novena a la sangre de Cristo, debemos tener en cuenta que está posee múltiples elementos que hay que emplear durante cada día de oración. Algunos aspectos son obligatorios: como su duración que debe ser de nueve días o las lecturas a utilizar. Mientras que otros pueden ser empleados de manera opcional o según la preferencia de quienes realicen la novena: como las oraciones para la peticiones a utilizar, las alabanzas que desees hacer, etc.

Para tu comodidad, a continuación te indicamos cada uno de estos elementos con sugerencias para que puedas utilizar al momento de realizar novena a la sangre de Cristo.

Novena a la Sangre de Cristo: Lecturas de Cada Día

Cada día debes realizar una lectura de algún pasaje de las sagradas escrituras relacionadas con la sangre de Cristo. Luego, al finalizar cada lectura por día; debes continuar la novena realizando los «Gozos».

Primer Día

La lectura corresponde a Efesios (1;7):

«En su gran amor, Dios nos ha liberado por la sangre que Jesús derramo y ha perdonado nuestros pecados«.

Esta primera lectura tiene como finalidad servir de apertura a nuestros corazones para aceptar el poder de Jesús y su capacidad redentora.

Segundo Día

La lectura pertenece a Colosenses (1;20):

«Por medio de Cristo quiso poner en paz consigo al universo eterno, tanto lo que está en la tierra como lo que está en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz«.

Por medio de esta lectura podemos vincular con mayor facilidad las cosas que nos rodea con la vida y la creación: las paredes, los objetos, el piso, el cielo, los animales, las plantas; incluso nosotros mismos o nuestros familiares.

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Tercer Día

En este día debemos leer a Juan (1;7):

«Pero si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces hay unión entre nosotros, y la sangre de su hijo Jesucristo nos limpiará de todo pecado«.

Esta lectura nos acerca un poco más a la salvación, nos permite entender que el primer paso para librarnos de nuestros pecados radica en nosotros mismos, en aceptar nuestros errores y los pecados cometidos, y comenzar a actuar en consecuencia.

Cuarto Día

Ahora nos posaremos en la lectura de Hebreos (9;13-14):

«Es verdad que la sangre de toros y chivos, y las cenizas de la becerra que se quema en el altar, las cuales son rociadas sobre los que están impuros, tienen poder para consagrarlos y purificarlos por fuera. Pero si esto es así; ¡cuánto más poder tendrá la sangre de Cristo! Pues por medio del Espíritu eterno, Cristo se ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio sin mancha. Su sangre limpia nuestra consciencia de las obras que llevan a la muerte, para que podamos servir al Dios viviente«.

Este pasaje resulta bastante interesante, porque no se niega que el poder puede ser obtenido por otros medios u otras vías. Pero se deja claro que todos quedan opacados por la sangre de Cristo debido a dos razones:

  1. Jesús es el hijo de Dios. Lo cual de por sí, le confiere un aspecto divino y todopoderoso.
  2. Segundo y aún más importante: su obra y sacrificio. Como él, siendo tan divino e hijo de Dios, sacrifica su cuerpo y su sangre por la salvación de todos nosotros. Si su poder no conoce límites y ya era grande, ahora gracias a su misericordia es aún más poderoso, más puro y divino.

Estos dos aspectos lo separan y distinguen de cualquier otra fuente de consagración y poder. Razón por la que repetimos, que esta novena a la sangre de Cristo es una de las más poderosas y efectivas de todas.

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Quinto Día

En este quinto día se tienen que realizar dos lecturas pertenecientes a Apocalipsis. Una correspondiente a Apocalipsis (5;9):

«Porque fuiste sacrificado; y derramando tu sangre compraste para Dios gentes de toda raza, lengua, pueblo y nación«.

La otra lectura de Apocalipsis (1;5) es:

«También de parte de Jesucristo, testigo fiel, que fue el primero en resucitar y tiene autoridad sobre los reyes de la tierra. Cristo nos ama y nos ha librado de nuestros pecados derramando su Sangre«.

En la lectura del cuarto día, el mensaje gira en torno a lo sorprendente y todopoderoso que es el señor Jesús. Pero este quinto día; se trata de su sacrificio, de lo importante que fue para nosotros y de la repercusión tan grande que tuvo en el mundo. En la primera lectura del Apocalipsis, podemos inferir como la humanidad creció y se convirtió en lo que es hoy en día gracias al derramamiento de la sangre de Cristo.

Por otro lado, en la siguiente lectura del Apocalipsis se nos presenta a un Jesucristo divino, que ha superado las barreras que se creían imposibles para la vida humana. ¡Jesús resucitó! Y con ello demuestra su magnificencia y superioridad sobre todas las autoridades terrenales. Pero al mismo tiempo, expresando cuán importante somos para él y como esta a nuestra disposición para que lo utilicemos como apoyo y sostén de nuestras vidas. Siendo su sangre el elemento más poderoso que podemos utilizar a nuestro favor.

Sexto Día

Ahora nos posicionamos en Hebreos (10;19) para leer:

«Por tanto, hermanos, ahora podemos entrar sin ningún temor en el santuario por medio de la Sangre de Jesucristo«.

Utilizar la sangre de Cristo a nuestro favor no debe ser visto como una obligación, petición, mandato u orden. Es una bendición que recibimos de él. Es ponernos a su servicio y su voluntad y permitir que interceda en nuestras vidas para dar solución a nuestros problemas. Además, su bendición no solo permite aliviar nuestros pesares, sino que también nos facilita caminar por el mundo y recorrer sitios que de otro modo, serían intrasitables. Siendo la iglesia uno de los lugares más difíciles de recorrer para aquellos que no están bendecidos con sus sangre.

Esto último puede sonar un poco exagerado, ya que cualquier persona sin importar su credo, raza, género, edad, etc. Puede ingresar a una iglesia e incluso, participar de las festividades que ahí se celebran. Pero el nivel de vinculación espiritual que cada persona es capaz de alcanzar varía ampliamente. Por esta razón se dice que la sangre de Cristo no solo es una herramienta, sino también es un vehículo. Por este motivo debemos aceptar y sentirnos bendecidos por poseer su gracia.

Séptimo Día

Continuamos en el séptimo día de la novena a la sangre de Cristo con una lectura de Apocalipsis (12;9-11):

«Así que fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo. Él y sus ángeles fueron lanzados a la tierra. Entonces oí una fuerte voz en el cielo que decía: ya llegó la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de sus Mesías; porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba delante de nuestro Dios. Nuestros hermanos lo han bendecido con la Sangre Derramada del Cordero y con el mensaje que ellos proclamaron: no tuvieron miedo de perder la vida, sino que estuvieron dispuestos a morir«.

Acá estamos frente a la historia de lo que ocurrió con Satanás, de cómo bajó a la tierra para esparcir su oscuridad por todos lados. De cómo Dios al percatarse de esto, envía a su ejército de ángeles junto con su hijo (que es el líder de esta comitiva) para ayudarnos a enfrentarnos a esta amenaza.

Pero sobre todo, el punto focal de este fragmento bíblico es la capacidad que tienen la sangre de Cristo para librarnos de todo mal que haya sido propagado por el Diablo. Aunque en este caso, se menciona como la sangre del cordero de dios. Por otro lado, nos indica como está dispuesto y acepta derramar su sangre gustoso, para ayudarnos a conseguir la salvación y purificar nuestras almas del pecado.

Octavo Día

En este día corresponden dos lecturas, una de Hebreos (11;28):

«Por fe, Moisés celebro la Pascua y mandó a rociar las puertas con sangre para que el ángel de la muerte no tocara el hijo mayor de ningún israelita«.

La segunda lectura pertenece al Éxodo (12;13):

«La sangre les servirá para que ustedes señalen las casas donde se encuentren, y así; cuando yo hiera de muerte a los egipcios, ninguno de ustedes morirá, pues veré la sangre y pasaré de largo«.

El mensaje de estos fragmentos del antiguo testamento es claro: La capacidad de protección que posee la sangre de Cristo. Esto significa que no solo sirve para ayudarnos a purificar nuestros espíritus y eliminar de ellos el pecado. Sino que también nos ayuda a defendernos frente a todos los que deseen causarnos daño, ya sea física, mental, espiritual o emocionalmente.

Al momento de realizar la novena a la sangre de Cristo, este punto juega un papel muy importante, porque implica que no solo puedes pedir que Jesucristo interceda por ti o por los tuyo luego que la semilla del mal se ha esparcido. También puedes realizar estas oraciones de forma preventiva, para solicitar protección y resguardo ante las amenazas que hay en tu vida, en la de tus familiares o en el mundo entero. Por ejemplo, puedes utilizar esta novena para pedirle al señor que aleje las malas compañías de tus hijos.

Partiendo del punto anterior, son pocas las personas que conocen y comprender el significado, poder y valor de la sangre de Cristo. De manera que es aun menor la cantidad de personas que saben la forma adecuada de utilizarla.

Noveno Día

La última lectura para finalizar la novena, es del evangelio según San Mateo (26;27-28):

«Luego tomó en sus manos una copa y habiendo dado gracias a Dios, se la pasó a ellos, diciendo: beban todos ustedes de ésta copa, porque ésta es mi Sangre, con la que se confirma el pacto, la cual es derramada a favor de muchos para perdón de sus pecados«.

Esta es un frase familiar para todo católico practicante, ya que la escuchamos cada vez que vamos a recibir el sacramento de la eucaristía. Siendo así, la eucaristía el tema central para finalizar la novena a la sangre de Cristo. Si se analiza detenidamente, no hay mucha sorpresa al respecto, ya que el sacramento de la eucaristía es uno de los momentos más importantes (por no decir el más importante) dentro de la celebración de la santa misa que se realiza cada domingo.

Su simbolismo y significado a sido piedra angular de las creencias católicas, y por tanto: de la iglesia. Él mismo señor Jesucristo nos invita a participar de la comunión de la eucaristía luego de la última cena que tuvo con sus discípulos, donde recitó las palabras que acabamos de mencionar en el texto de San Mateo.

En cuanto a su simbolismo, ya lo hemos ido abordando a lo largo del artículo de manera indirecta. Recibir la eucaristía, implica beber la sangre de nuestro señor Jesucristo y llenarnos de su gracia y la del espíritu santo. El cual nos purifica de nuestros pecados cometidos, y nos acerca a las escaleras del cielo. Es una forma de renovarnos como católicos devotos a la fe cristiana y acercarnos a la santísima trinidad.

Por otro lado, el uso de la sangre como un medio para alcanzar la protección se da desde el antiguo testamento. Cuando Dios decide castigar al pueblo de Egipto, le indica a Moisés que coloque sangre de cordero en las puertas de las casas de los judíos para que sirviera de protección.

Gozos Para la Novena a la Sangre de Cristo

Como se indica al inicio del apartado anterior, luego de realizar cada lectura correspondiente a cada día de la novena a la sangre de Cristo, se debe decir los Gozos. Estos van acompañados de una respuesta o coro, que deben ser recitados luego de cada gozo:

  «Hoy me cubro con tu sangre y sello todo mi ser, líbrame del hambre y de cualquier escasez».

Respuesta: !Oh adorable sangre de Jesús¡ Limpia mi mente y mi corazón. Rompe cualquier atadura que impida mi bendición.

«Tu sangre tiene poder, tu sangre sana mi ser, tu sangre limpia mi alma y protege todo mi ser».

Respuesta: !Oh adorable sangre de Jesús¡ Limpia mi mente y mi corazón. Rompe cualquier atadura que impida mi bendición.

«Ven sangre redentora, transforma hoy mi hogar, quiero ser liberada de toda influencia del mal».

Respuesta: !Oh adorable sangre de Jesús¡ Limpia mi mente y mi corazón. Rompe cualquier atadura que impida mi bendición.

«Rocíame Jesús con tu sangre redentora. Te entrego todas mis deudas para así poder alcanzar la victoria sobre cualquier atadura que me aflige  y me destruye, trayendo sobre mi vida toda clase de amarguras».

Respuesta: !Oh adorable sangre de Jesús¡ Limpia mi mente y mi corazón. Rompe cualquier atadura que impida mi bendición.

«Fluye sangre redentora, fluye sobre mi vida. Apartando de mi hogar y de mi negocio, toda fuerza opresora que no me deja dormir ni tampoco ser feliz».

Respuesta: !Oh adorable sangre de Jesús¡ Limpia mi mente y mi corazón. Rompe cualquier atadura que impida mi bendición.

«Tu sangre redentora destruye toda maldad, por eso hoy te pido que construyas las áreas afectadas en mi vida pasada, sanando en mí, las heridas que dejaron como cascadas una fuerza de amargura, de tristeza y de dolor».

Respuesta: !Oh adorable sangre de Jesús¡ Limpia mi mente y mi corazón. Rompe cualquier atadura que impida mi bendición.

«Tu sangre es fuente de poder y liberación, por ella fuimos limpiados para obtener la bendición».

Respuesta: !Oh adorable sangre de Jesús¡ Limpia mi mente y mi corazón. Rompe cualquier atadura que impida mi bendición.

«Sangre de Cristo precio de rescate, sello que nos marca la garantía que tú nos entregaste. Con esa sangre preciosa, hoy quiero que en esta angustia que tengo, vengas a ayudarme».

Respuesta: !Oh adorable sangre de Jesús¡ Limpia mi mente y mi corazón. Rompe cualquier atadura que impida mi bendición.

Alabanzas Para ser Recitadas en la Novena a la Sangre de Cristo

Como el título lo indica, estas alabanzas se pueden realizar todos los días que realices la novena a la sangre de Cristo. No hay un orden específico respecto a si deseas hacerlo al inicio o al final de la novena, pero recomendamos hacerlas luego de finalizar con los Gozos. Cada alabanza debe ser respondida con la frase: «¡Bendita sea tu preciosa sangre!»

«Jesús, eres el autor de nuestra salvación».

¡Bendita sea tu preciosa sangre!

«Jesús, tú que diste tu sangre como precio de nuestro rescate».

¡Bendita sea tu preciosa sangre!

«Jesús, tu sangre que nos reconcilia con Dios».

¡Bendita sea tu preciosa sangre!

«Jesús, que con tu sangre nos purificas a todos».

¡Bendita sea tu preciosa sangre!

«Jesús, que con tu sangre limpias nuestras culpas».

¡Bendita sea tu preciosa sangre!

«Jesús, por cuya sangre tenemos acceso a Dios».

¡Bendita sea tu preciosa sangre!

«Jesús, que nos das tu espíritu cuando bebemos tu sangre».

¡Bendita sea tu preciosa sangre!

«Jesús, con tu sangre degustamos las delicias del cielo».

¡Bendita sea tu preciosa sangre!

«Jesús, que con tu sangre fortaleces nuestra debilidad».

¡Bendita sea tu preciosa sangre!

«Jesús, que no das tú sangre en la eucaristía».

¡Bendita sea tu preciosa sangre!

«Jesús, cuya sangre es prenda del banquete eterno».

¡Bendita sea tu preciosa sangre!

«Jesús, que nos vistes con tu sangre como traje del reino».

¡Bendita sea tu preciosa sangre!

«Jesús, cuya sangre proclama nuestro valor ante Dios».

¡Bendita sea tu preciosa sangre!

Oraciones Para Realizar en la Novena a la Sangre de Cristo

A continuación, te dejaremos algunas oraciones para realizar con la novena a la sangre de Cristo. No es necesario citarlas todas, pero es importante seleccionar aquellas que mejor se adapten al motivo o la causa por la que realizas la novena. Además, te puedes encomendar en las manos del señor Jesucristo, así como en las manos de la Virgen María.

Oración de la Sangre de Cristo

Esta oración es ideal para utilizarla indiferentemente del motivo que poseas. Ya que va dedicada a la sangre de Cristo. La oración inicia así:

«Señor Jesús, en tu nombre, y con el poder de tu sangre preciosa sellamos toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales nuestros enemigos quieran hacernos daño.

Con el poder de la sangre de Jesús, me cubro y sellamos toda potestad destructora que habite en el aire, en la tierra, en el fuego, en el agua, debajo de la tierra, en los abismos del infierno y en el mundo donde transitamos hoy en día. Con el poder de la sangre de Jesús rompemos toda interferencia y acción del maligno.

Te pedimos Jesús, que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo a la santísima Virgen María acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael y de toda su corte de santos ángeles.

Con el poder de la sangre de Jesús me cubro y sellamos nuestra casa; así como a todos los que la habitan en ella (puedes mencionar el nombre de cada uno de los integrantes de hogar). También cubre y sella con tu sangre a las personas que el señor enviará a ella. Incluyendo todos los alimentos y bienes que él generosamente nos envía para nuestro sustento.

Con el poder de la sangre de Jesús me cubro y sellamos a todas las personas, animales, objetos y el aire que respiramos. Con nuestra fe colocamos un círculo de sangre alrededor de toda nuestra familia.

Con el poder de la sangre de Jesús me cubro y sellamos los lugares en donde vamos a estar en este día, así como a las personas, empresas, negocios, instituciones y cualquier otro con quienes vallamos a tratar (puedes mencionar el sitio a donde vayas a ir o el nombre de alguna o algunas personas con las que te vayas a relacionar ese día).

Con el poder de la sangre de Jesús me cubro y sellamos nuestros trabajo material y espiritual, los negocios de todos nuestros hijos, los vehículos, las carreteras, los aíres, las vías y cualquier medio de transporte que necesitemos utilizar.

Con tu sangre preciosa me cubro y sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes, líderes y dirigentes de nuestra patria y de la iglesia. A fin de que tu paz y tu corazón reinen en ellas.

Te agradecemos señor por tu sangre y por tu vida, ya que gracias a ellas hemos sido salvados y somos preservados de todo mal. Amén«.

Oración de Sellamiento

Si deseas hacer la oración de sellamiento para la novena a la sangre de Cristo sólo debes mencionar tu nombre antes de comenzar y recitar la siguiente plegaria:

«Yo, (Indica tú nombre), me coloco a los pies de Jesucristo y me rindo ante ti señor. Me ato a tu santa voluntad, me amarro con los lazos infinitos de tu misericordia, abro mi corazón de par en par para que penetre e invada todo mi ser.

En el nombre de nuestro señor Jesucristo muerto y resucitado, yo clamo y reclamo su preciosa sangre sobre mí, sobre mi familia, sobre mis bienes espirituales y materiales. Sello mi corazón para que sea limpiado y removido el odio, el resentimientos, los temores, las angustias, las soledades, las tristezas, los dolores y todo sentimiento negativo con tu preciosa sangre.

Yo, (vuelve a repetir tu nombre completo), sello mi espíritu en la preciosa sangre Jesús.

Yo, (de nuevo indica tú nombre), sello mi alma en la preciosa sangre de Jesús.

Yo, (menciona tu nombre), sello mi mente y voluntad en la preciosa sangre de Jesús.

Yo, (di tu nombre y apellido), sello mi pasado y mi presente en la sangre preciosa de Jesús.

Sello con la preciosa sangre de Jesús a mis hijos (puedes mencionar sus nombres), para que ante el sello poderoso de la sangre de Jesús aleje con toda su fuerza al mal. Aplico la sangre de Jesús sobre mi casa y sobre los que habitan en ella. Derramo la sangre de Jesús en mi trabajo o negocios para que queden sellados y ninguna potencia del maligno pueda hacerme daño. Amén«.

Oración para Pedir Perdón

No todas las oraciones y plegarias que realices al momento de hacer una novena a la sangre de Cristo deben estar destinadas a pedir algún favor o que el señor Jesús interceda en tu vida por algún problema. A veces, simplemente necesitamos un espacio para pedir perdón por todos los errores cometidos. Si este es tu caso, te recomendamos orar lo siguiente:

«Me apropio de la palabra que me dice que hay redención en tu sangre.

Señor, quiero que tú en esta hora me redimas. Perdóname por alejarme de ti con mis actitudes; quiero abandonar esta vida que he llevado hasta hoy; me acojo a la promesa que dice: ‘Si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces hay unión entre nosotros, ya que la sangre de su hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado’.

Que la sangre de tu hijo Jesucristo me limpie de todo pecado. Hoy vengo ante ti reconociendo que soy pecador, y me arrepiento de todas las faltas y errores cometidos hasta hoy. Séllame con tu sangre y retira de mi presencia toda maldad que haya cometido ante ti. Gracias por tu sangre liberadora. Amén«.

Como un dato adicional, la cita que se menciona en la oración pertenece al evangelio según San Juan (1;7).

Oración a la Virgen María

«Virgen María, tú que viste fluir del cuerpo de Jesús su sangre bendita. La misma sangre con que tu hijo derramo y ofreció voluntariamente para el perdón de mis pecados.

Tú bendita Virgen María, que sentiste un dolor muy grande por la sangre que vertió toda su cara, por la sangre que brotaba en todo su cuerpo, por los latigazos recibidos; por esa sangre que brotó de sus manos y sus pies cuando lo traspasaron los clavos; que brotó de su costado, cuando le atravesaron la lanza.

Por esa sangre te entrego todas mis preocupaciones, para que unidas a tu dolor y al que sufrió nuestro señor Jesucristo, alcance la gracia que espero de ti por tu intercesión. (Para finalizar la oración, indica cuales son las peticiones que deseas hacerle a la Virgen María). Amén«.

Oración de Baño de Sangre

Acá te dejamos otra oración ideal para realizar durante la novena a la sangre de Cristo:

«¡Jesús salvador nuestro! Presenta al padre esa sangre tuya que, en virtud del Espíritu Santo, derramaste por nuestro amor. Purifícanos de nuestros pecados en el baño de esta sangre sagrada. Esperamos alcanzar a través de ella la gracia que estoy pidiendo por medio de esta novena. (En este espacio puedes mencionar las peticiones que desees hacer a nuestro señor Jesucristo). Amén«.

Oración a Nuestro Señor Jesucristo

La siguiente oración puede ser utilizada tanto para la novena a la sangre de Cristo, como en cualquier otra ocasión:

«Señor Jesús, dame de beber del torrente de tus delicias.

Ya que tu sangre preciosa apagará mi sed.

Tu sangre preciosa me lavará de toda mancha.

Tu sangre preciosa me robustecerá en mi debilidad.

Tu sangre preciosa me garantizará la vida eterna.

¡Señor, bendito seas por esa sangre que derramaste por mi!

En la eucaristía me das tu sangre sagrada para que me embriague del gozo celestial. Amén«.

Oraciones Para ir a Trabajar

Esta oración se recomienda hacerla antes de ir a trabajar: bien sea a primera hora del día o justo antes de comenzar la jornada laboral.

«Señor, tú que creaste el trabajo para que el hombre pudiese valorar su propia vida. Con el trabajo, permites que cada uno de nosotros tenga la oportunidad de aprender a vencer obstáculos y saborear victorias.

El trabajo se convirtió en centinela de la virtud que nos trae paz, salud, abundancia y despreocupación. Somos privilegiados señor; porque nos ayudas y brindas apoyo con tus inspiraciones alentadoras y positivas.

Gracias a la buena disposición que nos inspiras, descubrimos por medio del trabajo la felicidad de vivir. Señor, tu nos diste este condimento de la vida y la consciencia de poder servir a tus propósitos.

Sin trabajo, no sentimos satisfacciones ni recibimos recompensas valiosas. Gracias a ti Señor, sabemos trabajar y producimos en la naturaleza transformaciones útiles.

Sin el trabajo, la vida nos parece un navío sin rumbo; hoy somos dirigentes y capitanes de nuestras vidas. Gracias señor, por la oportunidad de poder iniciar y concluir bien todos nuestros trabajos. Amén«.

Ofrecimiento del Día

Esta plegaria está diseñada para ser recitada cualquier día. De manera que se puede agregar al final de la novena a la sangre de Cristo o utilizarla como parte de tu rutina diaria de oración:

«Que mis ojos vean que tú eres la luz que alumbra mi camino.

Que mi alma sienta el gozo de llevarte muy dentro.

Que mi corazón reciba con humildad el amor que tú me das.

Que mis pensamientos sean para glorificarte y bendecirte.

Que mis silencios sean para hablar contigo y escucharte.

Que mis oraciones clamen ante ti el cambio que debo tener.

Quiero vivir bajo tu mirada, caminar sin cansancio hasta encontrarte y así sentir la paz y el gozo que tu infinito amor me da. Amén«.

Si deseas saber sobre otras cosas relacionadas a la protección no dejes de leer la oración por los hijos

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