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La cultura maya está considerada como una de las más avanzadas del mundo y tiene que ver mucho con la apreciación de la filosofía de vida. El cosmos de esta cultura se compone de tres alimentos, el cielo, la tierra y un inframundo llamado Xibalbá. Conoce más de este inframundo a continuación.

Xibalbá

Xibalbá: El inframundo de los mayas

En nuestro artículo de hoy queremos compartir con ustedes algunos datos relacionados con la mitología maya. Estaremos hablando acerca del término “Xibalbá” que es el nombre del inframundo. En la mitología maya se conoce como Xibalbá al mundo subterráneo regido por las divinidades de la enfermedad y de la muerte: Hun-Camé y Vucub-Camé.

Para nadie es un secreto que a través de los años, la cultura maya ha sido caracterizada por muchos investigadores como una de las culturas más desarrolladas del mundo, no sólo por el crecimiento en áreas como las matemáticas, arquitectura, sino además por su interesante filosofía de vida. Uno de los elementos de su filosofía está relacionado precisamente con el concepto de vida y muerte.

Uno de los aspectos que más llama la atención de la mitología maya tiene que ver con el concepto y la manera que tienen los mayas de percibir la vida y la muerte. Para esta cultura, el cosmos se compone de tres elementos básicos como lo son el ciclo, la tierra y el inframundo, también conocido por muchos como Xibalbá. En pocas palabras se puede decir que Xibalbá, en la mitología maya, es conocido como el inframundo.

El inframundo no es más que un mundo subterráneo el cual es gobernado por las deidades de la enfermedad y la muerte: Hum-Camé y Vucub-Camé. Es importante aclarar que para la cultura maya, el Xibalbá no representaba un mundo espiritual sino más bien se trataba de un espacio físico el cual estaba bajo la superficie de la tierra y podían tener entradas reales a ese mundo.

De acuerdo a varias investigaciones, se creía que la entrada a Xibalbá se encontraba ubicada en una cueva cercana de Cobán en Guatemala. Esta manera de apreciar la vida no resulta extraña debido a que una gran mayoría de las culturas más influyentes del mundo antiguo creían en la existencia de un mundo tenebroso y sumido en las tinieblas, algo parecido a lo que representa el infierno para el mundo cristiano.

Xibalbá

A este mundo tenebroso y lleno de tinieblas, los humanos viajaban y tenían un contacto directo con asombrosas y aterradoras criaturas. En el caso de la cultura maya, que se establecieron en el sureste de México y en gran parte del continente americano, llamaron a ese infierno como el Xibalbá. De acuerdo a las creencias culturales de los maya, después de la muerte, el alma del difunto va directamente a Xibalbá.

Mitología

En la parte anterior de nuestro artículo pudimos conocer brevemente sobre la conceptualización del término “Xibalbá”. Sabemos que se trata de él inframundo para la mitología Maya el cual es gobernado por las deidades de la enfermedad y la muerte: Hun-Camé y Vucub-Camé. Recordemos que el cosmos para la cultura maya está compuesto de tres elementos principales: El cielo, la tierra y el inframundo o también llamado Xibalbá.

El Xibalbá, a diferencia de lo que muchos investigadores piensan, no se trata de un mundo espiritual, sino que para los mayas es un mundo físico a dónde va el alma una vez muerto el cuerpo. En este lugar se cree que habitaba y reinaba el “descarnado”, Ah Puch, también conocido como Kisin o Yum Kimil, descrito como el señor de la muerte.

A través de este artículo hemos mencionado que Xibalbá, de acuerdo con la mitología maya, es el mundo subterráneo regido por los espíritus de la enfermedad y la muerte. Según la tradición, la entrada a este mundo físico en el siglo XVII se encontraba ubicada en una caverna situada en la localidad de Alta Verapaz, en las cercanías de Cobán, Guatemala.

Se dice que fue Fray Francisco Ximénez quien se encargó de traducir al latín la obra aborigen guatemalteca Popol Vuh o libro de los acontecimientos, desde una perspectiva católica. De allí es que se relaciona al Xibalbá como especie de un infierno para el mundo del cristianismo. El Xibalbá es un mundo gobernador por los llamados “Señores de la muerte”.

El Popol Vuh está constituido como una recopilación de narraciones míticas, legendarias e históricas originales del pueblo K´iche, un pueblo maya con sede en Guatemala y considerado el de mayor cantidad de habitantes. Es un libro con gran valor histórico y espiritual llamado por muchos como el Libro Sagrado de los Mayas. El Xibalbá se conoce básicamente por la descripción que de él hace precisamente este libro.

Se podría decir que Xibalbá no es el infierno debido a que de acuerdo a la mitología maya, representa a la muerte y la enfermedad y esos dos elementos son vistos como parte de la existencia humana y no como castigo, por eso es que en la cultura maya se describe al Xibalbá más bien como un inframundo.

Es importante mencionar la historia de la Catrina y Xibalbá, un elemento destacado en la mitología maya. La catrina representa una figura bastante antigua en el imaginario popular mexicano, aunque su creación se podría decir que es muy reciente. Se le asocia como pareja de Xibalbá. Puedes conocer más de esa historia a través de documentales en plataformas digitales.

Descripción

Tal y como mencionamos en la parte anterior de nuestro artículo, el Xibalbá es conocido principalmente por la descripción que sale ilustrada en el Popol Vuh, recopilación de narraciones míticas, legendarias e histórica relacionadas con el pueblo maya. Según ese libro, el Xibalbá es un lugar importante del ciclo mítico de los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué, quienes descendieron hasta allí luego de ser derrotados por las entes divinas a un juego de pelota llamado Pitz.

De acuerdo al libro Popol Vuh, el significado de Xibalbá hace alusión a un lugar físico subterráneo el cual está constituido de varias estructuras, entre ellas el consejo y las casas de los señores de Xibalbá. También hay jardines y demás estructuras que hacen que este lugar tenga cierto parecido con una ciudad. Para llegar al Xibalbá, hay que recorrer un camino según la cultura maya.

Este camino está compuesto de muchas pruebas y trampas con el objetivo de engañar a los viajeros. Cuando se haya superado todos los obstáculos es que se podrá estar frente a la junto de Xibalbá. En el libro del Popol Vuh se describe brevemente cómo es el Xibalbá y el camino que hay que recorrer antes de llegar a él:

«Después descendieron al camino que lleva a Xibalbá, de pendientes muy en declive. Habiendo descendido así, llegaron al borde de los ríos encantados de barrancos llamados Barranco Cantante Resonante, Barranco Cantante, que pasaron sobre ríos encantados con árboles espinosos; innumerables [eran] los árboles espinosos, pasaron sin hacerse daño.

En seguida llegaron al borde del río de la Sangre , [y] allí pasaron sin beber. Llegaron a otro río, de agua solamente; no habiendo sido vencidos, lo pasaron también. Entonces llegaron allí donde cuatro caminos se cruzaban: allí fueron vencidos, allí donde cuatro caminos se cruzaban. Un camino rojo, un camino negro, un camino blanco, un camino amarillo; cuatro caminos.»

Popol Vuh. 12

Diferentes niveles que existen en el Xibalbá según el Popol Vuh

Conocemos que el Popol Vuh es el libro sagrado de los mayas y en él se describe que antes de la creación del mundo tal y como lo percibimos, dos hermanos de nombre Hunahpú e Ixbalanqué descendieron al inframundo cuando fueron retados por los dioses a disputar un partido de pelota. En medio de ese descenso, los hermanos tuvieron que enfrentar muchas pruebas, bajando empinadas escaleras, cruzando ríos, hasta llegar al Xibalbá. De acuerdo al libro Popol Vuh, se describe de la siguiente manera los diferentes niveles existentes en el Xibalbá:

  • Casa oscura, rodeada por completo de tinieblas
  • Cada del frío, caracterizada por un viento gélido que llenaba cada rincón de su interior.
  • Cada de los jaguares, donde había salvajes jaguares que iban de un extremo a otro.
  • Casa de los murciélagos, atestada de murciélagos que llenaban de chillidos la casa.
  • Casa de los cuchillos, en donde no había más que navajas afiladas y peligrosas.

Se hace mención a una sexta casa identificada con el nombre de “La Casa del calor” donde sólo había brasas, fuego, llamas y sufrimiento. También te interesará el siguiente artículo:

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