Las Náyade son hermosas criaturas que habitan en frescos y cristalinos afluentes de agua, son mujeres que gozan de eterna juventud, son dulces, cariñosas y atentas ante los llamados de los dioses del Olimpo, sin embargo, pueden ser peligrosas si se encuentran en situación que las perturben y hasta se burlen de ellas.
Náyade bellas y peligrosas ninfas
En la mitología griega el vocablo antiguo Ναϊάδες Naiádes, tiene el significado Náyades o Νάιτιδες Náitides, de νάω que expresa “fluir”, se trataban de ninfas que representaban las aguas dulces o cualquier otro afluente de agua, tales como: fuentes, pozos, manantiales, arroyos y riachuelos, y les fascinaba la transparencia y el fluir de las aguas a donde vivían al igual como ocurría con las nereidas, quienes eran los símbolos sublimes de los ríos así como ciertas deidades legendarias que moraban en las aguas estancadas de pantanos, estanques y lagunas.
Las náyades y ninfas y otras deidades marinas, eran mujeres mañosas, pero su aspecto aparentaba con gran belleza y carisma, pero, igual su espíritu es mortífero. Por ser criaturas que están relacionadas con el deleite de agua, se comentaba que al evaporarse las aguas, estas fallecían.
Por tal motivo, no eran inmortales, de manera que, es importante resaltar que poseen un signo peligroso propio de algunas criaturas femeninas del mundo acuático, por lo que no es extraño, que los griegos les gustaba viajar en embarcaciones, y conocen lo traidoras que resultan ser las aguas.
Homero, sostiene que las náyades eran hijas de Zeus, mientras que otros sostienen que su padre era el titánico océano, quizás por esto tienen vínculo con las aguas. Todos los lugares poseían sus propias afluentes de agua, y entre las que existían las náyades, a quienes se les rendía culto.
Cuentan que se pensaba que estas criaturas gozaban de tener dones sanadores, especialmente proveían a las mujeres de ayuda para concebir, por lo que cuando una muchacha llegaba a edad adulta, ofrecía sus cabellos a la náyade en los manantiales donde se encontraban. Los enfermos, buscando aliviar sus enfermedades bebían sus aguas y se bañaban en los manantiales.
Pero, las náyades no eran criaturas tan generosas como aparentaban ser. Al bañarse en sus aguas resultaba algunas veces un peligro, cosa, que ellas observaban como una violación y llegan a castigar a quienes lo hacían. Así, ocurría si alguien se atrevía a verlas, lo que podría llevar a la persona al estado de locura.
Las náyades eran criaturas celosas, desconfiadas y algo caprichosas, como se puede apreciar en un relato de un pastor quien le fue infiel a una náyade, y ésta en venganza por el hecho perdió la visión quedando totalmente ciego. También, se narra sobre Hilas, perteneciente a la tripulación del Argos, quien fue capturado por una náyade quien se enamoró perdidamente de él.
Sin embargo, la hermosa náyade movida por la admiración de Hilas se lo lleva a las profundidades de sus aguas, donde anhelaba que permanecieran en un eterno idilio de amor, compartiendo su belleza y felicidad.
Tenemos que las náyades son semidiosas, que viven dentro de las cristalinas y frescas aguas de las legendarias civilizaciones griegas. Son atractivas y fascinantes mujeres que se dedican esmeradamente a sus hogares, y si alguien se le ocurre poblar a las cercanías de sus aguas les bendicen y protegen al pueblo, siempre que sus pobladores no las maltraten ni se burlen de ellas.
Las náyades se observan como adornos en sus distintas piezas de cerámica y mosaicos griegos del siglo IV a.C., se encuentran en ciertos himnos, calamidades, y poemas arcaicos de Grecia, por ejemplo en La Odisea de Homero y la Ilíada.
Las náyades son criaturas que tienen habilidades especiales, se encuentran en la cima de la inmortalidad, mientras que las aguas donde habitan sean fuertes, cristalinas y fuertes, son mujeres que permanecen en la eterna juventud, además de ser damas espectaculares y hermosas, alegres y enérgicas. Pero, tristemente si las aguas donde habitan se agotan y secan, su energía desaparece junto a ellas.
Generalmente, se construyen templos en su honor donde les ofrecen ofrendas para que permanezcan en armonía y generando bendiciones a sus aguas. Son deidades que tienen gran fuerza en sus hogares acuáticas, cuentan que las aguas donde habitan estas hermosas criaturas gozan de dones mágicos. El agua de la vivienda de una náyade es fuente de inspiración para poetas y profetas, curar enfermos, hacer que las cosechas sean abundantes, y las jóvenes fértiles.
No se debe de provocar el enojo de una náyade, porque la descarga en sus aguas, al extremo de hacer hervir el fluido con el calor de su ira, así como generar fuertes inundaciones de forma repentina, o provocar sequías en territorios de sus enemigos. Es tan fuerte, que tiene la fuerza de transformar la calidad de su agua, tornando de color amarillo y en azufre, o en un tono blanco y dulce como si fuera leche.
Las náyades, por lo general son deidades buenas que nutren, inclusive si participan en romances drásticos. Son criaturas encantadoras, cariñosas, dulces y por su esmero en la belleza y la salud, normalmente se transforman en niñeras de los dioses, y de los hijos de éstos.
Tal como es el caso de Dionisos, Hera, Adonis y Aquiles, quienes fueron atendidos por náyades en sus primeros y delicados años de sus existencia.
Las náyades son especies de un linaje de espíritus acuáticos de la cultura griega, de la misma forma como ellas habitan dentro del agua dulce, las oceánides moran en el agua salada y las náyades habitan especialmente en el Mediterráneo.
Igualmente, existen dioses propios de los ríos que son los líderes de los ríos más fuertes y poderosos de Grecia, cuentan que estos dioses no precisamente son náyades, pero han tenido la oportunidad de engendrar muchas de estas hermosas criaturas que habitan dentro de los arroyos y manantiales frescos y cristalinos de pequeños tamaños.
Las náyades contestan a los otros dioses del Olimpo, cuando Zeus invita a una náyade a una asamblea, ella deja atrás a su querida casa, y se va hacia el Monte Olimpo para estar atenta a sus decretos. En el caso que un dios, vaya a la vivienda de una náyade a rogar un favor, quizás obedecerá a su petición.
Es importante señalar, que la diosa Artemisa, es una criatura que comparte la fresca naturaleza de las náyades, en especial con las infantes, y siempre mantienen una relación estrecha de trabajo junto a las náyades.
Náyade Mitología
Cuenta la mitología griega, que las náyades estaban vinculadas a las aguas dulces como manantiales, ríos y cualquier otro afluente de agua cristalina y encantadora donde ellas se sintieran como criaturas divinas, mientras que las nereidas se encontraban en las aguas saladas.
Como hemos mencionado, los griegos mantenían la creencia que las aguas en el mundo estaban en una misma corriente, y que las aguas del mar se filtraban por cuevas al centro de la tierra, desde donde se transformaba en dulce y corría hacia los manantiales. La ninfa Aretusa de un manantial, podría emerger en las corrientes subterráneas del Peloponeso para subir a la superficie de la isla de Sicilia.
Náyade qué es, en su condición de ninfas, son criaturas femeninas, quienes tienen una existencia y dotes longevos, pero mortales. La existencia de una náyade es asociada a cantidades de agua, de manera que deben vivir en lugares donde exista para que tengan vida y no fallezcan.
Sin embargo, Walter Burkert indica que “cuando en la Ilíada, Zeus convoca a los dioses a una gran reunión en el Monte Olimpo, únicamente no son los famosos héroes olímpicos quienes asisten, sino todas las criaturas junto con todos los afluentes de agua; el que se queda en su puesto es Océano.
Sin embargo, algunos griegos que escuchaban sobre la leyenda, mantenían que esto era algo imposible, siendo una exageración del poeta, que promulgaba el poder que tenía Zeus sobre el universo natural y legendario: “la veneración de estas divinidades”, mientras que Burket afirma: “está limitada sólo por el hecho de que están unidos e identificados en una ubicación específica”.
El linaje varía de acuerdo a la leyenda, por ejemplo: Homero las describe como las “hijas de Zeus”, pero otros aseguran que eran provenientes de Océano. Es más recurrente mantenerlas como las hijas del dios río lugar en donde moran. Su origen, en cualquier de los casos varia. La ninfa acuática, está relacionada con una fuente especial que fue notada por toda Europa, en territorios como en Grecia, subsistiendo en los pozos celtas del noroeste de Europa, que con el tiempo fueron dedicados a los santos y en la época medieval.
Es importante señalar, que de acuerdo a sus mitos, todas las fuentes de agua y manantiales famosos cuentan con su propia náyade o muchas náyades, quienes eran consideradas como hermanas, además de tener su propia leyenda.
Por lo general, estas criaturas eran adoradas en cultos locales y legendarios, veneradas como deidades importantes que aportan su ayuda para la salvación de la vida humana y especialmente en casos de fertilidad.
El génesis de muchas familias, como las de Icario, Erictonio o Tiestes cuenta con una náyade, se pensaba que un rey fabuloso había contraído matrimonio con una náyade, y fundó una ciudad, al tanto, Robert Graves, brinda unas escrituras sociopolítica: los recién arribados helenos probaban su presencia, tomando como su amada esposa a una náyade proveniente de una fuente.
Tal como se narra en la historia del mito de Aristeo, en donde Hipseo, un rey de los lapitas, contrajo nupcias con la ninfa Clidanope, quienes concibieron a Cirene. Entre los inmortales, se cuenta de las conquistas amorosas y desacatos de Zeus, que según relata Graves, se cuentan del reemplazo de arcaicos cultos locales por otros olímpicos.
Aristeo, vivió una experiencia nada normal con las náyades, que cuenta que cuando sus abejas fallecieron en Tesalia, fue a investigarlas. Mientras que, su tía Aretusa le invitó a pasar bajo la superficie de las aguas cristalinas, a donde conducido a un manantial eterno, recibiendo su consejo. Un mortal, asociado se había ahogado, mientras que era enviado como mensajero, de manera de conseguir consejo y favores de las náyades en beneficio para su pueblo.
También cuenta la leyenda de Teócrito, que las náyades son criaturas sumamente celosas, y cuenta sobre el pastor Dafnis, que era el amante de Nomia o Equenais; Dafnis le fue infiel en muchas oportunidades a la ninfa, y en venganza hizo que quedara ciego eternamente. Mientras, que Salmacis, le pidió un abrazo obligado al joven Hermafroditas, mientras que se daban el fuerte abrazo quedó fusionado junto a él.
Interpretación y adaptación romana
Como cuenta la historia, Roma se consumió muchas de los símbolos y leyendas mitológicas de la arcaica Grecia, muchas de ellas fueron modificados y reestructurados para ajustar las necesidades del mundo político y religiosas de Roma, sin embargo, la náyade continuó activa e intacta.
Las personas siguieron venerando a sus náyades originarias, al igual que los poetas y filósofos romanos siguieron hablando de las ninfas en sus escrituras, especialmente en Las Metamorfosis de Ovidio.
Escrituras Modernas
El vocablo náyade, no está presente en la literatura moderna, las ninfas del agua, aun tienen el control sobre la imaginación del ser humano, se encuentran plasmadas en muchos textos apreciados del género maravilloso y fantástico, como se pueden encontrar en las Crónicas de Narnia de CS Lewis y la trilogía El Señor de los Anillos de JRR Tolkien.
Categorización de náyades
Estas criaturas, también tiene sus propias categorías para ser identificadas entre sí, por lo que se presentan de la siguiente manera:
Creneas o crénides
Habitan dentro de las fuentes
Heleades
Viven en los pantanos y fangos
Limnades o limnátides
Habitan en los lagos y charcos peligrosos
Pegeas
Viven dentro de los manantiales y cataratas
Potámides
Habitan en los ríos
Eleionomae
Habitan en los pantanos
Nombres que reciben las Náyades
Las Náyades son criaturas que habitan en las afluentes de agua, y muchas son bautizadas con los siguientes nombres:
Aba, Abarbarea, Egina, Egle, Ea, Alcínoe, Alexírroe, Anquínoe, Aquíroe, Anippe, Annaed, Antedón, Aretusa, Argira, Batía, Bistonis,Bizas asociada con Bizancio, Caliadne, Calírroe, Castalia, Caribdis, Cleocaria, Coricia, Cleodora, Melaina, Creúsa, Dafne, Diogenia,Diopatra,Drosera, Equenais.
Pegasis, Harpina, Lebadea, Isménide, Langia, Lara, Lete, Lilea, Liríope, Mélite, Memfis, Métope, Mente, Moria, Nana, Neera, Nicea, Orséis, Peribea, Pitane, Polixo, Praxitea, Prónoe,Salmacis, Esparta, Estilbe, Estrimón, Estigia, Telpusa, Tronia, Tiasa, Zeuxipe. A continuación les presentamos algunos enlaces de interés: