Los zelotes o zelotas pertenecían a un desplazamiento político-nacionalista. Fueron la división más violenta del judaísmo de su época, cuando confrontaron asiduamente a otras divisiones como los fariseos o saduceos, a quienes culpaban de tener “celo por el dinero”. La expresión zelota ha pasado a ser sinónimo en varios idiomas de empecinamiento o radicalismo militante.
Zelotes
El zelote era un sujeto concerniente a un conjunto o a una secta religiosa del pueblo judío establecida por Judas el Galileo en el siglo I acreditado por el celo por Jehová o Yahvé, la consistencia, la radicalidad y la violencia de su integrismo practicante, al intentar, incluso mediante la agresión, que el pueblo judío retrocede a la pura ley mosaica (de Moisés) para ejecutar el deseo de Dios y también alcanzar una completa autosuficiencia nacional (Judea) de los romanos.
Se expone que este desplazamiento gubernativo de los zelotes inició en el año 6 d.C. donde ocurrió una revuelta encabezada por Simón el Galileo por motivo de un tributo forzado por Roma. Durante determinados años este desplazamiento se dispuso para ser un grupo blindado y sistematizado.
De este modo, dominaron el poder de Jerusalén en la «Gran revuelta judía» del 66-73 d.C. hasta que la ciudad fue reemprendida por los romanos y devastaron el Templo. La concluyente acogida zelote fue en la fortificación de Masada, y en el año 76 d.C. tras el suicidio de sus intercesores, los romanos la restablecieron.
Entre los apóstoles de Jesús de Nazaret se hallaba algún zelote, por ejemplo, Simón el Cananeo, igualmente llamado el Zelote, y el probablemente esbirro (una parte de los zelotes) Judas Iscariote, que anhelaba ser un Mesías exultante, con exabrupto y subversivo.
Jesús no conquisto usando la crueldad, de hecho la refutaba, era un líder espiritual y no un líder terrenal como muchos opinaban que debía ser el Mesías, incluso incorporó como uno de sus discípulos a un cooperante de Roma, Mateo el Publicano, un recaudador de impuestos.
Algunos cronistas describen a los zelotes como uno de los primeros conjuntos combatientes de la historia dado que empleaban el asesinato de los ciudadanos que a su conocimiento contribuían con el gobierno romano, para persuadir a otros de realizar lo mismo. Dentro del alzamiento Zelota, una división radicalizada conocida como los sicarios, se diferenció por su exclusiva furia y disidencia.
Su propósito era una Judea individualista del Imperio romano mediante la batalla armada tal y como ocurrió en la primera guerra judeo-romana del 66-73 durante la cual dominaron Jerusalén hasta que la ciudad fue gobernada por los romanos, que devastaron el santuario, y tres años más tarde invadieron la muralla de Masada, el último refugio zelote, tras el suicidio de sus defensores.
En el próximo vídeo podrán observar el último reducto de los Zelotes en la fortaleza de Masada.
Punto de vista de Robert Eisler
Robert Eisler ha creído encontrar un enlace en medio del cristianismo naciente y los zelotes, nacionalistas exaltados. Este descubridor ve un aviso en el cristiano inicial que se concerniría al de un mesianismo diplomático propenso a establecer el reinado de Jesús, en caso obligatorio, en un Israel libre de romanos y venerados. Este mismo punto de vista es sostenido por Brandon.
Lo único que conocemos con gran convicción es que el mundo en el que residía Jesús estaba intensamente infundido de esencia zelote, pero según Cullmann el propio Jesús debió perpetuamente coger postura en contra de esa vanguardia del nacionalismo judío frente a los romanos, desacreditándolo.
Los Zelotes en el evangelio
Judas el Galileo es aludido como uno de sus caudillos más destacados y rememorados por hechos en el período del primer tributo en Judea, igual que se encuentra en los Hechos de los Apóstoles. En el Nuevo Testamento es distinguido el capítulo en la que la libertad de Barrabás, quien podría ser un líder zelote cautivo, es elegida por una aglomeración a la de Jesús de Nazaret, alegando la estimación de dicho desplazamiento en su tiempo.
Uno de los prosélitos de Jesús, elegido por él como apóstol, venía seguramente de este desplazamiento, pues es llamado inequívocamente como Juan Simón el Zelote en el Evangelio de San Lucas. Esta interpretación que realiza Lucas, ζηλωτην zelotei, confronta con la traducción griega καναναιον, kananaion, de Marcos y καναναιος kananaios, de Mateo, que evidentemente se refiere al hebreo qanaim o al arameo kanán.
Se ha deducido en cambio sin ninguna evidencia, con que Judas Iscariote era «Judas el sicario». No obstante, en el Testamento en Galilea de Nuestro Señor Jesucristo, evangelio apócrifo etíope, se refiere a Judas como zelota (capítulo II, versículo 12) y se le considera como hijo de Simón el cananeo o el Canaíta. El nombre de Iscariote sería nada más una denominación proveniente de ish-kraioth (hombre de la sica, el alarmante puñal curvo de los sicarios).
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