Te invitamos a conocer en el siguiente artículo algunos de los Mitos Colombianos más famosos y populares de la historia. Colombia es un país con amplia cultura donde las historias de criaturas legendarias y tradicionales se han venido transmitiendo de generación en generación.
Mitos colombianos
En nuestro artículo de hoy vamos a conocer cuáles son los principales mitos colombianos, esas historias que hablan acerca de criaturas legendarias y tradiciones orales que se han venido transmitiendo de generación en generación. Para nadie es un secreto que el folklore y la cultura de este país suramericano es bastante diversa, incluyendo una serie de creencias y tradiciones que se han mantenido en el tiempo.
La mayoría de los mitos colombianos mantienen una marcada influencia de la cultura española, recordando que fue España el país que se encargó de dejar su huella sobre estas tierras en épocas coloniales. También algunos mitos hacen referencia a las tradiciones de los pueblos indígenas precolombinos que habitaron el país en siglos pasados.
Algunas de las historias o mitos colombianos se restringen a pequeñas áreas del país, sin embargo, también existen historias que han logrado expandirse por toda Colombia, incluso llegado a oírse a lo largo de toda América Latina. Muchas de las criaturas que se describen en todos estos mitos se representan en muchos festivales y carnavales de la nación, enriqueciendo aún más la cultura de ese atractivo país.
También es importante aclarar que existen mitos colombianos para niños usados en oportunidades como historias con moraleja con el fin de educar a los más pequeños en ciertos valores como el amor, el respeto y la tolerancia. En las zonas rurales del país se tiene la certeza de que muchas de estas criaturas que se relatan en los mitos existieron en la vida real, incluso muchas personas claman haberlos visto cara a cara.
Antes de comenzar a conocer los principales mitos colombianos, es importante que aprendamos a diferenciar algunos términos como qué es un mito, qué lo diferencia de la leyenda y de otras narrativas, además de saber cuáles son las principales características, tipos y funciones que tienen los mitos, esto nos ayudará a comprender las herramientas necesarias para valorar aún más el significado de los mitos.
Mitos y leyendas colombianas según la región
Existen títulos de mitos colombianos que se clasifican de acuerdo a la región del país, es decir, cada región tiene su propia historia y con ella una serie importante de mitos que se han ido transmitiendo de generación en generación. Ciertamente una buena parte de los mitos se restringen a pequeñas áreas del país, pero otros son tan extensos que se oyen no sólo en Colombia sino en gran parte del continente.
La mayoría de los mitos colombianos forman parte del argot popular del país y algunos de ellos se usan en ocasiones como historias con moraleja para educar a los niños en ciertos valores. Hablemos en primer lugar acerca de los mitos colombianos más importante que existen en la región de Antioquia Grande, una de las regiones más importantes de Colombia.
¿Qué son los mitos?
En pocas palabras se podría decir que los mitos no son más que relatos nacidos de las creencias propias de una cultura, A través de estas historias se busca dar una explicación a un fenómeno o un aspecto de la realidad, que en su momento no tenía explicación alguna, siendo considerado verdadero por la comunidad. Los mitos son protagonizados en su mayoría por personajes divinos, fantásticos y sobrenaturales.
Una característica que presentan los mitos es que pueden tener varias versiones, es decir, de una misma historia pueden existir diferentes hipótesis, debido a que se tratan de narrativas que se van transmitiendo de manera oral de generación en generación, por lo que sus narradores deben apelar a su memoria para contar la historia y por ese motivo, algunos detalles son olvidados y otros modificados.
¿Para qué sirven los mitos?
Los mitos, por lo general, representan algo muy importante para las culturas de cada país y éstos cumplen con tres funciones básicas que son: Función explicativa, función pragmática y función de significado. Hablemos primeramente sobre la función explicativa. Para nadie es un secreto que los mitos son usados por las personas para dar sentido a las cosas o para justificar la causa de algún hecho en particular de cuál su origen es incierto.
Cuando hablamos de la función pragmática de un mito estamos haciendo referencia a la justificación que otorga esta historia acerca de la razón por la cual una situación de de una manera determinada. Allí se incluye aquellos mitos que definen líneas genealógicas que determinan quiénes pueden ser gobernantes de una sociedad y cómo debe ser su estructura social.
Finalmente otra de las funciones que tienen los mitos es la función de significado, es decir, las historias ofrecen consuelo a los individuos de una comunidad, tomando en cuenta que las mismas hacen referencia, por ejemplo, al propósito de la vida o a un lugar mejor que les espera después de la muerte. Los mitos también incluyen otras infinidades de aspectos que disminuyen la angustia existencia de las personas.
¿Cuáles son sus características?
Es importante conocer cuáles son las principales características de un mito, teniendo en cuenta todo lo descrito anteriormente. Podemos expresar que la mayoría de los mitos tienen la particularidad de partir de una pregunta existencia, además están formados por polos irreconciliables, es decir, el bien y el mal, la vida y la muerte, los dioses y los hombres, la creación y la destrucción, entre otros tantos.
Los mitos también tienen la característica principal de aportar calma a los lectores, es decir, presentan la reconciliación de esos contrarios, con el fin de disminuir los niveles de angustia entre los integrantes de una comunidad.
Tipos de mitos
Es necesario destacar que ningún aspecto relevante de la vida es ajeno a los mitos. Es por ese motivo que estas historias pueden abarcar temas muy diversos como la religión, la política y la vida social, entre otros. Hay varios tipos de mitos, por ejemplo, los mitos morales que hacen referencia a la existencia del bien y del mal, los mitos teogónicos que narran la historia del origen de los dioses.
Otro tipo de mitos son los etiológicos que aportan detalles relacionados con el origen de los seres, las instituciones y las cosas. Los mitos cosmogónicos son aquellos que buscan explicar la creación del mundo y son tan variados como las culturas que lo habitan. Cada una de ellas tiene su propia versión de este acontecimiento y se fundamentan sus creencias y costumbres. También están los mitos antropológicos, mitos fundacionales y mitos escatológicos.
Diferencia entre mito, leyenda, fábula y cuento
Por lo general las personas siempre suelen tener cierta confusión con estos cuatro tipos de narraciones, de allí la importancia de conocer cuáles son las principales diferencias que existen entre el mito, la leyenda, la fábula y el cuento, desde el punto de vista de su estilo, formato y objetivo. Tanto el mito como la leyenda están compuestos de elementos ficticios y sobrenaturales.
A pesar de nacer de acontecimientos sobrenaturales, el mito y la leyenda tienen ciertas diferencias entre sí, por ejemplo, los hechos narrados en las leyendas suceden en lugares históricos, reconocibles por el lector, en tiempo real y son protagonizados por personajes reales. La leyenda tiene un fin más educativa debido a que busca fomentar ideologías concretas y fortalecer los valores de una sociedad.
La diferencia entre el mito y la fábula es que en el primero, son seres fantásticos como monstruos o héroes, mientras que en la fábula, los protagonistas de las historias son animales con conductas humanas. Los mitos suelen ser muchos más explicativos, a diferencia de las fábulas que tienen que ver más con lo moral, es por ello que siempre tratan de dejar una moraleja o enseñanza en el lector.
Por último encontramos las diferencias entre el mito y el cuento: El mito es planteado como una historia real o verdadera a diferencia del cuento que hace alusión a historias de ficción, nacidas de la imaginación. La trama del mito es por lo general compleja, la del cuento suele ser más sencilla y comprensible para el lector.
Bachué y la creación del mundo
Uno de los mitos colombianos más importantes dentro de la cultura muisca del país suramericano es precisamente el Bachué y la creación del mundo. Muisca es un pueblo de origen centroamericano que arribó a Colombia a habitar el sur del departamento de Santander y el altiplano cundiboyacense. Quienes integraban esa cultura creían fervientemente en Bachué, a quienes consideraban como su madre.
La historia de Bachué revela que era una mujer bastante hermosa, morena, de senos cobrizos y redondos. Narran que esta mujer salió de la Laguna de Iguaque, cubierta por una larga túnica de pelo negro, con un niño desnudo a quien cargaba entre sus brazos. Bachué supo cómo ganarse el respeto y el cariño de los Chibchas y se instaló entre ellos. Les enseñó las normas que debía seguir para conservar el orden en la comunidad y mantener la paz entre sus vecinos.
Narra el mito que con el transcurrir de los años, el niño creció, sin embargo, la madre nunca envejecía. Se dice que la intención de Bachué era poblar la tierra y por esa razón comenzó a ser fecundada por él. Los partos fueron múltiples, en el primero de ellos tuvo mellizos, luego trillizos, después fueron cuatro hijos y así fue cumpliendo su tarea de poblar la tierra.
Después de poblar la tierra con su descendencia, dice el mito que la mujer comenzó a llenarse de arrugas por todas partes, sus senos se escurren y en la mirada se reflejaba un gran cansancio. Finalmente ella y su hijo (que llevaba en brazos cuando apareció) regresaron a la laguna sin decirle nada a nadie. Se lanzaron al agua y el lago los devoró con un gran bostezo, se convirtió en serpiente, por lo que este animal representa para los chibchas la inteligencia.
Cuenta el mito que en las noches de luna, los habitantes del pueblo tenían la tradición de ir hasta la laguna a llevarle ofrendas y podían observar a la culebra asomar sus brillantes ojos sobre la superficie del agua. Del niño no se volvió a saber más nada de él. A Bachué le dieron el título de “madre de la humanidad”. La laguna de Iguaque aún es considerada un lugar sagrado.
Bochica, el Maestro de los Muiscas
Se podría decir que ésta es otra de las historias o mitos colombianos más importantes dentro de la cultura indígena del país. La historia tiene como protagonista a un venerable anciano de piel blanca, ojos azules y una barba larga blanca a quien se le identifica bajo el nombre de “Bochica”. Dice la historia que este hombre vestía una gran manta que cubría prácticamente todo su cuerpo y llegó a muisca en compañía de una mujer blanca y más joven que él.
Cuenta el mito que desde el primer momento, este anciano logró tener mucha afinidad con los nativos y empezó a transmitirle sus principales virtudes, entre ellas, no mentir, no robar, no matar y ayudarse mutuamente. Luego de eso, el anciano les enseñó a sembrar la tierra, a construir sus casas, a tejer las mantas de algodón y a fabricar ollas de barro, entre muchas otras actividades provechosas.
La historia revela que el anciano Bochica tenía un cariño especial por los indios, incluso ese cariño era mutuo, sin embargo, la mujer de Bochica los despreciaba y siempre intentó hacerles daño. El mito dice que en una oportunidad, mientras el viejo estaba ausente, la mujer llena de odio inundó la sabana, dañando los terrenos y casas de los indios.
Los indios, en su momento de desespero, intentaron de controlar la situación y cuando volvió Bochica, lo supieron al tanto de todo lo que había ocurrido. La indignación del anciano fue mucha, tanto así, que impuso como castigo convertir a su mujer en una lechuza. El hombre subió a uno de los cerros que rodean la sábana y tocó las rocas con su varita de oro, formándose así el Salto del Tequendama.
Es cierto que el anciano demostró una gran lealtad para con los indios en todo momento, sin embargo, algunos de ellos no se portaron de la mejor manera con él y no valoraron los grandes beneficios que habían recibido de sus manos, fue por eso, que decepcionado, Bochica desapareció caminando por el arco iris, que se puede observar cuando éste es visto de manera detenida desde el Salto del Tequendama.
El Bufeo Colorado
El mito del Bufeo Colorado se podría considerar como otra de las grandes historias que tienen lugar en Colombia. Se dice que este mito surgió a orillas del Río Amazonas, lugar donde en horas de la noche, especialmente cuando había fiesta, llegaban unos hombres un poco extraños, altos, de piel blanca, usando siempre un sombrero que tapaba su rostro.
El propósito de aquellos hombres era bailar con la joven más hermosa presente en la celebración y quien lograba enamorar a la joven y llevársela, entrada la madrugada, a un destino incierto. Las mujeres desaparecen y no se volvía a saber nada de ellas. Los indígenas estaban preocupados por lo que ocurría y decidieron así perseguir a los hombres para tratar de encontrar a sus mujeres desaparecidas.
Decidieron que les darían masato para emborracharlos, despojarlos de sus sombreros y así poder ver sus rostros y conocer su identidad. El plan que organizaron funcionó a la perfección y a uno de los hombres, ya borracho, se le cayó el sombrero. Cuando tocó el suelo, se convirtió en una mantaraya. Acto seguido, sus zapatos se transformaron en cuchas y, por último, su correa se convirtió en una boa.
Los hombres, asustados, huyeron y se arrojaron a las aguas del Amazonas. El cuerpo de aquel hombre cambió por completo, la mitad era de un ser humano y la otra a la de un bufeo o delfín rosado. Ciertamente una vez que entraron al río no volvieron a salir, se dice que de vez en cuando los bufeos colorados regresan para enamorar a otras mujeres hermosas.
Nacimiento de la luna y el sol
Uno de los mitos de la cultura arhuaca, pueblo indígena ubicado en la Sierra Nevada de Santa Marta es precisamente el nacimiento de la luna y el sol. Dice la historia que en una noche oscura, nacieron dos niños de una hermosa indígena arhuaca, desprendiendo luz por todo su cuerpo. La mujer sintió un gran temor de que les quisiera robar a sus niños, por lo que decidió llevarlo a una cueva y esconderlos allí.
Sin embargo, dice la historia que un impresionante resplandor se filtró por entre las hendijas de la puerta y logró ser visto por todos. Sorprendidos de lo que estaba sucediendo, los nativos corrieron hasta la cueva para conocer lo que había en su interior. Llegaron al lugar con tambores, caracoles y flautas y empezaron a tocar hermosas piezas musicales que fueron escuchadas por los pequeños.
El niño varón se llamaba Yuí, quien cuando escuchó aquellos tambores quiso salir para poder oír de una mejor manera la melodía que venía de afuera. Cuando lo vieron, los indígenas intentaron atraparlo. El niño sintió mucho miedo y comenzó a volar y llegó hasta lo alto del cielo, convirtiéndose en el sol. Se cuenta que quienes lo siguieron con la mirada, quedaron paralizados y se convirtieron en piedra.
El niño había volado, pero las personas que estaba afuera de la cueva venía cómo la luz en el interior de la misma persistía. Fue allí cuando decidieron tocar sus instrumentos de una manera más hermosa, lograron que saliera de la cueva la otra niña, de nombre Tima. Cuando la niña salió, los indígenas le tiraron cenizas en su rostro con lo que quedó ciega.
Al perder la visión, los indígenas intentaron capturar a la niña pero no pudieron lograrlo, debido a que ella también emprendió vuelo hacia el cielo como hizo su hermano. Tima no volvió a tener el mismo resplandor que su hermano, fue así como se convirtió en la luna y sale cada noche para vigilar los verdes prados de quienes una vez quisieron poseerla.
Origen de la Serranía de la Macuira
Este mito narra la historia de un cacique que habitaba en una choza, en compañía de sus tres hijos, en medio de la hermosa Sierra Nevada de Santa Marta. Una noche en uno de sus sueños, el cacique soñó que los veía alejarse de su lado, mientras se dirigían hacia el norte de La Guajira. El mismo sueño comenzó a repetirse una y otra vez.
En una oportunidad, el cacique se despertó muy asustado y corrió a buscarlos en sus habitaciones para ver si aún dormían pero, para su sorpresa, no los encontró. Fue en ese momento cuando su mirada se dirigió hacia el norte, para buscarlos en la dirección que le indicaba el sueño. Allí se percató que sus queridos hijos se habían convertidos en la pequeña cadena montañosa que compone la Serranía de la Macuira, ubicaba en la península de la Guajira.
El Guando o La Barbacoa del Muerto
Cuenta la historia que en la víspera del día de todos los santos o también durante la celebración del día de los difuntos, las personas suelen observar por los caminos a un grupo de personas que llevan sobre sus hombros a un muerto sobre una barbacoa hecha de graduas. Por lo general, esta celebración suele estar acompañada de gritos y lamentos de las almas en pena.
El mito narra que el espíritu corresponde aparentemente al de un hombre bastante avaro que murió. Según la historia, el cuerpo sin vida de este hombre, por accidente, fue a parar a un río cuando los que lo cargaban atravesaban un puente. Se ha convertido por hoy en uno de los mitos más populares de la región de Antioquia Grande, Colombia.
El Ánima Sola
De acuerdo a la historia popular, el ánima sola se refiera al alma en pena de una persona que se encuentra pagando sus culpas en el purgatorio. En ocasiones la voz de esta ánima sola puede ser escuchada en la medianoche o las madrugadas como un murmullo de personas en procesión. Por lo general este murmullo es acompañado de luces que son las ánimas andando.
La creencia popular narra que estos espíritus ayudan a encontrar tesoros y objetos de valor que han sido enterrados. Por esa razón es que la aparición de esta ánima sola es bastante venerada, especialmente durante el día de las ánimas y el viernes santo.
La Madre del Río
En Colombia existen muchas versiones que se asocian con la llamada Madre del Río, sin embargo, una de las historias más populares y conocidas hablan acerca de una hermosa mujer rubia y de ojos azules. Se dice que su espíritu corresponde al de una española que se enamoró perdidamente de un indígena, con quien además tuvo un hijo.
Lamentablemente ambos, tanto el indio como su hijo, fueron asesinados frente a los ojos de aquella mujer rubia y de ojos azules. La razón del asesinato fue que ese amor estaba prohibido. Al ver como sus amores eran asesinados, la mujer se desesperó y decidió tirarse al río. Desde entonces se dice que su ánima aparece en el lugar, atrayendo especialmente a niños con su voz. Los niños, incautos con su voz, se arrojan al río intentando buscar a la mujer.
El Mohán
También conocido como Poira, El Mohán es una criatura bastante popular en muchas regiones de la República de Colombia. La cultura lo describe como un ser viejo, con ojos brillantes, cubierto de pelo, con uñas largas y con una capa de musgo que lo tapa por completo. De acuerdo al mito, esta criatura puede ser encontrada en el interior de cuevas en las montañas y en rocas situadas en ríos y quebradas.
El Mohán se caracteriza por ser una criatura que siente especial atracción por las mujeres jóvenes y bellas, a quienes les gusta perseguir. También dice la historia que esta criatura tiene gusto por la sangre de niños recién nacidos. Es fumador de tabaco, por eso, en oportunidades los campesinos le dejan ofrendas sobre las piedras de los ríos para que los beneficie con una pesca abundante.
La Pata Sola
Uno de los mitos colombianos cortos más populares en las regiones del país es el conocido como La Pata Sola, descrita como una criatura con una sola parte que tiene forma de pezuña y está invertida para despistar con sus huellas a los que tratan de perseguirla. Se caracteriza, entre otras cosas, por ser bastante ágil y puede desplazarse con mucha velocidad.
La Pata Sola tiene la particularidad de transformarse, dependiendo de la situación. En ocasiones puede ser descrita como una mujer hermosa que le gusta enamorar a los hombres para luego de seducirlos, matarlos. También en otras oportunidades, se le describe como una vieja con un solo seno, greñas y grandes colmillos afilados. Quienes la han visto la señalan de tener un carácter agresivo y es temida por los cazadores de las zonas rurales.
La Llorona
La Llorona está considerada como uno de los mitos o leyendas más populares y conocidas, no sólo en Colombia, sino en gran parte del continente, desde México hasta Chile. Las personas que aseguran haber visto a esta criatura la describen como una mujer con un rostro huesudo, greñas largas, vestiduras sucias y siempre va cargando entre sus brazos a un niño muerto.
Este personaje se caracteriza principalmente por su llano largo y desgarrador, acompañado a veces de gritos escalofriantes. El mito dice que el espíritu de la llorona corresponde al de una mujer que aparentemente mató a su propio hijo y ahora recorre las calles de los pueblos y caseríos condenando y lamentándose por lo hecho. La llorona puede ser encontrada en las riberas de los ríos y entre los cafetales de Colombia.
La Madremonte
Llamada también como Madreselva, es reconocida como la deidad de los bosques y las selvas. Rige sobre las lluvias y los vientos, así como sobre toda la vegetación de la tierra. Por tratarse de una deidad es importante aclarar que no presenta una forma física definida, sin embargo, en ocasiones puede parecérsele a los campesinos de distintas maneras.
Una de las formas más comunes en las que se presenta la Madremonte es la de una vieja cubierta de musgos y que pareciera echar raíces sobre los pantanos. En otras oportunidades es descrita como una mujer grande con cabellos llenos de lianas y cubierta por un vestido de hojas y bejucos. Se le puede encontrar siempre sobre piedras cercana a los ríos o en zonas donde abunda la presencia de árboles frondosos.
El Hombre Caimán
La historia narra la vida de un pescador que tenía una especial fascinación por espiar a los jóvenes que se bañaban en las orillas del río. Este hombre consiguió la ayuda de una indígena guajira que le regaló un ungüento que le permitía transformarse en caimán para poder ver a todas las mujeres que quisiera. Dice la historia que un día el ungüento se le acabó y solo le quedó suficiente para transformar su cuerpo por lo que su cabeza permaneció humana. Murió de tristeza al ser rechazado por todos.
Francisco El Hombre
Dice la historia que Francisco era un hombre que iba camino a su casa luego de pasar varios días de fiesta. En el camino, andando sobre su burro, abrió su acordeón y empezó a cantar varias canciones. De manera repentinamente notó el sonido de otro acordeón que parecía competir con el suyo. Intentó buscar de dónde venía el sonido y notó que se trataba de Satanás.
En ese momento el mundo quedó oscuro y solo brillaban los ojos de aquel demonio identificado como Satanás. Francisco continuó tocando su instrumento y trajo de nuevo la luz y las estrellas al cielo. Por ser un hombre de fe, comenzó a clamar a Dios que lo ayudara y el demonio salió hacia las montañas y nunca más se volvió a saber de él.
La historia dice que desde aquel momento, los cuatro males que aquejan a la región desaparecieron para siempre, como lo eran la fiebre amarilla, las niguas, la buba y los indios que atacaban a las personas. Por cada uno de esos males, nació un nuevo tipo de música como el merengue, el son, la puya y el paseo.
La Candileja
A la candileja se le describe como una aparición en forma de bola de fuego con tentáculos de color rojo de fuego también. Según la tradición, la candileja tiene la costumbre de perseguir a hombres borrachos e irresponsables, pero también le gusta perseguir a niños que no se portan bien en sus casas. Se cree que este espíritu corresponde al de una anciana que ocultaba a sus nietos en todo y que por eso fue condenada a vagar eternamente en esta forma.
Bochica y el salto del Tequendama
Se trata de un mito musical que narra cómo, durante varias semanas seguidas, llovió fuertemente por toda la sabana hasta que los cultivos quedaron destruidos por completo y las casas inundadas. El Zipa, regente de todos los cacicazgos de la zona, acudió al dios Bochica para clamar por ayuda. Bochica descendió en un arcoíris como un anciano de barba blanca y larga.
Cuenta la historia que el dios Bochica, con su bastó, desintegró unas rocas donde el agua se agolpaban en una montaña. Después de eso, el agua puede fluir montaña bajo y así se formó la hermosa cascada que hoy en día es conocida como el Salto del Tequendama.
Guatavita y la leyenda de El Dorado
Guatavita estaba considerado como un cacique poderoso y comandante muisca quien en una oportunidad descubrió a su esposa cometiendo adulterio. Tras aquello, el cacique ordenó matar al amante de su mujer y obligó a su esposa a comerse el corazón del mismo. La mujer desesperada salió huyendo a una laguna y allí se sumergió para convertirse en una diosa presente en el sitio.
La tradición dice que los muiscas, desde ese momento, comenzaron a ofrendarle piezas de oro y los caciques bañados en oro solían bañarse en sus aguas. Fue de esa manera cómo surgió la leyenda de El Dorado y muchos comandantes españoles emprendieron expediciones infructuosas en busca de todo el oro de la laguna.
Origen de los muiscas
En un principio los muiscas creían que en el mundo no había nada a excepción de una mujer llamada Bachué, que nació de la laguna de Iguaque con un niño cargado en sus brazos. Ellos fueron los primeros dos habitantes y una vez que el niño creció, los dos empezaron a tener nuevos hijos entre sí. Los muiscas de esa manera se fueron multiplicando y poblando la tierra. Después Bachué y su esposo retornaron a la laguna y se convirtieron en serpientes.
El Patas
Esta criatura identificada como el patas es de estatura pequeña pero tiene pies muy grandes y velludos. La leyenda dice que anda cubierto de hojarasca y musgos. Una de sus principales características es que es bastante tímido y huidizo, pero ayuda a los viajeros perdidos en el bosque dejando huellas en todo el camino que recorre.
La Mancarita
Este es otro de los mitos colombianos más populares, parecido en ocasiones al de la Patasola. Se trata de una criatura que es descrita como una mujer desgreñada, con un cuerpo velludo y un solo seno en su pecho. Suele por lo general imitar los llantos de niños y mujeres con el fin de atraer a hombres y luego secuestrarlos. Se dice que después de eso no se sabe más nada de las víctimas.
La mano peluda
Se dice que en el desierto de la Candelaria en Boyacá aparece con frecuencia una mano del doble del tamaño que la mano normal de una persona, muy velluda y con uñas largas. La mano no está integrada a un cuerpo, sino que anda independiente. La mano peluda suele arrastrar a los niños de sus camas y causarles heridas que pueden hacer que se desangren y mueran.
La mula herrada
Cuenta la leyenda que por las calles de la Bogotá colonial se podía escuchar el galopar de una mula que durante su camino levantaba chispas del suelo. Era atribuida al fantasma de la mula de Don Álvaro Sánchez. Un día, el cadáver de una bruja fue encontrado y en sus pies, que parecían pezuñas, tenía unas herraduras como las de la mula. Desde allí no se volvió a escuchar aquel sonido por las calles de la ciudad.
El sombrerón
Se trata de un personaje siniestro que vestía por lo general de color negro y en la cabeza llevaba un impresionante sombrero. La leyenda dice que este hombre iba montado sobre un caballo, también negro, y sus recorridos los hacía por las noches, siendo confundido con la oscuridad. Aparecía y desaparecía de los pueblos sin dar aviso. Perseguía en su mayoría a borrachos, en horas de la noche en sitios solitarios.
Las brujas de Burgama
Cuenta la historia que en las cercanías de lo que hoy es Ocaña, vivían cinco mujeres que se dedicaban a la brujería y eran queridas por los indígenas burbujas de la zona. Las autoridades de la iglesia decidieron ahorcar a una de esas mujeres, a la más bella de las cinco, pero los indios se alzaron y la lograron salvar. La bruja colgó al capitán español y acuchilló a sus soldados. El cerro donde sucedió esta historia es conocido hoy como el Cerro de la Horca.
Los duendes
Los duendes son considerados espíritus que por lo general atormentan a los campesinos, sobre todo, a las jóvenes bellas que tienen algún enamorado. Sus travesuras pueden ser simples, incluso a veces se pueden tomar agresivos contra las personas. Pueden ocasionar pesadillas y llamar a las jóvenes que acuden sonámbulas. A veces, las familias tienen que huir despavoridas lejos del sitio para poder librarse del duende que los acosa.
La bola de fuego
Cuenta la leyenda que en los llanos orientales de Colombia reposa una maldición que castiga a los compadres y las comadres que se enamoran. Sobre ellos puede caer una lluvia de chispas que consume el sitio donde esté hasta que los convierte en una bola de fuego que no parece apagarse.
El silbón
La historia dice que el silbón corresponde al espíritu de un hombre que fue condenado a vagar por las calles por haber matado a sus padres. Hoy en días por muchas calles de Colombia se deja escuchar un silbido que confunde al que lo oye porque cuando se escucha lejos es que el espíritu está cerca. Al igual que la llorona, es una leyenda que se extiende prácticamente por todo el continente.
La viuda
La viuda está descrita como una criatura sobrenatural que aparece en forma de una anciana vestida de negro y que se mueve a alta velocidad. Se le puede observar en las calles o dentro de las casas y está asociada con un augurio malo. Cuando es vista, las personas ya saben que algo malo está a punto de suceder en el lugar donde es observada.
El cura sin cabeza
Se trata de un mito ampliamente conocido en todo el continente y en Colombia tiene su propia versión. Cuenta la historia que en horas de la noche aparece un sacerdote caminando, vestido con una sotana, sin embargo, este sacerdote no tiene cabeza. En tiempos de la colonia un sacerdote fue decapitado por habitantes y desde allí se cree que su espíritu vaga por las calles.
La tunda
La tunda está asociada con una mujer que tiene apariencia horrenda, con un pie en forma de raíz y el otro pequeño como el de un bebé recién nacido. La historia habla de que la tunda anda buscando a los niños que aún no han sido bautizados, también a hombres borrachos o infieles y a jóvenes que secuestra para llevarlos a las montañas colombianas.
El indio de agua
Es un personaje caracterizado, entre otras cosas, por tener un largo cabello que le cubre por completo su rostro, además de poseer grandes ojos que parecen salirse de sus cuencas y de un color rojo intenso. Se dice que es el guardián de la fauna de los ríos y lagos, a la que protege de cualquier pescador. Puede hacer crecer los ríos y causar inundaciones para destruir las casas de los campesinos.
La niña de la carta
Ella es una pequeña niña que, según la historia, fue abusada sexualmente y luego asesinada en el día de su primera comunión. Desde su muerte, el espíritu comenzó a vagar por las calles, vestido de blanco y con la cara cubierta con un velo. A quienes se, les pide que les ayude a entregar una carta y los incautos al recibirla notan que la niña desaparece sin dejar rastro alguno.
Creación
Existen muchos mitos en torno a la creación del mundo, para el pueblo indígena Ticuna, en el principio del mundo solo existía Yuche, que vivía en la selva acompañado de toda la fauna del lugar. Un día, este se metió al agua para bañarse y vio en su reflejo que comenzaba a envejecer. De su rodilla brotaron un hombre y una mujer, que tuvieron muchos hijos y luego lo abandonaron.
El Duendecillo
La leyenda habla de un duendecillo, vestido con pantalones cortos y sombrero de alas anchas que cabalga sobre un marrano. Dice la historia que el Tuy emite un silbido para llamar a su perro, que lo sigue a todas partes. Cuando se le extravía el cerdo, el duendecillo penetra los chiqueros con violencia para buscarlo, haciendo que los otros cerdos se agiten y chillen al ser azotados por este hombre con su bastón de oro.
Florentino y el Diablo
Se trata de una de las leyendas más populares en los llanos de Colombia y Venezuela. Florentino era el mejor jinete y coplero del llano. En una noche, Florentino se dio cuenta que era seguido por un hombre vestido de negro, que lo desafió a un contrapunteo, éste aceptó el reto y fue comprobando que se trataba del propio Diablo. Si Florentino perdía, el Diablo robaría su alma, pero al final éste lo derrotó.
Juan Machete
Es otra de las leyendas colombianas más populares de la región llanera. El protagonista de la historia es Juan Francisco Ortiz, hombre que hizo un pacto con el diablo para hacerse más rico, a cambió, tenía que entregar a su mujer y a sus pequeños hijos. Un día, todo su ganado comenzó a desaparecer por arte de magia y su fortuna se fue acabando. Decidió enterrar el resto de dinero que le quedaba y desde allí no se supo más nada de él, solo que rodea la zona a veces y vomita fuego.
El rompellanos
Su nombre verdadero es Eduardo Fernández y es un viejo guerrillero de los años 50. Se dice que era un hombre generoso que ayudaba a las familias más humildes, robando a los más ricos hacendados. Fue asesinado una noche cuando fue visto acompañado de dos funcionarios del servicio secreto actual DAS. Su cuerpo quedó en la calle, bajo una fuerte lluvia. Dicen que el agua purificó su alma y se convirtió en el benefactor de los humildes y más necesitados.
La sayona
Es conocida también como la llorona, es una hermosa mujer que fue aparentemente engañada por un enamorado, quien inventó una historia falta de un supuesto amor entre la madre de esta y su propio esposo para ganarse su afecto. Llena de celos, la mujer mató con un puñal a su propia madre y luego huyó, no sin antes prender candela a la casa, olvidando que allí estaba su hija. Regresó para rescatarlo pero era muy tarde. A continuación le dejamos los siguientes enlaces de su interés:
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muchas gracias