Los Dioses de Mesopotamia comprenden una amplia gama de deidades semejantes a los humanos excepto por su inmortalidad. Por su ilimitado poder eran unas deidades a las cuales temían los humanos, los cuales además de venerarlos les servían con dedicada atención. Entérate en detalle aquí.
Sobre los Dioses de Mesopotamia
La mitología mesopotámica es la denominación colectiva bajo la cual se agrupa a las diversas mitologías de las culturas mesopotámicas previas a la civilización de los persas: Sumeria, Acadia, Asiria y Babilónica.
Los deidades mesopotámicos tenían el aspecto, las aptitudes y los vicios de los humanos, pues habían sido engendrados a imitación humana. En sus existencias se trataban temas como el enamoramiento, peleas y hasta la alimentación, lo que hace considerarlos como proyecciones de la sociedad.
Lo que les hace únicos y superiores es el hecho de ser totalmente ajenos a la muerte e inclusive no conocerla, una privilegio del cual tenían exclusividad.
La ancestral epopeya de Gilgamesh lo reseña bien claro: «Al ser creados los hombres por los dioses, les concedieron la muerte, pero la vida ilimitada se la reservaron para ellos». La perpetuidad, así como la tenencia de un poder sin límites y sobrenatural, eran particularidades inherentes a los dioses que les distinguía de los humanos.
Dioses de Mesopotamia Temibles
De los dioses de Mesopotamia jamás era de esperarse cercanía. Los humanos no amaban a los deidades, al contrario le temían. Cualquier suceso terrestre tenía una procedencia divina, y de esta obediencia a los juicios divinos no se libraba nadie, ni aun los soberanos. Cada resolución del rey tenía que ser confirmada por los dioses.
Esto último era el sentir popular hacia los dioses motivado a que desde niños se les aleccionaba a que su meta en la vida eras servir exclusivamente a sus deidades y asegurar el bienestar de su morada.
Una operación militar, la ingestión de un remedio o la escogencia del heredero tenía que ser decidido por los dioses a través de la predicción o de oráculos. A continuación un ejemplo de ello.
En la selección del heredero por parte del soberano asirio Asarhadón, en el siglo VII a.C., se expresa en el texto siguiente: «¡Shamash, gran señor, ofréceme una respuesta positiva a lo que te consulto! ¿Asarhadón, rey de Asiria, ha de esmerarse y hacer planes? ¿Ha de presentar a su hijo, Sin-nadin-apli, en la casa de la herencia? ¿Le agrada a su deidad? ¿Lo acepta? ¿Lo conoce su gran deidad?».
Cosmología de los Dioses de Mesopotamia
La religión y dioses de Mesopotamia estaban organizados en clases bien distinguidas y su panteón era una imitación de su estructura social. Existía un rey, una familia imperial, así como burócratas, técnicos y auxiliares, que conformaban la agrupación de las divinidades superiores o mayores. Debajo de ellos se hallaba toda una séquito de divinidades inferiores y marginales.
Liderando este sistema se encontraba Anum, que era el iniciador de la casta divina y el padre de los dioses. A su lado estaba, Enlil, la deidad del viento, y Enki (denominado Ea, en acadio), dios de las aguas dulces bajo tierra, conformaban la gran terna de los dioses superiores.
El conjunto de las siete superiores dioses de Mesopotamia se remataba con Shamash, el dios sol; Sin, el dios luna; Ishtar, la deidad del amor y de la guerra, y Ninhursag, la deidad madre.
Esta separación del poder celestial no era inalterable, ya que en el II milenio a.C. sucedió en Babilonia, aunque no sin inconvenientes, el reemplazo de Enlil por Marduk, al tanto que los soberanos casitas de la segunda parte del II milenio a.C. admitieron como suyos a los divinidades tradicionales babilónicas, sin renunciar a los suyos.
La Morada de los Dioses de Mesopotamia
Igualmente es conocido que cada ciudad mesopotámica tenía su propio dios, el cual era percibido como un gran protector. Según la mentalidad mesopotámica, cada ciudad era equivalente a la morada de la divinidad siendo allí el lugar donde se levantaban templos en su honra y se preparaban ceremonias de hondo sentir donde solo se hablaba de obediencia y temor.
Ello se puede verificar en cuantiosas inscripciones conmemorativas vinculadas a la culminación de las faenas de edificación, restauración y embellecimiento de dichos templos. La notoriedad y el porvenir de cada ciudad y cada reino eran relativos a enlace armónico entre dioses y soberanos.
«Un prolongado reinado feliz y años de dichosa exuberancia» fueron los deseos del dios Shamash, deidad de la Justicia, al rey Yahdun-Lim (1810-1794 a.C.) por haberle levantado un templo espléndido en la ciudad de Mari, en el Medio Éufrates sirio.
El templo y el palacio conforman los dos centros de poder en Mesopotamia. La arqueología ha expuesto a la luz centenares de templos distribuidos por toda su geografía, y para los cuales ya desde el III milenio a.C., los reyes dedicaron enormes esfuerzos en su construcción.
El templo era primordialmente la casa del dios, el espacio donde moraba y en el cual se le atendía diariamente. Tenía forma de torre escalonada, denominada zigurat, en cima cúspide se hallaba un santuario consagrado a la divinidad.
Obviamente, a través de la historia mesopotámica el estilo y las características de los templos fueron cambiando, incluyendo su área de mayor importancia, el denominado lugar santo o sanctasanctórum (la cella de los grecorromanos).
Aun así existían tres componentes que siempre se estimaron imprescindibles en todo edificio dedicado al culto: la colocación del trono del dios, en el cual se situaba la efigie de culto; el lugar de presentación de las ofrendas, y, por último, el área para la preparación de los alimentos o sacrificio de animales.
El Servicio en el Templo
Alrededor de la efigie divina se preparaban una sucesión de rituales en honor de la deidad titular. Todos los días, a los dioses de Mesopotamia se les eran dados dos comidas mayores y dos menores. No era algo simplemente simbólico, sino que esta faena estaba en manos de cocineros asignados al templo. Se les proporcionaba pan, dátiles y variados tipos de carnes preparadas en base a recetas culinarias.
Así como el vino, tomaban diversos tipos de cerveza y leche. De acuerdo a una tablilla del siglo III a.C., en Uruk por todo un año se ofrendaba a las deidades Anum, Antum e Ishtar, entre otros alimentos, unos 18.000 carneros, 2.580 corderos, 720 bueyes, 360 terneros, etc.
Sumado al alimento, los divinidades eran motivo de todo tipo de atención, ya que se les aseaba personalmente y se les vestía y engalanaba con joyas con gran ostentación. Inclusive se les llevaba de paseo en procesión, habitualmente al celebrarse cierta festividades religiosas, donde la de mayor relevancia era la del año nuevo.
Para todos estos cuidados estaba destinado un amplio séquito conformado por la plantilla de culto y la orden sacerdotal, constituida tanto por hombres como por mujeres alistados entre las familias de las clases pudientes.
En Babilonia, en época de Hammurabi (1792-1750 a.C.) existían sacerdotisas de alta jerarquía denominadas naditum en acadio. Estas féminas, que sobrellevar una existencia semi conventual, podían desposarse más no tener hijos ya que debían mantenerse castas por lo que sólo mediante una esclava podían tener hijos.
La relevancia de estos ritos viene manifestada por el desconsuelo que generaba, cuando una ciudad era ocupada por el enemigo, el destierro de la efigie de dios a otro país. El mejor método para someter a humillación al vencido era «arrebatarle sus dioses».
Un buena referencia la tenemos con el dios Marduk, cuya efigie fue desde Babilonia hasta Elam y Asiria como trofeo de guerra en varias oportunidades. El rescate de la estatua por el rey Nabucodonosor I (1126-1105 a.C.) fue conmemorada como un gran suceso por los babilonios.
Divinidades Sumerias y Semitas
Los sumerios ejercían un credo sincretista con multiplicidad de dioses, demonios y espíritus que simbolizaban fuerzas naturales o apariciones en el mundo, como mas luego lo mostraría la civilización griega. Como parte de sus convicciones establecen que las deidades originalmente crearon a los humanos para que estos se transformaran en sus sirvientes.
Cuantiosas narraciones en la religión sumeria son el antecedente de historias semejantes en religiones del Medio Oriente. Por ejemplo, la crónica bíblica de la creación del hombre, así como la narración del diluvio universal y el arca de Noé. Las deidades sumerios cuentan con similitudes en las religiones acadias, cananeas y de otras civilizaciones de Oriente Próximo.
Algunos de los relatos y deidades igualmente tienen sus equivalentes griegos; por ejemplo, el bajada de Inanna al inframundo (Irkalla) se parece a la crónica de Perséfone.
Para reseñar algo más sobre los dioses de Mesopotamia debemos inicialmente situarnos geográficamente y para ello se requiere mencionar que se trata de un territorio que corresponde al corazón de medio oriente y que se halla contenido por un valle que está acompañado por los ríos Tigris y Éufrates, del cual surge evidentemente surge la mitología mesopotámica
Una vez arribados a esta nación los sumerios y semitas se iniciaron cambios tan relevantes que inclusive los mitos y creencias comenzaron a exhibir características propias de los nuevos habitantes. Este es el motivo por la que en esta mitología opera una especie de división general constituida por dioses sumerios y dioses semitas con sus correspondientes equivalencias.
Al interior de la mitología mesopotámica no puede realizarse una separación clara entre las deidades sumerias y las semitas, de las cuales se conoce al menos cuatro cosmogonías: La de Eridú. la de Shuruppak, la de Nippur y la de Uruk.
Mitos Sumerios
Los mitos sumerios son descripciones simples y de fácil entendimiento cuyos destinatarios era la gente sin gran conocimiento sobre la ancestral Sumeria, y están relatados en escritos acadios como el Enuma Eliš y el Atrahasis. Consideran temáticas teológicas, políticas o filosóficas y plasman aspiraciones y anhelos expuestos en forma de novelas y poesías.
La particularidad general de los mitos es la de ubicar al personaje, usualmente un hombre, en su ámbito normal, pero rendido a las fuerzas naturales, la política o la economía. Estas fuerzas influyen sobre su destino, que está determinado por los dioses. Del mito se obtiene una reflexión, un sugerencia.
Los mitos sumerios pueden asemejarse a parábolas y se separan en varios temas:
- Sobre los orígenes: de la tierra, de las cosas.
- Sobre la organización: creación de ciudades, armonía en el mundo, grupos sociales.
- Sobre el contacto de las deidades con los humanos: Ejemplo, los Siete Malvados y los Siete Sabios.
- El héroe. Se muestran epopeyas, de categoría épica. El héroe recoge experiencias y entendimientos de sus viajes.
- El más allá (ej. mito de Inanna o bajada a los infiernos).
- Sobre la vida de los divinidades.
¿Cuáles eran los Dioses de Mesopotamia?
Cada deidad es escogida para representar cada una de las funciones que nos hablan de lo que está compuesto el cosmos y, evidentemente, el diario vivir.
Es relevante destacar que se aseguraba que si los seres de la tierra no realizaban sacrificios en su nombre, así como variados rituales, los dioses desencadenaron enormes adversidades y terribles desastres que normalmente pondrían en riesgo la agricultura y todo aquello relacionado con el sustento diario.
Motivado a que los mitos de Mesopotamia han sido tan complicados para entender, ha sido muy infructuoso ahondar sobre sus deidades.
El panteón mesopotámico está conformado de una sucesión de deidades catalogadas de la siguiente manera:
- Dioses de Mesopotamia Superiores o Principales
- Dioses de Mesopotamia Inferiores o Marginales
Dioses de Mesopotamia Superiores
Los nombres de los dioses de Mesopotamia de categoría superior o principal son:
Anu el Dios del cielo
Anu indudablemente sobresale como uno de los Dioses de Mesopotamia más populares, pues se le considera como el padre de los dioses y el creador de la casta divina lo que le otorga un sitial privilegiado y el hecho de que sea el primer citado a la hora de establecer los más importantes protagonistas de la mitología mesopotámica.
Es entonces una de las deidades más ancestrales del Panteón Sumerio en el cual era reconocido con el epíteto de An y por lo que es parte de la tríada sumeria que sirve de referencia a los grandes dioses de Mesopotamia.
Algunas Consideraciones de la Vida del Dios Anu
De su procedencia suele relatarse que sus progenitores eran los representantes de los dos horizontes, a saber, uno era equivalente a los confines del cielo y el otro a los de la tierra. Estos individuos fueron quienes se juntaron para engendrar a este gloriosa deidad a la que se le concede el poder de juzgar a quienes quebrante todo aquello que dedujera como ley.
Agregado a ello gobernaba el calendario y las estaciones. Otra narración se restringe a asegurar que sus progenitores fueron Anshar y Kishar y que merced a ello cuenta con el poder de los cuatro vientos.
Era tan potente el culto que este divinidad inspiraba que al principio se decía que solo los reyes podían recurrir a él, lo cual confirmaba la hipótesis de que el poder de un rey era un obsequio de Anu. En relación a sus atributos, habitualmente se vincula con un cetro, una corona, el tocado y un báculo, al igual las estrellas del cielo eran tenidas como su ejército.
El Culto a Anu Anu
El número sagrado 60 se le ha asignado a este dios mesopotámico y en lo referente a la astronomía se le describe con el Camino de An. Es relevante aclarar que no debe ser equivocado con la deidad de la mitología celta denominada también Anu y que en ese caso simboliza la fecundidad.
Enlil, el Dios del Cielo
Enlil vástago de Anu, era referido como el dios del cielo. De acuerdo a los textos Sumerios era uno de los dioses de Mesopotamia que tenía el don de la creación y de la destrucción, Igualmente era reconocido como dios del aire, las tormentas y la respiración, sumado a lo cual tenía bajo resguardo las tablas del destino, donde se develaba el destino de todo lo vivo.
Todos los dioses de Mesopotamia utilizaban un sistema sexagesimal, donde el lugar inicial de número 60 estaba reservado para Anu y la segunda posición la hacia su hijo Enlil, estos entres lograba vivir cuantiosos años.
A pesar de que Enlil tenía el poder de tomar decisiones, estas debían ser evaluadas por el consejo para ser ratificadas. Pero, tras el fallecimiento de su padre él tomo posesión del más elevado rango y tuvo acceso a poderes sin límites.
Igualmente se narra en los textos hebreos, que cuando este alcanza la cima y ocupa el papel de Yahvé, obtiene control pleno de todo y libre toma de decisiones, sumado a contar con un ejército de ángeles. No obstante, esto trajo como secuela cierta enemistad entre dioses, en particular con Marduk vástago de su hermano Enki.
Marduk es la deidad de Babilonia, quien rigió Egipto por un milenio e igualmente quería dirigir todo el planeta. Este odiaba profundamente a Enlil por haber tomado el puesto de su progenitor Enki, pues él iba a ser el siguiente sucesor de Anu por ser su primogénito, de tal manera que Marduk resolvió levantar la torre de Babel a causa de su rebeldía.
Enlil y la División de la Tierra
Por lo que Enlil la devastó, tras el diluvio se dio el consejo Anunnaki, el cual separó la tierra en 4 continentes, en el cual se escogió de modo azaroso darle Asia, Europa y Mesopotamia, al tanto que a Enki le fue legado toda África.
De otro lado Ninurta, hijo de Enlil le fue legado Persia, Asiria y los territorios de Elam. Igualmente así a su otro vástago, Ishkur, le heredaron las islas del Mediterráneo y Asia Menor.
De tal manera que Marduk recibió como herencia a Egipto y fue en ese tiempo cuando se apropió de los cuatro continentes, tras lo cual Enlil con su potente y divina arma “las tablas Celestiales” logró nuevamente el dominio de toda la tierra.
Enki, Dios del Viento
Enki de acuerdo a los escritos sumerios era considerado dios de Mesopotamia, y se le conocía mejor como dios del viento. Su padre era Anu el dios del cielo, el cual además, era el de más poder de todos los dioses. Anu, Enlil y Enki era parte de la terna de dioses más enérgicos de toda la tierra de acuerdo a ese orden.
Esta deidad era conocida por poseer el don de la erudición y una proceder muy pacífico, de tal manera, que jamás era violento a la hora de resolver los problema. A ello se agregaba que era practicante de la oración, era muy ordenado y cauteloso.
Todos los Significados Atribuidos a su Nombre
EA, deidad de las aguas y los mares, el amo de la tierra, el custodio de la humanidad, la divinidad de las artes y la erudición, el bien educado, el buen señor, Nudimmud, el clonador, iniciador de la humanidad.
Vida y Obra del Dios Enki
La deidad Enki resaltaba por ser un visionario con una mente reformista, cuyo mayor tiempo se desempeñaba realizando investigaciones de ingeniería marítima, manejo genética y duplicación de especies. Una de las especies que creó es el Homo Sapiens, por lo que es conocido como el creador de la humanidad.
Mas adelante, fue él quién advirtió a la humanidad acerca del gran diluvio universal causado por Enlil por motivo de las atrocidades que estos perpetraron. No obstante, así como Enki contaba con muchas igualmente era una de los deidades más incestuosas.
Por otra lado, uno de los características más relevantes de su vida fue la enemistad con su hermano Enlil por suceder en el trono a su progenitor, ya que éste le correspondía a él por ser el primogénito y no a Enlil. Por lo que su hijo Marbuk en rebeldía levantó la torre de babel, la cual luego Enlil derribó para manifestar su poder.
Shamash, Dios del Sol
Shamash era un dios de Mesopotamia distinguido como deidad del sol y la justicia. Según los textos sumerios, este dios era personificado como un gobernador quien se sentaba sobre su trono en el firmamento, desde donde podía observar todo lo que pasaba y alumbraba toda la tierra con su brillo y ofrecía calidez.
Al amanecer él se levantaba por el este y al atardecer se retiraba por el oeste. A través de la noche viajaba por el inframundo para comenzar un nuevo día. A ello se agregaba que él fue deidad de toda Babilonia, en la cual fue conocido como dios supremo. Igualmente, contaba con un altar en la localidad de Sippar, en la cual los residentes lo lo nombran hijo de Anu.
Hazañas del Dios Shamash
Shamash contaba con una tarea de gran importancia y era custodiar todos los negocios, al igual que debía reconocer el engaño, el fraude y las mentiras en la gente, lo cual lo transforma en un dios verdadero al mismo tiempo. También se encargaba de resguardar a la humanidad de la maldad y las maldiciones.
Igualmente desempeñaba un rol muy relevante en los ritos de sacrificios, en los cuales se hacían adivinanzas y quién no respondía de modo correcto era asesinado. Por lo que cada competidor se consagra a realizar rezos al gran dios Shamash para conseguir la respuesta acertada.
De igual modo, él se dedicaba a mantener aislados al mundo de los muertos y al mundo de los vivos, ya que los espíritus se escapaban del inframundo e ingresaban a la tierra por medio de un pasaje oculto por el horizonte.
Simbolización del dios Shamash
La imagen de esta deidad era representada en ciertos casos como un hombre sentado con súbditos en su derredor y de sus hombros surgían rayos de luz, al tanto que, en otras situaciones era simbolizado como un disco solar con una estrella con 4 puntas, de la cuales surgían rayos.
Sin, Dios de la Luna
Sin, la deidad de la luna, se considera uno de las siete importantes dioses de Mesopotamia. Denominado igualmente Zuen o Nannar, es la figura masculina de la luna. La mitología mesopotámica expone dioses y diosas que ayudan a entender de alguna modo el vinculo de estos pueblos con el universo y uno de ellos es Sin.
Las narraciones tradicionales, procedentes de la ancestral región de Sumeria en la zona sur de la antigua Mesopotamia, conforman lo que es conocido como su mitología, la cual es un modo singular y fantástico de reseñar a sus dioses como los proveedores de protección. Para el caso de Sin, dios de la Luna tenemos:
Origen
Sin, hijo de Enlil (deidad del viento y del cielo) y cónyuge de Ninlil (deidad del aire). A su vez, esposo de Ningal llamada “la gran señora”, progenitor de Ishtar ( la deidad del amor, de la guerra) y Utu o Shamash (deidad del sol).
Nombres
Los diversos nombres que le otorgaban a esta deidad se vinculan con las fases lunares, de tal manera que, Nanna – Luna llena, Sin – Luna creciente, Asim Babbar – inicio de cada ciclo lunar.
Protección
Se le conoce como el dios que cuida a los pastores, custodio de la noche, gobierna todos los procesos relativos con el ciclo lunar. Igualmente era reconocido como la deidad de la sabiduría y en él se fundamentaron las expresiones iniciales de los estudios astronómicos.
Imagen
Se simboliza como un anciano con cuernos y extensa barba, con un turbante, su signo era la luna creciente o creciente lunar y en su diadema se representa su templo mayor, localizado en la ciudad de UR.
La deidad de la Luna, en unión a Shamash e Ishtar, integrante de la “Tríada semita” de dioses con vinculaciones celestes fue admitido al panteón mesopotámico a partir del período Acadio, imperio inicial mesopotámico.
Ishtar, Diosa del Amor
Para comenzar, Ishtar es una deidad semítica oriental, a la cual se reconoce por ser la diosa del amor, la guerra y la fecundidad. A pesar de ello, se relaciona primordialmente con la sexualidad ya que, su ritual contemplaba la prostitución divina.
Fue descendiente de Anu, siendo específicamente venerada en el norte de mesopotamia precisamente en las ciudades de Asirias de Nínive, Aššur y Erbil.
De otro lado, para los dioses de Mesopotamia la vida sentimental de Ishtar fue nefasta a causa de que en su etapa juvenil, la diosa se había enamorado de Tammuz (deidad de la cosecha) y de acuerdo a lo que relata la epopeya de Gilgamesh, este grandioso amor le provocó la muerte a Tammuz.
Su Reconocimiento
Sumado a ello, Isthar era famosa por contar con leones en su puerta pero con lo que primordialmente se asociaba era al planeta Venus como estrella mañanera y en los límites de Babilonia se le simboliza por una estrella de ocho puntas. Por otra lado, igualmente se le conoce por:
- Estar parada con las manos sobre el vientre.
- Sujetándose los senos.
- Empuñando un arco sobre un carreta tirada por siete leones.
Va al Infierno
Al fallecer Tammuz, Ishtar baja a los infiernos a causa de que, quería arrebatarle a su hermano de las manos de la aterradora Ereshkigal, quien tenía control sobre la vida y la muerte. Por lo que, ésta le da indicaciones a Papsukal para que vaya por ella si no retornaba en cierto tiempo.
Tras lo cual baja a las regiones de las tinieblas donde llegaría valerosa y provocadora indicando al portero que abra o ella misma derribará la puerta. En la medida que Isthar iba atravesando cada una de las siete puertas debía desprenderse de una de sus ropa, lo que iba restándole poder.
Al alcanzar la última puerta desnuda y desprotegida frente a Ereshkigal, esta la atrapó y la mato sujetando su cuerpo en un clavo.
Resucita
A causa del deceso de esta fémina todo el mundo empezó a extrañarla, pero Papus Ukall resolvió ir con los dioses y solicitarles que crearan a una ser con capacidad de penetrar al mundo de los muertos y volver a la vida a Ishtar con la comida y el agua de la vida. Fue así como ella retornó a la vida.
Para concluir, ella tenía un deuda que cancelar por seis meses, la cual era que Tammuz debe vivir en el mundo de los muertos, mientras ella estuviese allí. Isthar habría de deplorar su ausencia, aunque en primavera, sale de nuevo y todos se encuentran gozosos.
Ninhursag, la Diosa Madre
Una de los dioses de Mesopotamia es Ninhursag, célebre en su mitología como diosa madre, diosa tierra y diosa que simboliza la fecundidad, una deidad de gran importancia para el culto de las ciudades ya que tiene su propio lugar dentro de los primordiales dioses de Sumeria.
Esta mitología procede de Sumeria una de las culturas de mayor antigüedad de Mesopotamia. Se le estimaba como la divinidad que gobernaba las montañas, la vida salvaje y dirigía los nacimientos.
Todos los Significados que se Atribuyen a su Nombre:
Ninhursag quiere decir “ama de las Colinas Sagradas” o diosa de la madre tierra. Ciertamente, la leyenda relata que este epíteto se lo debe a su hijo quién en su honor por haber creado las cumbres y montañas lo sustituyó de Ninmah a Ninhursag.
Posteriormente fue vinculada con otras deidades que representan la fecundidad, de tal manera que ciertas tradiciones la mencionan como la diosa madre. En ciertas narraciones mitológicas su denominación es dependiente de la región, entre los que hallamos a Ki, Nintu, Ninmah, Damgalnuna o Damkina.
La Diosa Madre por estas Razones:
La tradición narrada por las diferentes zonas que constituyen la ancestral Mesopotamia, señalan que Ninhursag fue parte junto a Enki (señor de la tierra) en la formación de la raza humana y que fue asistente del dios de la tierra y a Nammu (abismo de las aguas) a la hora de moldear al hombre con arcilla.
Durante el proceso del origen de la humanidad, se le asignan la creación de las cumbres y las montañas. Los sumerios la admiten como la verídica y gran señora de los cielos, la diosa madre relacionada a otras divinidades de la fertilidad y se le reconoce ser la madre divina de los Reyes de Sumeria.
La preeminencia de los dioses de Mesopotamia es otorgada a siete grandes deidades y entre ellos se halla Ninhursag, la diosa madre.
Pasittu
Hay que resaltar que, uno de los dioses de Mesopotamia que producía más temor en esos tiempos era Pasittu. Fue un demonio Babilónico el cual, bajo órdenes de la diosa Nintu y Enki debía despojar a todos los bebés de su madres, ya que, de acuerdo a la perspectiva de ellas, gobernaría el crecimiento de la población humana, por lo que decidieron crear a este gran demonio.
De modo radical no dejan pasar la proposición que les había expuesto Enlil. Enki y Ninti (la cual era la deidad de matriz), resuelven que a partir de ese particular instante un tercio de las pobladoras femeninas no podrán parir apropiadamente ya que el demonio Pasittu robará al bebé de los brazos de su madre.
¿Por Qué lo Crean?
En lo relativo a lo relatado en el mito de Atrahasis, la gran deidad se emociona por una inundación y promete por un collar que no olvidará ese día y es cuando Enlil encuentra el barco y se irrita porque, presentía que Enki podría salir con ese ardid.
Igualmente, reconoce que se había asegurado de avisarle a Atrahasis ante el “reto de Enlil” y señala: me cercioraré de que la vida sea preservada”. De tal manera, Enki encuentra el modo de convencerlo y le propone que deberían buscar un plan más humano (menos radical) para finalizar con este gran problema que tanto alboroto ha producido.
Para concluir, es allí cuando se aúnan Enki y la deidad de la matriz Nintu y alcanza a crear a Passitu para así poder gobernar el crecimiento de la población existente, Ya que si las mujeres parían sus bebés, este demonio pudiese quitárselos de sus brazos, con la finalidad de no aumentar la existencia de nuevas personas. Sumado a ello, igualmente crearon diversas clases de mujeres de templo a las que no era permitido engendrar niños.
Ningal, la Gran Dama
En la cosmogonía mesopotámica se encuentra una figura denominada Ningal “La gran señora’’, ‘’La gran dama’’ o ‘’La gran reina’’. Esta divinidad era la deidad de las cañas y la diosa lunar ya que era la esposa de Sin, por lo que igualmente es relevante destacar que se le simboliza con una creciente lunar.
Se le conoce como la hija de Enki, el dios sumerio de las aguas, la fecundidad y la erudición, y Ningikuga deidad de la ancestral Mesopotamia de las cañas y las ciénagas lo que hace que esta gran deidad sea parte de los dioses mesopotámicos.
La gran dama era la cónyuge de Nannar denominado Sin en acadio, el dios de la luna, con el cual procreó dos hijos gemelos, un hombre y una mujer. Uno fue Shamash denominado como Utu ‘’El dios solar’’ para los sumerios, e Ishtar reconocida en la mitología sumeria como Inanna ‘’La deidad del amor, la guerra y la deidad protectora de la ciudad de Uruk’’.
Se señala que en un principio era adorada por los pastores del ganado vacuno quienes moraban en los pantanos del sur de Mesopotamia, y la idolatraban en un altar que tenían dispuesto para la deidad en el templo de Egipar. La gran reina igualmente era venerada junto con su consorte en la localidad de Ur, y en el santuario de Harran, situado en Siria.
Ningal y las Lamentaciones por la Destrucción de Ur
Nigar era estimada como la benefactora de Ur, porque señala la historia que ella le implora a Enlil para que evite que los anunnaki devasten e inunden su ciudad. Algún tiempo mas adelante, la mitología semita admitió a la gran señora pero bajo el epíteto de Nikkal. Por lo que esta gran deidad es reconocida en diversas culturas pero con variados nombres.
Ninazu, Mayordomo del Inframundo
Ninazu fue una deidad de segundo nivel del inframundo, dentro del dominio de Ereškigal. Igualmente se le conocía como el mayordomo del inframundo y esto es provocado por que, al ser una deidad secundaria, estaba destinado a ofrecer favores a otros grandes dioses de Mesopotamia.
Sus progenitores fueron Enlil y Ninlil, no obstante, en otras culturas, sus padres son otros, y en uno de esos casos se señala que sus padres verdaderos eran Ereškigal y Gugalanna. En la localidad del sur de Sumeria, de nombre Enegi, Ninazu desempeñaba un rol fundamental ya que, era considerado el dios de esta ciudad y Ešnunna, al norte de Sumeria.
Así como otros dioses, usualmente es vinculado a la agricultura y vegetación del mundo mortal ya que, merced a este dios, los humanos comenzaron a alimentarse de granos y otras comidas, a causa de que Ninazu en unión a su hermano, acostumbraban traer granos desde el inframundo.
Estos se los daban como alimento a los seres humanos, que antes solo comían hierbas como si fuesen animales y por lo que sus cuerpos no eran muy constituidos y estables.
Ninazu tiene un denominación que se puede vincular fácilmente a una deidad curadora, no obstante, él carecía de estos poderes. Lo que más podía realizar, era sanar mordeduras de serpientes venenosas, mediante conjuros de tercer y segundo milenio.
¿Qué Significa Ninazu?
Nin-azu, quiere decir “señor curador”, aunque igualmente puede ser traducido como “señor vertedor de agua”.
¿Cuál fue su Esposa?
Su cónyuge fue la deidad Ningirida.
¿Cuáles eran los Lugares de Culto?
Sus templos más importante se hallaban en Enegi y Ešnunna y las denominaciones de sus templos, habitualmente eran “casa pura”. Los sumerios le hacían ritual en el sexto mes, al cual le llevaban ofrendas y cualquier clase de cosas a esta deidad, de este modo, el les bendecía con una importante producción agrícola.
Oannes, el Dios Pez
Para comenzar, Oannes es un ente mitológico el cual de acuerdo a la historia es mitad pez, mitad humano cuya existencia fue en las culturas de Sumeria, Caldea y Babilonia. Este se apareció en el golfo Pérsico, además, se dice que conversaba con los humanos.
Fue un batracio que surgió de las tinieblas para mostrarle a la civilización de los sumerios nuevos conocimientos, ya que, estos existían como animales sin ningún clase de reglas y es merced a Oannes que pudieron aprender nuevos temáticas como:
- Buenos modales.
- Letras.
- Matemáticas.
- Arquitectura.
Aspecto Físico
Se cuenta que era una de los dioses de Mesopotamia más conocidas, puesto que, su apariencia física es la siguiente: su contextura era de animal como un pez, bajo su cabeza de pez tenía otra cabeza y los pies eran similares al de una persona que sobresalía de su cola de pescado, su voz y idioma eran como el de los humanos.
Actualmente aún existe una simbolización de él, se señala que al ponerse el sol Oannes, se zambullían en el mar y se quedaba toda la noche en los profundidades marítimas, ya que eras un anfibio. Esto decían las escrituras sobre su descripción.
Su Legado
La herencia que relata la leyenda fue que Oannes, aportó a la civilización de Sumeria con variados conocimientos, desde los cálculos astronómicos que eran excepcionales, hasta la rotación de la luna que apenas se diferencian hoy en día con un 0.04 de los cálculos de computadora. Ellos tenían claro que los planetas circundan al sol y no al contrario.
Para concluir, este deidad pez pasaba parcialmente todo el día con los humanos, pero de acuerdo a la historia no consumía comida alguna. Esta criatura les enseñó a los humanos técnicas para crear ciudades, asentar templos, legislar leyes y medir la tierra.
Dioses de Mesopotamia Inferiores
Esta segunda categoría es verdaderamente amplia ya que comprende divinidades menos conocidas hasta demonios, héroes y otras figuras mitológicas, entre ellos:
Adad
La deidad Adad, es uno de los divinidades mesopotámicas de mayor importancia dentro del cuerpo de la colectividad granjera, por ser la divinidad del trueno y la lluvia de las zonas sur y central de la civilización Mesopotámica.
Mitología de Adad: ¿Quien era esta Deidad?
En las textos ancestrales de la mitología de Mesopotamia se consigue que se referían a Adad como “Ishkur”, el cual era un epíteto que se le otorgaba a este dios, por ser hijo de Anu. Anu o An, el dios de los cielos, amo de las constelaciones y soberano de los dioses, era el progenitor de Adad. La conyugue de An era Ki, la deidad de la tierra y era la madre de Adad.
La divinidad de los granos y la fecundidad del cultivo, Šala, fue la cónyuge de Adad. Estos deidades eran adoradas por su poder en el cultivo. Ambos procrearon a un hijo denominado Gibil o Girra, que era el dios encargado de las quema de los campos, ya que era el dios del fuego. Igualmente se adoraba por su erudición, pues se señalaba que tenía tanta como la de todos los dioses.
Representación de Adad
Se le personificaba con el animal toro, en los grabados se exhibía a un hombre con cuernos de toro y extensa cabellera que llevaba un hacha como símbolo de las lluvias y unas lanzas como símbolo de los truenos y rayos.
Culto
Esta divinidad disponía de un templo al sur de Kakara era E.Karkara. A través del reinado de Tiglath-Pileser (1115-1077 a.C.) se le concedió un segundo santuario que ubicaba junto al de su progenitor Anun, esto generaba confusión a los devotos de los dos dioses, ya que no sabían a qué templo acudir.
Anunitu
La deidad Anuncit o Anunitu, es una divinidad que es parte de los dioses mesopotámicos. Es una de los dioses más importantes que se adora en el imperio babilónico, ya que era la deidad responsable de la fecundidad y los nacimientos. Esto era de relevancia en aquellos tiempos, ya que siempre se requerían más personas para mantener todo funcionando.
Culto a Anunitu: ¿Cómo Adoraban a esta Diosa?
Su ceremonial se efectuaba al inicio en la ciudad Akkad (Acad o Agadé), situada al norte del interior de Mesopotamia. Luego, se le destinó un templo en la ciudad de Sippar localizada al noroeste de Babilonia, a las márgenes del río Éufrates, llamado Eulmash.
Al transcurrir los tiempos las reglas cambiaron y el culto a Anunitu fue sustituido por el culto a Ishtar, por lo que, en este templo se reunían las prostitutas para proponerse a los hombres.
Se estimaba que las deidades Anunitu e Ishtar eran la misma diosa, por lo que, el culto de Anunitu fue absorbido por el culto de Ishtar, la diosa de belleza, la vida, la fertilidad, el amor y soberana de la sexualidad.
Representación: ¿Cómo se Solía Representar a esta Diosa?
A causa del nuevo culto a la deidad Ishtar en sustitución de Anunitu, las representaciones plásticas de la deidad Anunitu fueron destrozadas u olvidadas, aunque, en ciertas escrituras se puede observar que la mostraban como una mujer muy atractiva, que vestía una larga y translúcida prenda, pero sin tapar su rostro, dejando ver sus grandes ojos verdes y alas doradas.
Igualmente se le personificaba en el cielo con una constelación de estrellas que poseían su nombre, la cual actualmente es conocida como la constelación del zodiaco Piscis. Infructuosamente, hoy en día es escasa la información que se puede recabar de esta diosa, particularmente a que sus imágenes fueron destruidas.
Otros Dioses de Mesopotamia Secundarios
- Adapa: Primer Soberano
- Anat: deidad de la fecundidad y la guerra
- Anshar: padre del firmamento
- Antu: deidad creadora
- Apsu: el regente de los dioses y de los océanos subterráneos
- Assur : deidad nacional de los asirios
- Atrahasis: Figura del poema épico homónimo
- Baal: deidad suprema a todas las demás y primordial dios de los Caldeo-Asirios
- Dumuzi: dios de la vegetación
- Ea: dios de la sabiduría
- Emesh: deidad de la vegetación
- Enbilulu: dios a cargo del Éufrates y el Tigris
- Enmesarraa: dios de las leyes
- Endursaga: dios heráldico sumerio
- Enten: dios de la agricultura
- Ninurta: dios de la guerra
- Ereškigal: diosa del inframundo
- Erra: dios de la guerra, disturbios y motines
- Gilgameš: héroe de la gran épica de Gilgameš luego del diluvio
- Geshtu-E: dios inferior de la inteligencia
- Gugalanna: consorte de Ereshkigal
- Gula: diosa de la curación
- Huwawa: centinela del bosque de cedros de los corazones
- Inanna: deidad del amor y la guerra, protectora de Uruk
- Isimud: dios mensajero
- Ishkur: dios de las tormentas y las lluvias
- Kabta: dios responsables de los picos, palas y moldes de ladrillos
- Kingu: esposo de Tiamat
- Kishar: padre de la tierra
- Lahar: diosa del ganado
- Marduk: dios nacional de los babilonios
- Mummu: dios de las neblinas
- Mushidama: dios encargado de los edificios y las casas
- Mušḫuššu: animal mitológico
- Nabu: dios de las artes de escribir
- Namtar: dios sirviente en el inframundo
- Nannar: dios de la luna
- Nanshe: diosa de la justicia
- Nergal: dios del inframundo
- Nidaba: diosa de la fecundidad y la escritura
- Ningikuga: diosa de las cañas
- Ningizzida: dios del árbol bueno
- Ninkasi: diosa de la preparación de alcohol
- Ninkurra: diosa madre inferior
- Ninlil: diosa del aire
- Ninmah: diosa creadora
- Ninsar: diosa de las plantas
- Ninsikil: diosa patrona del paraíso mítico de Dilmun
- Ninshubur: diosa o dios mensajero
- Ninsuna: diosa de las vacas
- Nintu: deidad madre
- Ninurta: dios de Nippur
- Nunbarsegunu: diosa madre
- Nusku: dios de la luz y el fuego
- Tasmetu: diosa consorte de Nabu
- Tiamat: diosa dragón
- Tišpak: dios de Ešnunna
- Uras: diosa ctónica
- Utnapishtim: protagonista del diluvio
- Utu: dios del sol
- Uttu: diosa de los tejidos y la ropa
- Utukki: demonios del inframundo
- Zarpanitu: diosa del nacimiento
- Ziusudra: figura del diluvio
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