Al hablar de los mitos originarios de España, debemos empezar por la mitología vasca, y la razón se debe por ser una de las civilizaciones con la lengua madre más antigua de Europa. Por lo que sus mitos forman parte de una cultura y tradición que aun lucha por mantenerlas vigentes.
Estos mitos vascos se compartieron por muchos años por tradición oral, llegando a un punto en donde estuvieron al límite de desaparecer. Sin embargo, en 1920 estas lograron ser rescatadas de manera escrita. Pero, ¿quiénes fueron los encargados de esto?, y ¿quiénes son los protagonistas de estos mitos? Aquí te lo mostramos todos.
El rescate de la mitología vasca
Al estudiar la mitología vasca no podemos dejar de lado su rescate. El país Vasco es uno de los más antiguos de toda Europa, y sus habitantes cuenta con un lenguaje propio llamado euskera, la cual aún se encuentra vigente.
En su propio idioma han logrado compartir de forma oral las distintas leyendas de personajes míticos, sin embargo, estas con el pasar del tiempo han sufrido cambios y algunos hasta desaparecieron, por una parte, gracias a la llegada del imperio romano, y por otra el cristianismo.
Esta última fue quien, impartiendo sus creencias al pueblo, desaprobaban sus mitos, en este sentido, trataron de extinguir la mitología vasca adaptándola, aunque no lo lograron del todo. Los pobladores fueron fieles a sus creencias, y aunque en la población se generó un sincretismo religioso, aún se mantenían la mayoría de los mitos.
Aun así, con el avance de las generaciones, la mitología de la población desaparecía, ya que no estaba funcionando correctamente la tradición oral. Es entonces que en 1920, el sacerdote José Miguel de Barandiaran, motivado por esto, comenzó a realizar las investigaciones en todos los poblados, para registrar cada una de estas leyendas.
De allí salen sus reconocidas obras de “Mitología vasca” y “Mitologías del pueblo vasco”, de donde hoy se pueden conocer cada una de estas joyas de su cultura.
¿Cómo es la mitología vasca?
Pese a las modificaciones que estas tuvieron con el pasar del tiempo, su esencia de origen se ha mantenido, y es que la mitología del pueblo vasco cuenta con distintas leyendas de seres míticos con un fuerte lazo con la naturaleza, estos basados en los 4 elementos, es decir, tierra, fuego, aire y agua, aunque con mayor fuerza en la tierra.
Dentro de la mitología vasca existe una gran variedad de leyendas de seres mágicos, en su mayoría con un espíritu indomable y algo impredecible.
Considerados dioses y semidioses, muchos eran protectores de ciertos elementos, por lo cual los pobladores les tenían respeto, y en el caso de algunos, se les hacen misas en las áreas donde habitaban.
Entre los relatos populares surgen descripciones no muy detalladas de su imagen, aunque la mayoría cuentan con figuras humanas con ciertos rasgos zoomorfos y fitomorfos, esto en representación a su esencia y a lo que defienden.
Personajes icónicos de la mitología vasca
Aunque existen muchos dentro de la cultura vasca, resaltaremos los más populares, aquellos que han trascendido las fronteras hacia el Vasco francés y Navarra, siendo los más conocidos y queridos por los pobladores.
Mari
Esta es la más importante de los seres míticos del país Vasco, y es que esto se debe a que en esencia representa la tierra y con ella su poder y fuerza. Esta es protectora de todo lo que comprende sus territorio, una diosa de gran belleza con figura de mujer, aunque tenía la capacidad de cambiar de forma.
Su principal morada es el monte Anboto, allí se posaba en las simas o sus cuevas, sin embargo, este no era su único hábitat, ya que tiene distintas simas en diversas zonas del país Vascos y las comunidades fronterizas.
La diosa Mari es de carácter muy temperamental, que puede bendecir la tierra o generar tempestades según como la traten.
La también llamada Dama de Anboto, está casada con Sugaar, también llamado genio Maju, además con él tiene dos hijos Atarrabi y Mikelats.
Sugaar
Este es un ser mítico de carácter oscuro, muy contrario a Mari, este cuenta con una forma de serpiente voladora, por lo cual la relacionan con la figura de un dragón, aunque también toma la figura humana. Este, al igual que la diosa de la tierra, cuenta con diferentes moradas a lo largo del territorio, habitando generalmente en cuevas.
Al igual que Mari, este es un mito que se ha mantenido con fuerza con el pasar de los años, teniendo su origen mucho antes de la llegada del cristianismo en la población.
Basajaun
Este es un espíritu protector del bosque, un imponente ser con una leve silueta humana cubierta de abundante pelo que cuida a los rebaños y los pastores. Este habita en los bosques de Gorbea y en la Selva de Irati.
Es un ser mítico de carácter pacífico que al presentir peligros acercarse a los pastores, este grita desde la cima de los montes para alertarlos.
Akerbeltz o Aker
Este es una deidad que sufrió los efectos del sincretismo religioso, ya que principalmente Akerbeltz es considerado por los nativos el protector de los animales, pero con la llegada del cristianismo y la caza de brujas se lo relacionó como el propiciador de aquelarres.
Los pobladores lo describen como un macho cabrío negro, el cual tiene dos caras, una buena y una mala.
Lamias
Estas son seres míticos de particular belleza, son consideradas como las sirenas o las ninfas, en la mitología vasca según el lugar, las describen como mujeres de gran belleza con piernas de animal, estas podrían ser de patos, pez o cabra.
Seres de carácter noble, que cautivaban a los hombres, ellas enamorándose, pero sufriendo por un amor que no podría materializarse.
No son parte de un cuento de hadas, estos son solo un fragmento de lo que es la mitología vasca, un cúmulo de mitos que reflejan todo un país y su riqueza cultural.